Deuteronomio 1:34-46
Deuteronomio 1:34-46 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, y se enojó, y juró diciendo: No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación, la buena tierra que juré que había de dar a vuestros padres, excepto Caleb hijo de Jefone; él la verá, y a él le daré la tierra que pisó, y a sus hijos; porque ha seguido fielmente a Jehová. También contra mí se airó Jehová por vosotros, y me dijo: Tampoco tú entrarás allá. Josué hijo de Nun, el cual te sirve, él entrará allá; anímale, porque él la hará heredar a Israel. Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la heredarán. Pero vosotros volveos e id al desierto, camino del Mar Rojo. Entonces respondisteis y me dijisteis: Hemos pecado contra Jehová; nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que Jehová nuestro Dios nos ha mandado. Y os armasteis cada uno con sus armas de guerra, y os preparasteis para subir al monte. Y Jehová me dijo: Diles: No subáis, ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros enemigos. Y os hablé, y no disteis oído; antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, y persistiendo con altivez subisteis al monte. Pero salió a vuestro encuentro el amorreo, que habitaba en aquel monte, y os persiguieron como hacen las avispas, y os derrotaron en Seir, hasta Horma. Y volvisteis y llorasteis delante de Jehová, pero Jehová no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído. Y estuvisteis en Cades por muchos días, los días que habéis estado allí.
Deuteronomio 1:34-46 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»Cuando el SEÑOR oyó que se quejaban, se enojó mucho y entonces juró solemnemente: “Ninguno de esta generación perversa vivirá para ver la buena tierra que juré dar a sus antepasados, excepto Caleb, el hijo de Jefone. Él verá la tierra porque siguió al SEÑOR en todo. Les daré a él y a sus descendientes parte de esa misma tierra que exploró durante su misión”. »Además, el SEÑOR se enojó conmigo por culpa de ustedes. Me dijo: “Moisés, ¡tú tampoco entrarás en la Tierra Prometida! En cambio, será tu ayudante Josué, hijo de Nun, quien guiará al pueblo hasta llegar a la tierra. Anímalo, porque él irá al frente cuando los israelitas tomen posesión de ella. Daré la tierra a los pequeños del pueblo, a los niños inocentes. Ustedes tenían miedo de que los pequeños fueran capturados, pero serán ellos los que entrarán a poseerla. En cuanto a ustedes, den la vuelta y regresen por el desierto hacia el mar Rojo”. »Luego ustedes confesaron: “¡Hemos pecado contra el SEÑOR! Ahora iremos y pelearemos por la tierra como el SEÑOR nuestro Dios nos lo ordenó”. Entonces los hombres tomaron sus armas porque pensaron que sería fácil atacar la zona montañosa. »Pero el SEÑOR me encargó que les dijera: “No ataquen, porque yo no estoy con ustedes. Si insisten en ir solos, serán aplastados por sus enemigos”. »Eso fue lo que les dije, pero ustedes no quisieron escuchar. En cambio, se rebelaron otra vez contra la orden del SEÑOR y marcharon con arrogancia a la zona montañosa para pelear. Entonces los amorreos que vivían allí salieron a atacarlos como un enjambre de abejas. Los persiguieron y los vencieron por todo el camino desde Seir hasta Horma. Luego ustedes regresaron y lloraron ante el SEÑOR, pero él se negó a escucharlos. Por eso se quedaron en Cades por mucho tiempo.
Deuteronomio 1:34-46 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Cuando el SEÑOR oyó lo que ustedes dijeron, se enojó e hizo este juramento: «Ni un solo hombre de esta generación perversa verá la buena tierra que juré dar a sus antepasados. Solo la verá Caleb, hijo de Jefone. A él y a sus descendientes daré la tierra que han tocado sus pies, porque fue fiel al SEÑOR». Por causa de ustedes el SEÑOR se enojó también conmigo y me dijo: «Tampoco tú entrarás en esa tierra. Quien sí entrará es tu asistente Josué, hijo de Nun. Infúndele ánimo, pues él hará que Israel posea la tierra. En cuanto a sus hijos pequeños, que todavía no saben distinguir entre el bien y el mal, y de quienes ustedes pensaron que servirían de botín, ellos sí entrarán en la tierra y la poseerán, porque yo se la he dado. Y ahora, ¡regresen al desierto! Sigan la ruta del mar Rojo». Ustedes me respondieron: «Hemos pecado contra el SEÑOR. Pero iremos y pelearemos, como el SEÑOR nuestro Dios nos lo ha ordenado». Así que cada uno de ustedes se equipó para la guerra, pensando que era fácil subir a la región montañosa. Pero el SEÑOR me dijo: «Diles que no suban ni peleen, porque yo no estaré con ellos. Si insisten, los derrotarán sus enemigos». Yo les di la información, pero ustedes no obedecieron. Se rebelaron contra la orden del SEÑOR y temerariamente subieron a la región montañosa. Los amorreos que vivían en aquellas montañas salieron a su encuentro, los persiguieron como abejas desde Seír hasta Jormá y los vencieron por completo. Entonces ustedes regresaron y lloraron ante el SEÑOR, pero él no prestó atención a su lamento ni les hizo caso. Por eso ustedes tuvieron que permanecer en Cades tanto tiempo.
Deuteronomio 1:34-46 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Cuando Dios escuchó sus quejas, se enojó, pues ustedes son gente muy mala. Por eso juró que no disfrutarían de la tierra que había prometido a sus antepasados. Y como Caleb fue el único obediente, Dios dijo que él sería el único que disfrutaría de ella. Por eso también sus descendientes recibirían toda la tierra que tocaran con la planta de sus pies. »Por culpa de ustedes, Dios se enojó conmigo y me dijo: “Tampoco tú entrarás a esta tierra. Será Josué quien guiará al pueblo y les entregará la tierra a los israelitas. Él es tu ayudante, así que anímalo”. »Dios también me dijo: “Los israelitas pensaron que el enemigo les quitaría a sus niños y a sus esposas. Sin embargo, serán sus hijos los que entrarán a la tierra y se harán dueños de ella, aun cuando ahora son apenas unos niños. Diles eso a los israelitas, y diles además que regresen al desierto, por el camino que lleva al Mar de los Juncos”. »Yo les comuniqué todo esto, y ustedes reconocieron que habían pecado contra Dios. Entonces decidieron salir a conquistar la tierra, tal como Dios les había ordenado. Tomaron sus armas, confiados en que les sería fácil subir las montañas; pero Dios me pidió advertirles que serían derrotados, pues él no les daría la victoria. »Sin embargo, ustedes se sintieron muy valientes y no hicieron caso de la orden de Dios. Subieron a las montañas para pelear contra los amorreos, pero ellos les hicieron frente y los derrotaron. ¡Como si fueran avispas, los persiguieron por todo Seír y hasta Hormá! Luego, al regresar, ustedes lloraron y se quejaron ante Dios, pero él no les hizo caso, y ustedes tuvieron que quedarse a vivir en Cadés por mucho tiempo más.
Deuteronomio 1:34-46 Reina Valera Contemporánea (RVC)
»Cuando el Señor oyó lo que ustedes dijeron, se enojó y, con un juramento, dijo: “Ninguno de estos verá la buena tierra que prometí a sus padres que les daría. ¡Son una generación malvada! Solo la verá Caleb hijo de Yefune. A él y a sus hijos les daré la tierra que él pisó, porque me ha seguido fielmente.” »También por culpa de ustedes el Señor se enojó contra mí, y me dijo: “Tampoco tú entrarás allá. Quien entrará será Josué hijo de Nun, el cual te sirve. Anímalo, porque él le dará a Israel posesión de la tierra. También entrarán allá sus hijos, esos niños que no saben hoy lo que es bueno ni lo que es malo, y de los cuales dijeron que servirían de botín de guerra. A ellos y a sus hijos les daré la tierra. Ellos serán quienes la reciban en propiedad. En cuanto a ustedes, den la vuelta y diríjanse al desierto, en dirección al Mar Rojo.” »Ustedes respondieron, y me dijeron: “Hemos pecado contra el Señor. Pero iremos y pelearemos, tal y como el Señor nuestro Dios nos lo ha ordenado.” Y cada uno de ustedes tomó sus armas y se preparó para subir al monte. Entonces el Señor me dijo: “Diles que no suban ni peleen, porque yo no estoy con ellos. De lo contrario, serán derrotados por sus enemigos.” Y yo hablé con ustedes, pero ustedes no me hicieron caso. Al contrario, fueron rebeldes al mandato del Señor y con gran arrogancia subieron al monte. Pero los amorreos, que habitaban en aquel monte, salieron a su encuentro y los persiguieron como avispas hasta Jormá, y los derrotaron en Seír. Entonces ustedes volvieron y lloraron delante del Señor, pero el Señor no escuchó su voz, ni les hizo caso. Fue así como ustedes estuvieron en Cadés muchos días, es decir, todo el tiempo que han estado allí.
