Ezequiel 27:1-20
Ezequiel 27:1-20 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
La palabra del SEÑOR vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, dedícale este lamento a Tiro, ciudad asentada junto al mar y que hace negocios con pueblos de muchas costas lejanas: »Así dice el SEÑOR y Dios: »“Tú dices, Tiro: ‘Soy perfecta en hermosura’. Tu dominio está en alta mar, tus constructores resaltaron tu hermosura. Con cipreses del monte Senir hicieron todos tus entablados. Con cedros del Líbano armaron tu mástil. Con encinas de Basán construyeron tus remos, y con cipreses de las costas de Chipre ensamblaron tu cubierta, la cual fue decorada con incrustaciones de marfil. Con tela de lino bordada de Egipto hicieron tus velas y estas te sirvieron de bandera. De las costas de Elisá trajeron telas de azul y carmesí para tu toldo. Habitantes de Sidón y de Arvad eran tus remeros. Los más hábiles timoneles de Tiro estaban a bordo. Los hábiles veteranos de Guebal repararon los daños en la nave. Los marineros de todas las naves del mar negociaron con tus mercancías. »”Hombres de Persia, Lidia y Fut militaron en tu ejército. Te adornaron con escudos y cascos; ¡sacaron a relucir tu esplendor! Los de Arvad y los de Jélec defendían los muros que te rodean y los de Gamad estaban apostados en tus torres. A lo largo de tus muros colgaban sus escudos, haciendo resaltar tu hermosura. »”Era tal tu riqueza que Tarsis comerciaba contigo. A cambio de tu mercadería, ella te ofrecía plata, hierro, estaño y plomo. »”También Grecia, Tubal y Mésec negociaban contigo; a cambio de tus mercancías te ofrecían esclavos y objetos de bronce. »”La gente de Bet Togarma te pagaba con caballos de trabajo, caballos de montar y mulos. »”Los habitantes de Rodas también comerciaban contigo. Concretabas negocios con muchas islas del mar, las cuales te pagaban con ébano y colmillos de marfil. »”Por los muchos productos que tenías, Aram comerciaba contigo y a cambio te entregaba turquesa, telas teñidas de color púrpura, telas bordadas, de hilo de lino fino, corales y rubíes. »”Judá e Israel también comerciaban contigo. Te ofrecían trigo de Minit, pasteles, miel, aceite y bálsamo. »”Por la gran cantidad de tus productos y por la abundancia de tu riqueza, también Damasco comerciaba contigo. Te pagaba con vino de Jelbón y lana de Sajar. A cambio de tus mercancías, los danitas y los griegos te traían de Uzal hierro forjado, casia y caña aromática. »”Dedán te vendía aparejos para montar.
Ezequiel 27:1-20 Reina Valera Contemporánea (RVC)
La palabra del Señor vino a mí, y me dijo: «Tú, hijo de hombre, dedica este lamento a Tiro, la ciudad asentada a la orilla del mar, la ciudad que comercia con los pueblos de las costas. Dile que así ha dicho Dios el Señor: »Tiro, tú te jactas de ser bella y perfecta. Tus límites llegan al corazón de los mares. Tus constructores completaron tu belleza: Tomaron hayas del monte Senir y con ellas hicieron tus artesonados; tomaron cedros del monte Líbano y con ellos hicieron tus mástiles; tus remos, con encinas de Basán; tus bancos, incrustados de marfil, los hicieron con pino de las costas de Quitín. Tus velas eran de fino lino egipcio, y su bordado te servía de insignia; tu pabellón era de telas azuladas y purpúreas, traídas de las costas de Elisa. »¡Ah, Tiro, que tuviste por remeros a gente de Sidón y de Arvad, y por timoneles a tus sabios! Tus barcos eran calafateados por los más hábiles obreros de Gebal; los marinos de todas las flotas del mar venían a ti para hacer negocios. »En tus ejércitos militaban soldados de Persia, Lud y Fut; de ti pendían espléndidos escudos y yelmos. Tu ejército y los mercenarios de Arvad vigilaban las murallas en tu derredor, y los gamadeos permanecían en tus torres; sus escudos pendían de tus murallas, lo cual resaltaba su belleza. »Era tal la abundancia de tus riquezas que de Tarsis venían a comerciar contigo, y a cambio de tus mercaderías te daban plata, hierro, estaño y plomo. Contigo Javán, Tubal y Mesec intercambiaban gente y objetos de bronce. Los de Bet Togarmá te pagaban con caballos, corceles de guerra y mulos. Comerciaban contigo los de Dedán, y muchas costas te compraban mercaderías y te pagaban con marfil y ébano. A cambio de tus productos Edom te daba perlas, púrpura, vestidos bordados, finos linos, corales y rubíes. Israel y Judá hacían negocios contigo, y a cambio te daban trigo de Minit y Panag, lo mismo que miel, aceite y resina. Eran tantos tus productos y tan abundante tu riqueza que Damasco hacía negocios contigo con vino de Jelbón y lana blanca. Dan y Javán venían a tus ferias, y en tu mercado ofrecían hierro forjado, mirra destilada y caña aromática. Dedán te vendía preciosos paños para que tapizaras tus carros.
