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Deuteronomio 11:13-32

Deuteronomio 11:13-32 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Si ustedes obedecen fielmente los mandamientos que hoy les doy, si aman al SEÑOR su Dios y le sirven con todo el corazón y con toda el alma, entonces yo enviaré la lluvia oportuna sobre su tierra, en otoño y en primavera, para que obtengan el trigo, el vino nuevo y el aceite. También haré que crezca hierba en los campos para su ganado, y ustedes comerán y quedarán satisfechos. ¡Cuidado! No se dejen seducir. No se descarríen ni adoren a otros dioses, ni se postren ante ellos, porque entonces se encenderá la ira del SEÑOR contra ustedes y cerrará los cielos para que no llueva; el suelo no dará sus frutos y pronto ustedes desaparecerán de la buena tierra que les da el SEÑOR. Grábense estas palabras en el corazón y en la mente, átenlas en sus manos como un signo y llévenlas en su frente como una marca. Enséñenselas a sus hijos y háblenles de ellas cuando estén en su casa y cuando vayan por el camino, cuando se acuesten y cuando se levanten; escríbanlas en los postes de su casa y en los portones de sus ciudades. Así, mientras existan los cielos sobre la tierra, ustedes y sus descendientes prolongarán su vida sobre la tierra que el SEÑOR juró dar a sus antepasados. Si ustedes obedecen todos estos mandamientos que les doy y aman al SEÑOR su Dios, siguen por todos sus caminos y le son fieles, entonces el SEÑOR expulsará de su territorio a todas esas naciones. Así podrán conquistarlas, aunque sean más grandes y fuertes que ustedes. Todo lugar que toquen sus pies será de ustedes; su territorio se extenderá desde el desierto hasta el monte Líbano y desde el río Éufrates hasta el mar Mediterráneo. Nadie podrá hacerles frente. Por dondequiera que vayan, el SEÑOR su Dios hará que todo el mundo sienta miedo y terror ante ustedes, como les ha prometido. Miren, hoy les doy a elegir entre la bendición y la maldición: bendición, si obedecen los mandamientos que yo, el SEÑOR su Dios, hoy les mando obedecer; maldición, si desobedecen los mandamientos del SEÑOR su Dios y se apartan del camino que hoy les mando seguir, y se van tras dioses extraños que jamás han conocido. Cuando el SEÑOR su Dios los haya hecho entrar en la tierra que van a poseer, ustedes bendecirán al monte Guerizín y maldecirán al monte Ebal. Esos montes están al otro lado del Jordán, hacia el oeste, en el territorio de los cananeos que viven en el Arabá, en la vecindad de Guilgal, junto a las encinas de Moré. Ustedes están a punto de cruzar el Jordán y entrar a tomar posesión de la tierra que les da el SEÑOR su Dios. Cuando la hayan tomado y ya estén viviendo allí, cuiden de obedecer todos los estatutos y las leyes que hoy les mando.

Deuteronomio 11:13-32 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

»Por lo tanto, si obedecen los mandamientos que hoy les he dado, y aman y adoran a Dios con todo lo que piensan y con todo su ser, Dios les enviará sin falta la lluvia de otoño y de primavera. Así cosecharán ustedes su propio trigo, y no les faltarán el vino ni el aceite; tendrán abundancia de alimentos, y a su ganado no le faltarán pastos. »Pero no se dejen engañar. Si adoran a otros dioses, y desprecian a nuestro Dios, él se enojará y no les enviará lluvia. Entonces no tendrán cosechas, y pronto morirán de hambre en esa buena tierra que Dios les va a dar. »Apréndanse de memoria estas enseñanzas, y mediten en ellas; escríbanlas de tal modo que puedan atarlas a sus brazos o colgarlas sobre su frente, para que en todo momento puedan recordarlas. Escríbanlas también en las puertas de su casa y en los portones de sus ciudades. Enséñenselas a sus hijos en todo momento y lugar, y así ustedes y ellos vivirán largos años en esta tierra que Dios les ha prometido. ¡Vivirán allí mientras el cielo exista! »Si obedecen siempre los mandamientos que hoy les doy, y si aman a su Dios y le son fieles, Dios expulsará de ese territorio a los pueblos que ahora viven allí. Ustedes derrotarán a naciones grandes y poderosas. De norte a sur, y de este a oeste, nadie podrá quitarles el territorio que conquisten. Nunca nadie podrá derrotarlos, porque su Dios hará que todas las naciones tiemblen de miedo ante ustedes. Dios así lo ha prometido. »Hoy mismo deben elegir si quieren que les vaya bien, o si quieren que les vaya mal. Si obedecen los mandamientos que hoy les da su Dios, les irá bien; pero si los desobedecen y, por adorar a otros dioses, dejan de hacer todo lo que hoy les he enseñado, les irá mal. »Cuando Dios ya les haya permitido conquistar la tierra, deberán ir al monte Guerizim para pronunciar allí las bendiciones que recibirán, si son obedientes. Luego irán al monte Ebal, y allí pronunciarán las maldiciones que recibirán, si son desobedientes. Estos dos montes están al oeste del río Jordán, frente a Guilgal y junto a los árboles de Moré, en el valle donde habitan los cananeos. »Ustedes ya están por conquistar el territorio al otro lado del río Jordán, pues Dios se lo va a entregar. Cuando ya lo hayan ocupado, deberán obedecer todas las leyes que hoy les he dado».

