Génesis 16:5-10
Génesis 16:5-10 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Entonces Saraí le dijo a Abrán: «¡Que mi afrenta recaiga sobre ti! Yo te di por mujer a mi sierva, y al verse encinta me mira con desprecio. ¡Que juzgue el Señor entre tú y yo!» Y Abrán le respondió a Saraí: «Pues tu sierva está en tus manos. ¡Haz con ella lo que mejor te parezca!» Y como Saraí la humillaba, ella huyó de su presencia. Pero el ángel del Señor la encontró junto a un manantial en el desierto, que es el manantial que está en el camino a Shur, y le dijo: «Agar, sierva de Saraí, ¿de dónde vienes, y a dónde vas?» Y ella respondió: «Estoy huyendo de Saraí, mi señora.» El ángel del Señor le dijo: «Regresa con tu señora, y ponte en sus manos.» Además, el ángel del Señor le dijo: «Voy a multiplicar tu descendencia. Llegarán a ser tantos, que no podrán ser contados.»
Génesis 16:5-10 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces Sarai le dijo a Abram: —¡Todo esto es culpa tuya! Puse a mi sierva en tus brazos pero, ahora que está embarazada, me trata con desprecio. El SEÑOR mostrará quién está equivocado, ¡tú o yo! Abram respondió: —Mira, ella es tu sierva, así que haz con ella como mejor te parezca. Entonces Sarai comenzó a tratar a Agar con tanta dureza que al final ella huyó. El ángel del SEÑOR encontró a Agar en el desierto junto a un manantial de agua, en el camino que lleva a Shur. El ángel le dijo: —Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes y hacia dónde vas? —Estoy huyendo de mi señora, Sarai —contestó ella. El ángel del SEÑOR le dijo: —Regresa a tu señora y sométete a su autoridad. Después añadió: —Yo te daré más descendientes de los que puedas contar.
Génesis 16:5-10 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Entonces Saray dijo a Abram: —¡Tú tienes la culpa de esta injusticia! Yo puse a mi esclava en tus brazos y ahora que se ve embarazada me mira con desprecio. ¡Que el SEÑOR determine quién tiene la culpa, si tú o yo! —Tu esclava está en tus manos —contestó Abram—, haz con ella lo que bien te parezca. Y de tal manera comenzó Saray a maltratar a Agar que esta huyó de su presencia. Pero el ángel del SEÑOR la encontró junto a un manantial en el desierto, el cual está en el camino a la región de Sur, y le preguntó: —Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas? —Estoy huyendo de mi dueña Saray —respondió ella. —Vuelve junto a ella y sométete a su autoridad —le dijo el ángel del SEÑOR—. De tal manera multiplicaré tu descendencia que no se podrá contar.
Génesis 16:5-11 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Entonces Sarai le reclamó a Abram: —Tú tienes la culpa de que Agar me trate con desprecio. Recuerda que fui yo quien te la entregó. Ahora resulta que como está embarazada, se siente superior a mí. Por eso Dios habrá de castigarte. Abram le respondió: —Haz con ella lo que quieras, pues Agar es tu esclava. Fue así como Sarai comenzó a maltratarla, y Agar se vio obligada a huir. Cuando Agar llegó al manantial que está en el desierto de Sur, junto al camino que lleva a Egipto, Dios salió a su encuentro y le dijo: —Agar, esclava de Sarai, ¿qué haces aquí? ¿A dónde vas? Y ella le contestó: —Estoy huyendo de mi dueña. Entonces Dios le dijo
Génesis 16:5-10 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Entonces Sarai le dijo a Abram: —¡Tú tienes la culpa de que Agar me desprecie! Yo misma te la di por mujer, y ahora que va a tener un hijo se cree más que yo. Que el Señor diga quién tiene la culpa, si tú o yo. Y Abram le contestó: —Mira, tu esclava está en tus manos; haz con ella lo que mejor te parezca. Entonces Sarai comenzó a maltratarla tanto, que Agar huyó. Pero un ángel del Señor la encontró en el desierto, junto al manantial que está en el camino de Sur, y le preguntó: —Agar, esclava de Sarai, ¿de dónde vienes, y a dónde vas? —Estoy huyendo de mi señora Sarai —contestó ella. Entonces el ángel del Señor le dijo: —Regresa al lado de tu señora, y obedécela en todo. Además el ángel del Señor le dijo: «Aumentaré tanto tus descendientes, que nadie los podrá contar.
Génesis 16:5-10 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo. Y respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia. Y la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur. Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora. Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano. Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.
Génesis 16:5-10 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y Sarai dijo a Abram: Recaiga sobre ti mi agravio. Yo entregué a mi sierva en tus brazos; pero cuando ella vio que había concebido, me miró con desprecio. Juzgue el SEÑOR entre tú y yo. Pero Abram dijo a Sarai: Mira, tu sierva está bajo tu poder; haz con ella lo que mejor te parezca. Y Sarai la trató muy mal y ella huyó de su presencia. Y el ángel del SEÑOR la encontró junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente en el camino de Shur, y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde has venido y a dónde vas? Y ella le respondió: Huyo de la presencia de mi señora Sarai. Y el ángel del SEÑOR le dijo: Vuelve a tu señora y sométete a su autoridad. El ángel del SEÑOR añadió: Multiplicaré de tal manera tu descendencia que no se podrá contar por su multitud.