Ezequiel 27:1-20 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú, hijo de hombre, levanta endechas sobre Tiro. Dirás a Tiro, que está asentada a las orillas del mar, la que trafica con los pueblos de muchas costas: Así ha dicho Jehová el Señor: Tiro, tú has dicho: Yo soy de perfecta hermosura. En el corazón de los mares están tus confines; los que te edificaron completaron tu belleza. De hayas del monte Senir te fabricaron todo el maderaje; tomaron cedros del Líbano para hacerte el mástil. De encinas de Basán hicieron tus remos; tus bancos de pino de las costas de Quitim, incrustados de marfil. De lino fino bordado de Egipto era tu cortina, para que te sirviese de vela; de azul y púrpura de las costas de Elisa era tu pabellón. Los moradores de Sidón y de Arvad fueron tus remeros; tus sabios, oh Tiro, estaban en ti; ellos fueron tus pilotos. Los ancianos de Gebal y sus más hábiles obreros calafateaban tus junturas; todas las naves del mar y los remeros de ellas fueron a ti para negociar, para participar de tus negocios. Persas y los de Lud y Fut fueron en tu ejército tus hombres de guerra; escudos y yelmos colgaron en ti; ellos te dieron tu esplendor. Y los hijos de Arvad con tu ejército estuvieron sobre tus muros alrededor, y los gamadeos en tus torres; sus escudos colgaron sobre tus muros alrededor; ellos completaron tu hermosura. Tarsis comerciaba contigo por la abundancia de todas tus riquezas; con plata, hierro, estaño y plomo comerciaba en tus ferias. Javán, Tubal y Mesec comerciaban también contigo; con hombres y con utensilios de bronce comerciaban en tus ferias. Los de la casa de Togarma, con caballos y corceles de guerra y mulos, comerciaban en tu mercado. Los hijos de Dedán traficaban contigo; muchas costas tomaban mercadería de tu mano; colmillos de marfil y ébano te dieron por sus pagos. Edom traficaba contigo por la multitud de tus productos; con perlas, púrpura, vestidos bordados, linos finos, corales y rubíes venía a tus ferias. Judá y la tierra de Israel comerciaban contigo; con trigos de Minit y Panag, miel, aceite y resina negociaban en tus mercados. Damasco comerciaba contigo por tus muchos productos, por la abundancia de toda riqueza; con vino de Helbón y lana blanca negociaban. Asimismo Dan y el errante Javán vinieron a tus ferias, para negociar en tu mercado con hierro labrado, mirra destilada y caña aromática. Dedán comerciaba contigo en paños preciosos para carros.