Deuteronomio 11:13-32 Reina Valera Contemporánea (RVC)

»Si ustedes obedecen con todo cuidado los mandamientos que hoy les mando cumplir, y si aman al Señor su Dios y le sirven con todo su corazón y con toda su alma, yo enviaré a su tierra la lluvia a su tiempo, tanto la lluvia temprana como la tardía, y ustedes cosecharán su grano, su vino y su aceite. Haré también que en tus campos crezca hierba para tus ganados, y comerás y quedarás satisfecho. Tengan cuidado de que su corazón no se envanezca, y ustedes se aparten y sirvan a dioses ajenos, y se inclinen ante ellos, porque el furor del Señor se encenderá contra ustedes, y cerrará los cielos para que no llueva, y la tierra no dará su fruto, y pronto ustedes desaparecerán de la buena tierra que el Señor les da. »Lleven estas palabras mías en su corazón y en su alma. Átenlas como señal en su mano, y llévenlas como frontales en medio de sus ojos. Enséñenselas a sus hijos, y hablen de ellas cuando te encuentres descansando en tu casa, y cuando vayas por el camino, y cuando te acuestes, y cuando te levantes. Inscríbelas en los postes de tu casa, y en tus puertas, para que en la tierra que el Señor juró dar a sus padres sean los días de ustedes, y los de sus hijos, tan numerosos como los días de los cielos sobre la tierra. »Si ustedes cumplen con mucho cuidado todos estos mandamientos que yo les mando cumplir, y si aman al Señor su Dios, y van por todos sus caminos, y lo siguen, el Señor por su parte arrojará de la presencia de ustedes a todas estas naciones, para que despojen a naciones más grandes y más poderosas que ustedes. Todo lugar donde planten su pie será de ustedes, y su territorio se extenderá del desierto hasta el Líbano y del río Éufrates hasta el mar occidental. Nadie podrá enfrentarse a ustedes, porque el Señor su Dios infundirá miedo y temor de ustedes en toda la tierra que pisen, tal y como él lo ha dicho. »Dense cuenta de que hoy pongo ante ustedes la bendición y la maldición. La bendición, si ustedes atienden a los mandamientos que yo, el Señor su Dios, hoy les mando cumplir. La maldición, si no atienden a los mandamientos que yo, el Señor su Dios, hoy les mando cumplir, y se apartan del camino para ir tras dioses ajenos que nunca antes conocieron. Cuando el Señor tu Dios te haya introducido en la tierra de la cual vas a tomar posesión, pondrás la bendición sobre el monte Guerizín, y la maldición sobre el monte Ebal. Estos montes están al otro lado del Jordán, tras el camino del occidente, en el Arabá, frente a Gilgal, junto al encinar de More, ya en territorio cananeo. Ustedes van a cruzar el Jordán para tomar posesión de la tierra que el Señor su Dios les da. Tomen posesión de ella, y habítenla, siempre teniendo cuidado de cumplir todos los estatutos y decretos que hoy he expuesto ante ustedes.

