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2 Timoteo 2:7-19

2 Timoteo 2:7-19 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Reflexiona en lo que te digo y el Señor te dará una mayor comprensión de todo esto. No dejes de recordar a Jesucristo, descendiente de David, levantado de entre los muertos. Este es mi evangelio, por el que sufro al extremo de llevar cadenas como un criminal. Pero la palabra de Dios no está encadenada. Así que todo lo soporto por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la gloriosa y eterna salvación que tenemos en Cristo Jesús. Este mensaje es digno de crédito: Si morimos con él, también viviremos con él; si resistimos, también reinaremos con él. Si lo negamos, también él nos negará; si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo. No dejes de recordarles esto. Adviérteles delante de Dios que eviten las discusiones inútiles, pues no sirven nada más que para destruir a los oyentes. Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad. Evita las discusiones profanas, porque los que se dan a ellas se alejan cada vez más de la vida piadosa, y sus palabras se extienden como gangrena. Entre ellos están Himeneo y Fileto, que se han desviado de la verdad. Andan diciendo que la resurrección ya tuvo lugar y así trastornan la fe de algunos. A pesar de todo, el fundamento de Dios es sólido y se mantiene firme, pues está sellado con esta inscripción: «El Señor conoce a los suyos», y esta otra: «Que se aparte de la maldad todo el que invoca el nombre del Señor».

2 Timoteo 2:7-19 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Piensa en estas cosas, y el Señor Jesucristo te ayudará a entenderlo todo. ¡Acuérdate de Jesucristo! Según la buena noticia que yo enseño, Jesús era de la familia del rey David; y aun cuando murió, resucitó. Por anunciar esa buena noticia sufro mucho y estoy en la cárcel; me tienen encadenado, como si fuera yo un criminal. Pero el mensaje de Dios no está encadenado. Por esa razón soporto toda clase de sufrimientos, para que los que Dios ha elegido se salven y reciban la vida eterna que Cristo ofrece junto a Dios. Esto es verdad: Si morimos por Cristo, también viviremos con él. Si soportamos los sufrimientos, compartiremos su reinado. Si decimos que no lo conocemos, también él dirá que no nos conoce. Y aunque no seamos fieles, Cristo permanece fiel; porque él jamás rompe su promesa. No dejes que nadie olvide estas cosas. Pon a Dios como testigo, y advierte a los miembros de la iglesia que no deben seguir discutiendo. Esas discusiones no ayudan a nadie, y dañan a quienes las oyen. Haz todo lo posible por ganarte la aprobación de Dios. Así, Dios te aprobará como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, y que enseña correctamente el mensaje verdadero. No prestes atención a las discusiones de los que no creen en Dios, pues eso no sirve de nada. Los que así discuten, van de mal en peor, y sus malas enseñanzas se van extendiendo, como el cáncer. Así también lo han hecho Himeneo y Fileto. Ellos afirman que ya hemos resucitado, pero eso no es verdad, y lo único que logran es confundir a los creyentes. Pero podemos estar seguros de lo que hemos creído. Porque lo que Dios nos ha enseñado es como la sólida base de un edificio, en donde está escrito lo siguiente: «Dios sabe quiénes son suyos», y también: «Que todos los que adoran a Dios dejen de hacer el mal.»