Ezequiel 27:1-20 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Luego recibí este mensaje del SEÑOR: «Hijo de hombre, entona un canto fúnebre por Tiro, esa poderosa ciudad y portal al mar, el centro comercial del mundo. Dale a Tiro este mensaje de parte del SEÑOR Soberano: »“Oh Tiro, te jactaste diciendo: ‘¡Mi belleza es perfecta!’. Extendiste tus fronteras hacia el mar. Tus constructores hicieron perfecta tu belleza. Eras como un gran barco construido con los mejores cipreses de Senir. Con un cedro del Líbano te fabricaron un mástil. Te labraron los remos con robles de Basán. Tu cubierta hecha de pino de las costas de Chipre se incrustó con marfil. Confeccionaron tus velas con el mejor lino de Egipto, y ondeaban sobre ti como una bandera. Estabas bajo toldos azules y púrpura, abrillantados con tinturas de las costas de Elisa. Tus remeros venían de Sidón y de Arvad; tus timoneles eran hombres hábiles de Tiro. Sabios ancianos artesanos de Gebal calafateaban la nave. De todos los países llegaban naves con mercancías para comerciar contigo. »”Hombres de las lejanas tierras de Persia, Lidia y Libia servían en tu gran ejército. Ellos colgaban sus escudos y yelmos en tus muros y así te daban gran honor. Hombres de Arvad y de Helec montaban guardia en tus murallas. Tus torres estaban al mando de hombres de Gamad. Sus escudos colgados en tus murallas completaban tu belleza. »”De Tarsis enviaban mercaderes para comprar tus productos a cambio de plata, hierro, estaño y plomo. Mercaderes de Grecia, Tubal y Mesec llegaban con esclavos y objetos de bronce para comerciar contigo. »”De Bet-togarmá traían caballos para montar, caballos para carros de guerra y mulas para cambiarlos por tus mercancías. También te llegaban mercaderes desde la tierra de Dedán. Tenías el monopolio del mercado en muchos lugares costeros; te pagaban con colmillos de marfil y madera de ébano. »”De Aram enviaban mercaderes para comprar tu gran variedad de artículos. Comerciaban con turquesa, tinturas de púrpura, bordados, lino fino y joyas de coral y de rubíes. Judá e Israel te ofrecían trigo de Minit, higos, miel, aceite de oliva y bálsamo a cambio de tus mercancías. »”De Damasco enviaban mercaderes a comprar tu gran variedad de artículos, a cambio de vino de Helbón y lana blanca de Zahar. Llegaban griegos desde Uzal con hierro forjado, canela y cálamo aromático para cambiar por tus mercancías. »”Desde Dedán enviaban mercaderes para intercambiar contigo sus costosas mantas para montura.
Ezequiel 27:1-20 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Dios también me dijo: «Dedica este lamento a la ciudad de Tiro por su destrucción. Dale este mensaje de parte del Dios de Israel: “Tú, ciudad de Tiro, te creías bella y perfecta; te aprovechaste de estar junto al mar para comerciar con muchos países. Ciertamente, dominabas los mares. Tenías la belleza de un barco bien construido. Tu casco lo hicieron con pinos del monte Senir; tu palo mayor fue labrado en cedro del monte Líbano. Tus remos eran de roble, fina madera del monte de Basán. Las tablas de tu cubierta eran de ciprés traído de Chipre. Todas ellas estaban adornadas con incrustaciones de marfil. Tus velas te servían de bandera, y eran de fino bordado egipcio. Tus toldos, de tela roja y morada, los trajeron de las costas de Elisá. ”Contabas con una tripulación experta. Tenías los mejores capitanes y marinos: gente de Tiro, Arvad y Sidón. Tus daños los reparaban expertos carpinteros de Guebal. Marineros de todas partes hacían negocios en tus puertos. Tu ejército estaba formado por gente de Persia, Lidia y Libia; cuando te adornaban con sus armas, hacían que te vieras muy hermosa. ”Soldados de Arvad y de Gamad defendían tus murallas con la ayuda de tu ejército. Todo el tiempo vigilaban tus torres, y cuando colgaban sus escudos a lo largo de tus murallas, hacían que te vieras más hermosa. ”Tú, ciudad de Tiro, eras tan rica que la gente de Tarsis venía para hacer negocios contigo. Tu mercancía la pagaban con plata, plomo, hierro y estaño. También los comerciantes de Grecia, Tubal y Mésec compraban tus mercancías, y te pagaban con esclavos y con utensilios de bronce. La gente de Bet-togarmá te pagaba con finos caballos para montar, y con caballos y mulas para el trabajo. También hacías negocios con los comerciantes de Dedán y de otros puertos lejanos, los cuales te pagaban con marfil y con madera de ébano. ”Tus mercancías eran tan variadas, y tu riqueza tan grande, que hasta los sirios comerciaban contigo, y te pagaban con piedras preciosas y telas muy finas. También Israel y Judá te compraban mercancías, y te pagaban con su mejor trigo, y con pasteles, miel, aceite de oliva y especias aromáticas. Damasco te pagaba con vino de Helbón y con lana de Sahar. Los comerciantes de Dan y los griegos te traían de Uzal hierro forjado y especias aromáticas. ”La gente de Dedán te pagaba con sillas de montar.
