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1 Samuel 18:20-28

1 Samuel 18:20-28 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Sin embargo, Mical, la otra hija de Saúl, estaba enamorada de David; y cuando Saúl lo supo, eso le pareció bien, pues pensó: «Le voy a dar a Mical, para tenerlo bajo control, y para que los filisteos se ocupen de él.» Entonces llamó otra vez a David, y le dijo: «Esta vez sí serás mi yerno.» Y mandó a sus sirvientes a que en secreto le dijeran a David: «El rey te estima mucho, y todos sus servidores te quieren bien; anímate y acepta ser su yerno.» Los sirvientes de Saúl fueron y le dijeron esto a David de manera confidencial, pero David les respondió: «¿Ustedes creen que es poca cosa ser el yerno del rey? Si se dan cuenta, yo soy un hombre pobre y de poca estima.» Cuando los sirvientes le dijeron a Saúl lo que había dicho David, Saúl respondió: «Díganle a David que no se preocupe por la dote; que solo quiero cien prepucios de filisteos. Esa será la dote y mi venganza sobre mis enemigos.» Pero lo que Saúl quería, era que David cayera en poder de los filisteos. Y cuando los sirvientes del rey le comunicaron a David lo que Saúl pedía para hacerlo su yerno, le pareció una buena idea, y antes que el plazo se cumpliera se preparó con su gente y fue y mató a doscientos filisteos; luego llevó los prepucios y se los entregó al rey; entonces Saúl le dio por esposa a su hija Mical, y David se convirtió en su yerno. Pero al ver Saúl que el Señor ayudaba a David, y que su hija Mical lo amaba

1 Samuel 18:20-28 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Pero Mical, la otra hija de Saúl, estaba enamorada de David. Y cuando se lo dijeron a Saúl, le agradó saberlo, pues pensó dársela a David como esposa para que ella lo hiciera caer en manos de los filisteos. Entonces le dijo a David por segunda vez: —Ahora sí vas a ser mi yerno. Después Saúl ordenó a sus servidores: —Hablen ustedes en privado con David y díganle que yo, el rey, lo quiero mucho, y que todos mis servidores lo estiman, y que él debe ser mi yerno. Los servidores de Saúl fueron a decirle todo esto a David, pero David les contestó: —¿Y creen ustedes que llegar a ser yerno del rey es tan fácil para alguien pobre e insignificante como yo? Los servidores de Saúl fueron y le contaron a este lo que David había dicho. Entonces Saúl, con la intención de que David cayera en manos de los filisteos, les contestó: —Díganle a David que en lugar de la compensación que se acostumbra dar por la esposa, yo, el rey, prefiero que me entregue cien prepucios de filisteos, para vengarme de mis enemigos. Los servidores de Saúl le comunicaron estas noticias a David, y David consideró apropiada la oportunidad de llegar a ser yerno del rey. Antes de que el plazo se cumpliera, David tomó a sus hombres, y fue y mató a doscientos filisteos; luego llevó los prepucios de estos al rey, y se los entregó para poder ser su yerno. Entonces Saúl le concedió a su hija Mical por esposa. Pero al ver y comprobar Saúl que el Señor ayudaba a David y que su hija Mical lo amaba