Deuteronomio 1:34-46 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
»Cuando el Señor oyó las murmuraciones de ustedes, se enojó mucho e hizo este juramento: “Ni una sola persona de esta mala generación verá la buena tierra que prometí dar a sus antepasados. Haré una excepción con Caleb, hijo de Jefuné; él sí la verá, y a él y a sus descendientes les daré la tierra donde pongan el pie, por haber seguido con toda fidelidad al Señor.” »Y por culpa de ustedes, el Señor se enojó conmigo y me dijo: “Tampoco tú entrarás en esa tierra. En tu lugar entrará tu ayudante Josué, hijo de Nun. Anímalo, pues él será quien entregue el país a Israel. Y aunque ustedes creyeron que el enemigo les arrebataría a sus mujeres y niños, serán esos niños, que todavía no tienen uso de razón, los que entrarán en el país; yo se lo daré a ellos en propiedad. En cuanto a ustedes, ¡vuelvan al desierto!, ¡vayan de nuevo al Mar Rojo!” »Entonces ustedes me contestaron: “Hemos pecado contra el Señor, pero ahora iremos y lucharemos tal como el Señor nuestro Dios nos lo ha ordenado.” Y tomaron ustedes sus armas, creyendo que era muy fácil subir al monte. Pero el Señor me dijo que les advirtiera: “No vayan a pelear; no se expongan a que sus enemigos los derroten, pues yo no estoy con ustedes.” »Yo les hice esa advertencia, pero ustedes no me hicieron caso, sino que se rebelaron contra la orden del Señor, y con aires de grandeza subieron a la región montañosa. Entonces los amorreos, que vivían en aquellos montes, salieron al encuentro de ustedes y, como avispas, los persiguieron y los derrotaron en Seír y hasta Hormá. Cuando ustedes regresaron, lloraron ante el Señor, pero él no escuchó sus lamentos. Por eso tuvieron ustedes que quedarse a vivir tanto tiempo en la región de Cadés.
Deuteronomio 1:34-46 La Biblia de las Américas (LBLA)
Entonces oyó el SEÑOR la voz de vuestras palabras, y se enojó y juró, diciendo: «Ninguno de estos hombres, esta generación perversa, verá la buena tierra que juré dar a vuestros padres, excepto Caleb, hijo de Jefone; él la verá, y a él y a sus hijos daré la tierra que ha pisado, pues él ha seguido fielmente al SEÑOR». El SEÑOR se enojó también contra mí por causa vuestra, diciendo: «Tampoco tú entrarás allá. Josué, hijo de Nun, que está delante de ti, él entrará allá; anímale, porque él hará que Israel la posea. Y vuestros pequeños, que dijisteis que vendrían a ser presa, y vuestros hijos, que hoy no tienen conocimiento del bien ni del mal, entrarán allá, y a ellos yo la daré, y ellos la poseerán. Pero vosotros, volveos y partid hacia el desierto por el camino del mar Rojo». Entonces respondisteis y me dijisteis: «Hemos pecado contra el SEÑOR; nosotros subiremos y pelearemos tal como el SEÑOR nuestro Dios nos ha mandado». Y cada uno de vosotros se ciñó sus armas de guerra, y pensasteis que era fácil subir a la región montañosa. Pero el SEÑOR me dijo: «Diles: “No subáis, ni peleéis, pues yo no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros enemigos” ». Y os hablé, pero no quisisteis escuchar. Al contrario, os rebelasteis contra el mandamiento del SEÑOR, y obrasteis con presunción, y subisteis a la región montañosa. Y los amorreos que moraban en aquella región montañosa salieron contra vosotros, y os persiguieron como lo hacen las abejas, y os derrotaron desde Seir hasta Horma. Entonces volvisteis y llorasteis delante del SEÑOR, pero el SEÑOR no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído. Por eso permanecisteis en Cades muchos días, los días que pasasteis allí.