Ezequiel 27:1-20 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Tú, hombre, entona este canto fúnebre acerca de Tiro, la ciudad que está a la salida del mar y que comercia con las naciones, con muchos países del mar. Dile que así dice el Señor: »“Tú, Tiro, presumes de ser una nave bella y perfecta; tu dominio se extiende hasta el corazón del mar, tus constructores te hicieron la más hermosa. Todos tus entablados los hicieron con pinos traídos del monte Senir; tu mástil lo hicieron de un cedro del Líbano; tus remos los hicieron con robles de Basán; tu cubierta la hicieron de cipreses traídos de las costas de Chipre e incrustados de marfil. Tu vela, de lino bordado de Egipto, te servía de bandera; tu toldo era de telas moradas y rojas traídas de las costas de Elisá. Tus remeros eran hombres de Sidón y de Arvad, tus pilotos eran expertos hombres tuyos. Hombres veteranos de Guebal reparaban tus daños hábilmente. Marineros de todas las naves del mar comerciaban con tus mercancías. Hombres de Persia, Lidia y Libia servían de guerreros en tu ejército; te adornaban con sus escudos y sus cascos, y te daban esplendor. »”Gente de Arvad, junto con tu ejército, ocupaba tus murallas en derredor, y en tus torres había hombres de Gamad. Sus escudos colgaban a todo lo largo de tus muros, haciéndote aparecer más bella. Era tanta tu riqueza, que Tarsis comerciaba contigo, y a cambio de tus mercancías te daba plata, hierro, estaño y plomo. También Grecia, Tubal y Mésec comerciaban contigo, ofreciéndote en pago esclavos y objetos de bronce. Los de Bet-togarmá te pagaban con caballos de trabajo y de montar, y con mulas. Gente de Rodas comerciaba contigo. Hacías negocios con numerosos países del mar, que te pagaban con marfil y ébano. Edom hacía comercio contigo, gracias a tus muchos productos: a cambio de tus mercancías te traían piedras de granate, telas teñidas de púrpura, bordados, telas de lino, corales y rubíes. Igualmente comerciaban contigo Judá e Israel, y te pagaban con trigo de Minit, y con pasteles, miel, aceite y bálsamo. Damasco te compraba gran cantidad de productos y de riquezas; te pagaba con vino de Helbón y lana de Sahar. Desde Uzal te traían vino, hierro forjado, canela y caña aromática, a cambio de tus mercancías. Dedán hacía contigo comercio de aparejos para montar.
Ezequiel 27:1-20 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: Tú, hijo de hombre, eleva una elegía por Tiro; y di a Tiro, que está asentada en las entradas del mar, negociante de los pueblos de muchas costas: «Así dice el Señor DIOS: “Tiro, tú has dicho: ‘Soy de perfecta hermosura’. -”En el corazón de los mares están tus fronteras; tus edificadores perfeccionaron tu hermosura. -”De los cipreses de Senir te han hecho todas tus tablas; del Líbano han tomado un cedro para hacerte un mástil. -”De encinas de Basán han hecho tus remos; tu cubierta de boj de las costas de Chipre han incrustado con marfil. -”De lino fino bordado de Egipto era tu vela para que te sirviera de distintivo; de azul y púrpura de las costas de Elisa era tu pabellón. -”Los habitantes de Sidón y de Arvad eran tus remeros; tus sabios, Tiro, estaban a bordo; eran tus pilotos. -”Los ancianos de Gebal y sus mejores obreros estaban contigo reparando tus junturas; todas las naves del mar y sus marineros estaban contigo para negociar con tus productos. ”Los persas, los de Lud y los de Fut eran en tu ejército tus hombres de guerra. Colgaban en ti el escudo y el yelmo, manifestaban tu esplendor. Los hijos de Arvad, con tu ejército, estaban en tus murallas todo alrededor, y los gamadeos estaban en tus torres. Colgaban sus escudos en tus murallas todo alrededor; ellos perfeccionaban tu hermosura. ”Tarsis era tu cliente por la abundancia de toda riqueza; con plata, hierro, estaño y plomo pagaban tus mercancías. Javán, Tubal y Mesec comerciaban contigo; con hombres y con utensilios de bronce pagaban tus productos. Los de Bet-togarmá daban caballos y corceles de guerra y mulos por tus mercancías. Los hijos de Dedán comerciaban contigo. Muchas costas eran clientes tuyas; colmillos de marfil y madera de ébano te traían como pago. Aram era tu cliente por la abundancia de tus productos; pagaban tus mercancías con turquesas, púrpura, bordados, lino fino, corales y rubíes. Judá y la tierra de Israel comerciaban contigo; con trigo de Minit, tortas, miel, aceite y bálsamo pagaban tus productos. Damasco era tu cliente por la abundancia de tus productos, por la abundancia de toda riqueza, por el vino de Helbón y la lana blanca. Vedán y Javán pagaban tus mercancías desde Uzal; hierro forjado, casia y caña dulce estaban entre tus productos. Dedán comerciaba contigo en mantas para cabalgaduras.