Deuteronomio 11:13-32 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

»Si ustedes cumplen los mandamientos que les he dado en este día, y aman al Señor su Dios, y lo adoran con todo su corazón y con toda su alma, él hará que vengan a su tiempo las lluvias de otoño y las de primavera, para que ustedes cosechen su trigo y tengan vino y aceite. También hará que crezca hierba en el campo para el ganado de ustedes, y que ustedes tengan comida en abundancia. Pero tengan cuidado de no dejarse engañar; no se aparten del Señor por rendir culto a otros dioses; no se inclinen ante ellos, porque el Señor se enojará contra ustedes y no les enviará lluvia; entonces la tierra no dará sus frutos, y muy pronto ustedes morirán en esa buena tierra que el Señor les va a dar. »Grábense estas palabras en la mente y en el pensamiento; átenlas como señales en sus manos y en su frente. Instruyan a sus hijos hablándoles de ellas tanto en la casa como en el camino, y cuando se acuesten y cuando se levanten. Escríbanlas en los postes y en las puertas de su casa, para que su vida y la de sus hijos en la tierra que el Señor prometió dar a sus antepasados sea tan larga como la existencia del cielo sobre la tierra. »Si cumplen fielmente todos estos mandamientos que hoy les ordeno poner en práctica, y si aman al Señor su Dios y lo siguen fielmente en todos sus caminos, el Señor arrojará de la presencia de ustedes a todas esas naciones, y ustedes conquistarán a pueblos más numerosos y fuertes. Donde ustedes planten el pie, allí se quedarán. Sus fronteras se extenderán desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río Éufrates hasta el mar Mediterráneo. Nadie podrá hacerles frente. El Señor su Dios hará cundir el pánico y el terror por dondequiera que ustedes pasen, tal como se lo ha prometido. »En este día les doy a elegir entre bendición y maldición. Bendición, si obedecen los mandamientos del Señor su Dios, que hoy les he ordenado. Maldición, si por seguir a dioses desconocidos, desobedecen los mandamientos del Señor su Dios y se apartan del camino que hoy les he ordenado. »Cuando el Señor su Dios los haya hecho entrar en el país que van a conquistar, pondrán la bendición en el monte Guerizim, y la maldición en el monte Ebal. Estos montes están al otro lado del Jordán, en dirección de la ruta occidental, en la tierra de los cananeos que viven en la llanura, frente a Guilgal y junto a las encinas de Moré. Ustedes están a punto de cruzar el Jordán y conquistar el país que el Señor su Dios les va a dar. Cuando ya lo hayan conquistado y vivan en él, pongan en práctica todas las leyes y decretos que hoy les he entregado.

Deuteronomio 11:13-32 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás. Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos; y se encienda el furor de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra que os da Jehová. Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes, y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas; para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra. Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si amareis a Jehová vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él, Jehová también echará de delante de vosotros a todas estas naciones, y desposeeréis naciones grandes y más poderosas que vosotros. Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental será vuestro territorio. Nadie se sostendrá delante de vosotros; miedo y temor de vosotros pondrá Jehová vuestro Dios sobre toda la tierra que pisareis, como él os ha dicho. He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido. Y cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal, los cuales están al otro lado del Jordán, tras el camino del occidente en la tierra del cananeo, que habita en el Arabá frente a Gilgal, junto al encinar de More. Porque vosotros pasáis el Jordán para ir a poseer la tierra que os da Jehová vuestro Dios; y la tomaréis, y habitaréis en ella. Cuidaréis, pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de vosotros.

Deuteronomio 11:13-32 La Biblia de las Américas (LBLA)

