1 Crónicas 9:22-25
1 Crónicas 9:22-25 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Los escogidos como porteros fueron un total de doscientos doce. En sus aldeas se encuentran sus registros genealógicos. David y Samuel, el vidente, asignaron sus funciones. Los porteros y sus hijos estaban encargados de custodiar la entrada de la Tienda que se usaba como Templo del SEÑOR. Había porteros en los cuatro puntos cardinales. Cada siete días, sus parientes que vivían en las aldeas se turnaban para ayudarlos.
1 Crónicas 9:22-30 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
David y el profeta Samuel habían elegido a personas de confianza para vigilar la entrada del santuario. De los descendientes de esas personas se eligieron luego doscientos doce, para que cuidaran la entrada del templo de Dios. Estos guardianes fueron elegidos siguiendo su lista familiar, y de acuerdo a los lugares donde vivían. El templo estaba vigilado por sus cuatro lados. Cada siete días, los guardianes elegidos venían de sus pueblos para cumplir con su deber. Algunos de ellos eran responsables de cuidar los utensilios que se usaban en el culto, y les tocaba contarlos cuando se sacaban y cuando se guardaban. Otros estaban encargados de cuidar los demás utensilios sagrados, además de la harina fina, el vino, el aceite, el incienso y los perfumes, que eran preparados por algunos sacerdotes. Los cuatro guardianes principales eran de la tribu de Leví, y estaban todo el tiempo cuidando los cuartos y los tesoros del templo de Dios: de noche vigilaban sus alrededores, y por la mañana abrían sus puertas.
1 Crónicas 9:22-25 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Todos estos, a los cuales constituyeron en su oficio David y Samuel el vidente para vigilar las puertas, eran doscientos doce cuando fueron escogidos y contados en sus villas, según el orden de sus linajes. Ellos y sus hijos se turnaban como porteros a la entrada del templo del Señor, y de la tienda del tabernáculo. Había porteros a los cuatro lados, es decir, al oriente, al occidente, al norte y al sur. Sus parientes en las aldeas acudían cada siete días, según su turno, para estar con ellos
1 Crónicas 9:22-25 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Todos estos, escogidos para guardas en las puertas, eran doscientos doce cuando fueron contados por el orden de sus linajes en sus villas, a los cuales constituyó en su oficio David y Samuel el vidente. Así ellos y sus hijos eran porteros por sus turnos a las puertas de la casa de Jehová, y de la casa del tabernáculo. Y estaban los porteros a los cuatro lados; al oriente, al occidente, al norte y al sur. Y sus hermanos que estaban en sus aldeas, venían cada siete días según su turno para estar con ellos.
1 Crónicas 9:22-25 Nueva Traducción Viviente (NTV)
En total hubo doscientos doce porteros en esos días, y fueron registrados según las genealogías en sus aldeas. Como sus antepasados eran hombres de confianza, David y Samuel el vidente los asignaron a sus puestos. Estos porteros y sus descendientes, por sus divisiones, eran responsables de cuidar la entrada de la casa del SEÑOR cuando esa casa era una carpa. Los porteros estaban colocados en los cuatro puntos cardinales: al oriente, al occidente, al norte y al sur. Sus parientes en las aldeas venían con regularidad para ayudarles con las responsabilidades durante ciclos de siete días.
1 Crónicas 9:22-25 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El total de los porteros escogidos era de doscientos doce, según el registro familiar de las poblaciones donde vivían. David y Samuel el vidente fueron quienes los nombraron para este cargo, porque eran dignos de confianza. Tanto ellos como sus hijos se turnaban para cuidar la entrada de la casa del Señor, es decir, el santuario. Había porteros en los cuatro puntos cardinales: al este y al oeste, al norte y al sur. Sus familiares, que vivían en sus pueblos, venían para ayudarlos con un turno de siete días.
1 Crónicas 9:22-25 La Biblia de las Américas (LBLA)
El total de los que fueron escogidos para porteros en los umbrales era de doscientos doce. Estos fueron inscritos por genealogía en sus aldeas, a los cuales David y el vidente Samuel pusieron en sus puestos de confianza. Así pues, ellos y sus hijos estuvieron encargados de las puertas de la casa del SEÑOR, es decir, la casa de la tienda. Los porteros estaban en los cuatro lados: al oriente, al occidente, al norte y al sur. Y sus parientes en sus aldeas tenían que entrar cada siete días para estar con ellos de tiempo en tiempo