2 Timoteo 2:7-19 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Piensa en esto que digo, porque el Señor te lo hará comprender todo. Acuérdate de Jesucristo, que resucitó y que era descendiente del rey David, según el evangelio que yo anuncio. Y por causa del evangelio soporto sufrimientos, incluso el estar encadenado como un criminal; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo soporto todo en bien de los que Dios ha escogido, para que también ellos alcancen la salvación y la gloria eterna en Cristo Jesús. Esto es muy cierto: Si hemos muerto con él, también viviremos con él; si sufrimos con valor, tendremos parte en su reino; si le negamos, también él nos negará; si no somos fieles, él sigue siendo fiel, porque no puede negarse a sí mismo. Recuerda a los otros y recomiéndales delante de Dios que hay que evitar las discusiones. No sirven para nada. Lo que hacen es perjudicar a quienes las escuchan. Haz todo lo posible por presentarte delante de Dios como un hombre de valor comprobado, como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, que enseña debidamente el mensaje de la verdad. Evita palabrerías mundanas y vacías, porque los que hablan así, se hunden cada vez más en la maldad y su enseñanza se extiende como un cáncer. Esto es lo que sucede con Himeneo y Fileto, que se han desviado de la verdad diciendo que nuestra resurrección ya ha tenido lugar, y andan trastornando de esa manera la fe de algunos. Pero Dios ha puesto una base que permanece firme, en la cual está escrito: «El Señor conoce a los que le pertenecen», y «Todos los que invocan el nombre del Señor han de apartarse de la maldad.»

2 Timoteo 2:7-19 La Biblia de las Américas (LBLA)

Considera lo que digo, pues el Señor te dará entendimiento en todo. Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, descendiente de David, conforme a mi evangelio; por el cual sufro penalidades, hasta el encarcelamiento como un malhechor; pero la palabra de Dios no está presa. Por tanto, todo lo soporto por amor a los escogidos, para que también ellos obtengan la salvación que está en Cristo Jesús, y con ella gloria eterna. Palabra fiel es esta: Que si morimos con Él, también viviremos con Él; si perseveramos, también reinaremos con Él; si le negamos, Él también nos negará; si somos infieles, Él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo. Recuérdales esto, encargándoles solemnemente en la presencia de Dios, que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha y lleva a los oyentes a la ruina. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad. Evita las palabrerías vacías y profanas, porque los dados a ellas, conducirán más y más a la impiedad, y su palabra se extenderá como gangrena; entre los cuales están Himeneo y Fileto, que se han desviado de la verdad diciendo que la resurrección ya tuvo lugar, trastornando así la fe de algunos. No obstante, el sólido fundamento de Dios permanece firme, teniendo este sello: El Señor conoce a los que son suyos, y: Que se aparte de la iniquidad todo aquel que menciona el nombre del Señor.

2 Timoteo 2:7-19 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Piensa en lo que te digo. El Señor te ayudará a entender todas estas cosas. Siempre recuerda que Jesucristo, descendiente del rey David, fue levantado de los muertos; esta es la Buena Noticia que yo predico. Debido a que predico esta Buena Noticia, sufro y estoy encadenado como un criminal; pero la palabra de Dios no puede ser encadenada. Por eso estoy dispuesto a soportar cualquier cosa si esta traerá salvación y gloria eterna en Cristo Jesús a los que Dios ha elegido. La siguiente declaración es digna de confianza: Si morimos con él, también viviremos con él. Si soportamos privaciones, reinaremos con él. Si lo negamos, él nos negará. Si somos infieles, él permanece fiel, pues él no puede negar quién es. Recuérdales estas cosas a todos y ordénales en presencia de Dios que dejen de pelearse por palabras. Esos altercados son inútiles y pueden destruir a los que los oyen. Esfuérzate para poder presentarte delante de Dios y recibir su aprobación. Sé un buen obrero, alguien que no tiene de qué avergonzarse y que explica correctamente la palabra de verdad. Evita las conversaciones inútiles y necias, que solo llevan a una conducta cada vez más mundana. Este tipo de conversaciones se extienden como el cáncer, así como en el caso de Himeneo y Fileto. Ellos han abandonado el camino de la verdad al afirmar que la resurrección de los muertos ya ocurrió; de esa manera, desviaron de la fe a algunas personas. Sin embargo, la verdad de Dios se mantiene firme como una piedra de cimiento con la siguiente inscripción: «El SEÑOR conoce a los que son suyos», y «Todos los que pertenecen al SEÑOR deben apartarse de la maldad».