Y sucederá que si obedecéis mis mandamientos que os ordeno hoy, de amar al SEÑOR vuestro Dios y de servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, El dará a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, lluvia temprana y lluvia tardía, para que recojas tu grano, tu mosto y tu aceite. Y Él dará hierba en tus campos para tu ganado, y comerás y te saciarás. Cuidaos, no sea que se engañe vuestro corazón y os desviéis y sirváis a otros dioses, y los adoréis. No sea que la ira del SEÑOR se encienda contra vosotros, y cierre los cielos y no haya lluvia y la tierra no produzca su fruto, y pronto perezcáis en la buena tierra que el SEÑOR os da. Grabad, pues, estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma; atadlas como una señal a vuestra mano, y serán por insignias entre vuestros ojos. Y enseñadlas a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Y escríbelas en los postes de tu casa y en tus puertas, para que tus días y los días de tus hijos sean multiplicados en la tierra que el SEÑOR juró dar a tus padres, por todo el tiempo que los cielos permanezcan sobre la tierra. Porque si guardáis cuidadosamente todo este mandamiento que os ordeno para cumplirlo, amando al SEÑOR vuestro Dios, andando en todos sus caminos y allegándoos a Él, entonces el SEÑOR expulsará de delante de vosotros a todas estas naciones, y vosotros desposeeréis a naciones más grandes y más poderosas que vosotros. Todo lugar donde pise la planta de vuestro pie será vuestro; vuestras fronteras serán desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río, el río Eufrates, hasta el mar occidental. Nadie os podrá hacer frente; el SEÑOR vuestro Dios infundirá, como Él os ha dicho, espanto y temor de vosotros en toda la tierra que pise vuestro pie. He aquí, hoy pongo delante de vosotros una bendición y una maldición: la bendición, si escucháis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios que os ordeno hoy; y la maldición, si no escucháis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios, sino que os apartáis del camino que os ordeno hoy, para seguir a otros dioses que no habéis conocido. Y acontecerá, que cuando el SEÑOR tu Dios te lleve a la tierra donde entras para poseerla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim y la maldición sobre el monte Ebal. ¿No están ellos al otro lado del Jordán, detrás del camino del poniente, en la tierra de los cananeos que habitan en el Arabá, frente a Gilgal, junto al encinar de More? Porque vais a pasar el Jordán para ir a poseer la tierra que el SEÑOR vuestro Dios os da, y la tomaréis y habitaréis en ella; y tendréis cuidado de cumplir todos los estatutos y decretos que hoy pongo delante de vosotros.

Deuteronomio 11:13-32 Nueva Traducción Viviente (NTV)

»Si obedeces cuidadosamente los mandatos que te entrego hoy y si amas al SEÑOR tu Dios y lo sirves con todo tu corazón y con toda tu alma, él mandará las lluvias propias de cada estación —las tempranas y las tardías—, para que puedas juntar las cosechas de granos, el vino nuevo y el aceite de oliva. Te dará buenos pastizales para que se alimenten tus animales, y tendrás todo lo que quieras comer. »Pero ten cuidado. No dejes que tu corazón sea engañado y entonces te alejes del SEÑOR y sirvas y rindas culto a otros dioses. Si haces eso, el enojo del SEÑOR arderá contra ti. Entonces cerrará el cielo y detendrá la lluvia, y la tierra dejará de producir sus cosechas, así que pronto morirás en esa buena tierra que el SEÑOR te da. »Por lo tanto, comprométete de todo corazón a cumplir estas palabras que te doy. Átalas a tus manos y llévalas sobre la frente para recordarlas. Enséñalas a tus hijos. Habla de ellas en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Escríbelas en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad para que, mientras el cielo esté sobre la tierra, tú y tus hijos prosperen en la tierra que el SEÑOR juró dar a tus antepasados. »Asegúrate de obedecer todos los mandatos que te entrego. Demuéstrale amor al SEÑOR tu Dios andando en sus caminos y aferrándote a él. Entonces el SEÑOR expulsará a todas esas naciones de tu paso y, aunque ellas son más grandes y más fuertes que tú, tomarás posesión de esa tierra. Todo lugar que pises con la planta de tus pies será tuyo. Tus fronteras se extenderán desde el desierto, en el sur, hasta el Líbano, en el norte, y desde el río Éufrates, al oriente, hasta el mar Mediterráneo, en el occidente. Dondequiera que vayas en la tierra, nadie podrá hacerte frente, porque el SEÑOR tu Dios hará que los habitantes te teman y se espanten, tal como lo prometió. »Escucha bien: ¡hoy te doy a elegir entre una bendición y una maldición! Recibirás bendición si obedeces los mandatos del SEÑOR tu Dios que te entrego hoy; pero recibirás maldición si rechazas los mandatos del SEÑOR tu Dios y te apartas de él y rindes culto a dioses que no conocías. »Cuando el SEÑOR tu Dios te lleve a la tierra y te ayude a tomar posesión de ella, pronunciarás la bendición en el monte Gerizim y la maldición en el monte Ebal. (Esos dos montes se encuentran al occidente del río Jordán, en la tierra de los cananeos que viven en el valle del Jordán, cerca de la ciudad de Gilgal, a poca distancia de los robles de More). Estás a punto de cruzar el río Jordán para tomar posesión de la tierra que el SEÑOR tu Dios te da. Una vez que la tomes y estés viviendo en ella, asegúrate de obedecer todos los decretos y las ordenanzas que te entrego hoy.