Deuteronomio 22:22-24
Deuteronomio 22:22-24 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Supongamos ahora que alguien llega a tener relaciones sexuales con la esposa de otro hombre. En tal caso, los dos deberán ser condenados a muerte. Así se acabará la maldad en Israel. »Supongamos que alguien encuentra a una mujer comprometida para casarse con otro hombre, y tiene relaciones sexuales con ella. Si el encuentro tiene lugar dentro de la ciudad, y la mujer nunca gritó pidiendo ayuda, se deberá llevar a los dos ante las autoridades, para que los condenen a morir apedreados. Se condenará al hombre por deshonrar a la mujer de otro hombre; se condenará a la mujer por no haber pedido ayuda. Si ustedes hacen esto, harán que la maldad desaparezca de su país.
Deuteronomio 22:22-24 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel. Si hubiere una muchacha virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con ella; entonces los sacaréis a ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearéis, y morirán; la joven porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti.
Deuteronomio 22:22-24 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»Si se descubre que un hombre comete adulterio, tanto él como la mujer deben morir. De ese modo limpiarás a Israel de semejante maldad. »Supongamos que un hombre conoce a una joven virgen que está comprometida para casarse y tiene relaciones sexuales con ella. Si tal cosa sucediera dentro de una ciudad, deberás llevarlos a ambos hasta las puertas de esa ciudad y matarlos a pedradas. La mujer es culpable por no gritar para pedir ayuda. El hombre debe morir por violar a la mujer de otro hombre. De ese modo limpiarás esa maldad que hay en medio de ti.
Deuteronomio 22:22-24 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Si un hombre es sorprendido durmiendo con la esposa de otro, los dos morirán, tanto el hombre que se acostó con ella como la mujer. Así erradicarás el mal que haya en medio de Israel. Si en una ciudad un hombre se encuentra casualmente con una joven virgen ya comprometida para casarse y se acuesta con ella, llevarán a ambos a la puerta de la ciudad y los apedrearán hasta matarlos; a la joven, por no gritar pidiendo ayuda a los de la ciudad, y al hombre, por deshonrar a la prometida de su prójimo. Así erradicarás el mal que haya en medio de ti.
Deuteronomio 22:22-24 Reina Valera Contemporánea (RVC)
»Si alguien es sorprendido acostándose con una mujer casada, tanto el hombre como la mujer serán condenados a muerte. Así quitarás el mal de Israel. »Si alguien encuentra en la ciudad a una muchacha virgen ya comprometida en matrimonio, y se acuesta con ella, llevarán a los dos hasta la entrada de la ciudad, y allí los matarán a pedradas; a la joven, por estar en la ciudad y no haber gritado ni pedido ayuda; y al hombre, por haber humillado a la mujer de su prójimo. Así quitarás el mal de en medio de ti.
Deuteronomio 22:22-24 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
»Si un hombre es sorprendido acostado con una mujer casada, los dos serán condenados a muerte. Así acabarán ustedes con el mal que haya en Israel. »Si una muchacha virgen es prometida de un hombre, y otro hombre la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, serán llevados los dos ante el tribunal de la ciudad, donde serán condenados a morir apedreados: la joven por no pedir socorro estando en plena ciudad, y el hombre por deshonrar a la mujer de su prójimo. Así acabarán con el mal que haya en medio de ustedes.
Deuteronomio 22:22-24 La Biblia de las Américas (LBLA)
Si se encuentra a un hombre acostado con una mujer casada, los dos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer; así quitarás el mal de Israel. Si hay una joven virgen que está comprometida a un hombre, y otro hombre la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, entonces llevaréis a los dos a la puerta de esa ciudad y los apedrearéis hasta que mueran; la joven, porque no dio voces en la ciudad, y el hombre, porque ha violado a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti.