1 Samuel 24:1-7
1 Samuel 24:1-7 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Cuando Saúl regresó de perseguir a los filisteos, le informaron que David estaba en el desierto de Engadi. Entonces Saúl tomó consigo tres mil hombres escogidos de todo Israel y se fue por los Peñascos de las Cabras, en busca de David y de sus hombres. Por el camino, llegó a un corral de ovejas; y como había una cueva en el lugar, entró allí para hacer sus necesidades. David estaba escondido en el fondo de la cueva con sus hombres y estos dijeron: —En verdad, hoy se cumple la promesa que te hizo el SEÑOR cuando te dijo: “Yo pondré a tu enemigo en tus manos, para que hagas con él lo que mejor te parezca”. David se levantó sin hacer ruido y cortó el borde del manto de Saúl. Pero le remordió la conciencia por lo que había hecho y dijo a sus hombres: —¡Que el SEÑOR me libre de hacerle al rey lo que ustedes sugieren! No puedo alzar la mano contra él, porque es el ungido del SEÑOR. De este modo David contuvo a sus hombres y no les permitió que atacaran a Saúl. Pero una vez que este salió de la cueva para proseguir su camino
1 Samuel 24:1-7 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1 (2) Cuando Saúl dejó de perseguir a los filisteos, le dijeron: «David está en el desierto de En-gadi». 2 (3) Saúl tomó entonces a los tres mil mejores soldados de su ejército, y se fue al lugar conocido como Cerro de las cabras monteses, para buscar a David. 3 (4) Llegó a un lugar donde había una cueva. Allí los pastores acostumbraban encerrar sus ovejas, y allí también estaban escondidos David y su gente. Saúl entró en la cueva para hacer sus necesidades. 4-7 (5-8) Entonces los hombres de David le dijeron
1 Samuel 24:1-7 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Cuando Saúl volvió de luchar contra los filisteos, le dijeron que David se encontraba en el desierto de Engadí. Entonces tomó a tres mil de sus mejores soldados y se fue tras David y sus hombres. Subió por los peñascos de las cabras monteses, y cuando llegó a un redil de ovejas, donde había una cueva, se metió allí para cubrirse los pies; ¡y David y sus hombres estaban escondidos en un rincón! Entonces le dijeron a David: «Este día el Señor cumple su promesa, cuando te dijo: “Tu enemigo está en tus manos. Haz con él lo que te parezca mejor.”» Enseguida, David se levantó y sigilosamente cortó el borde del manto de Saúl. Después de haber cortado el manto del rey, David se sintió muy mal y les dijo a sus hombres: «Que el Señor me libre de hacerle daño a mi señor. ¡Él es el ungido del Señor! ¡No puedo extender mi mano contra él!» Con estas palabras David reprendió a sus hombres, y no les permitió hacerle ningún daño al rey. Y cuando Saúl salió de la cueva, siguió su camino.
1 Samuel 24:1-7 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (2) Y cuando regresó Saúl de perseguir a los filisteos, le dieron la noticia de que David estaba en el desierto de En-gadi. 2 (3) Entonces Saúl escogió a tres mil hombres de todo Israel y fue a buscar a David y sus hombres por las peñas más escarpadas. 3 (4) En su camino llegó a unos rediles de ovejas, cerca de los cuales había una cueva en la que estaban escondidos David y sus hombres. Saúl se metió en ella para hacer sus necesidades, 4 (5) y los hombres de David le dijeron a este: —Hoy se cumple la promesa que te hizo el Señor de que pondría en tus manos a tu enemigo. Haz con él lo que mejor te parezca. Entonces David se levantó, y con mucha precaución cortó un pedazo de la capa de Saúl; 5 (6) pero después de hacerlo le remordió la conciencia, 6 (7) y les dijo a sus hombres: —¡El Señor me libre de alzar mi mano contra mi señor el rey! ¡Si él es rey, es porque el Señor lo ha escogido! 7 (8) De este modo refrenó David a sus hombres y no les permitió atacar a Saúl, el cual salió de la cueva y siguió su camino.
1 Samuel 24:1-7 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Cuando Saúl volvió de perseguir a los filisteos, le dieron aviso, diciendo: He aquí David está en el desierto de En-gadi. Y tomando Saúl tres mil hombres escogidos de todo Israel, fue en busca de David y de sus hombres, por las cumbres de los peñascos de las cabras monteses. Y cuando llegó a un redil de ovejas en el camino, donde había una cueva, entró Saúl en ella para cubrir sus pies; y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva. Entonces los hombres de David le dijeron: He aquí el día de que te dijo Jehová: He aquí que entrego a tu enemigo en tu mano, y harás con él como te pareciere. Y se levantó David, y calladamente cortó la orilla del manto de Saúl. Después de esto se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de Saúl. Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová. Así reprimió David a sus hombres con palabras, y no les permitió que se levantasen contra Saúl. Y Saúl, saliendo de la cueva, siguió su camino.
1 Samuel 24:1-7 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y aconteció que cuando Saúl volvió de perseguir a los filisteos, le dieron aviso, diciendo: He aquí, David está en el desierto de En-gadi. Entonces Saúl tomó de todo Israel tres mil hombres escogidos, y fue en busca de David y de sus hombres por los peñascos de las cabras monteses. Llegó a unos rediles de ovejas en el camino, donde había una cueva, y Saúl entró en ella para hacer sus necesidades. Y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva. Y los hombres de David le dijeron: Mira, este es el día del que te habló el SEÑOR: «He aquí, voy a entregar a tu enemigo en tu mano, y harás con él como bien te parezca». Entonces David se levantó y cortó a escondidas la orilla del manto de Saúl. Aconteció después de esto que la conciencia de David le remordía, porque había cortado la orilla del manto de Saúl. Y dijo a sus hombres: El SEÑOR me guarde de hacer tal cosa contra mi rey, el ungido del SEÑOR, de extender contra él mi mano, porque es el ungido del SEÑOR. David contuvo a sus hombres con estas palabras y no les permitió que se levantaran contra Saúl. Y Saúl se levantó, salió de la cueva, y siguió su camino.
1 Samuel 24:1-7 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Después de que Saúl regresó de pelear contra los filisteos, se le informó que David se había ido al desierto de En-gadi. Entonces Saúl escogió a tres mil soldados selectos de todo Israel y fue en busca de David y de sus hombres cerca de los peñascos de las cabras salvajes. En el lugar donde el camino pasaba por algunos rediles, Saúl entró en una cueva para hacer sus necesidades. ¡Pero resultó que David y sus hombres estaban escondidos más adentro de esa misma cueva! «¡Ahora es tu oportunidad! —los hombres le susurraron a David—. Hoy el SEÑOR te dice: “Te aseguro que pondré a tu enemigo en tu poder, para que hagas con él lo que desees”». Entonces David se le acercó sigilosamente y cortó un pedazo del borde del manto de Saúl. Pero comenzó a remorderle la conciencia por haber cortado el manto de Saúl, y les dijo a sus hombres: «Que el SEÑOR me libre de hacerle tal cosa a mi señor el rey. No debo atacar al ungido del SEÑOR, porque el SEÑOR mismo lo ha elegido». Entonces David contuvo a sus hombres y no les permitió que mataran a Saúl. Después de que Saúl saliera de la cueva para seguir su camino