Génesis 22:7-8
Génesis 22:7-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Pero Isaac le dijo a Abraham: —Padre mío, tenemos fuego y leña, pero ¿dónde está el cordero que vamos a ofrecerle a Dios? Abraham le respondió
Génesis 22:7-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.
Génesis 22:7-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Isaac dijo a Abraham: —¡Padre! —Dime, hijo mío. —Aquí tenemos el fuego y la leña —continuó Isaac—; pero ¿dónde está el cordero para el holocausto? —Del cordero, hijo mío, se encargará Dios —respondió Abraham. Y siguieron caminando juntos.
Génesis 22:7-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Entonces Isaac le habló a Abrahán, su padre, y le dijo: «Padre mío…» Y él respondió: «Aquí estoy, hijo mío.» Isaac dijo: «Aquí están el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?» Y Abrahán respondió: «Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío.» Y juntos siguieron caminando.
Génesis 22:7-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Poco después Isaac le dijo a Abraham: —¡Padre! —¿Qué quieres, hijo? —le contestó Abraham. —Mira —dijo Isaac—, tenemos la leña y el fuego, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto? —Dios se encargará de que haya un cordero para el holocausto, hijito —respondió su padre. Y siguieron caminando juntos.
Génesis 22:7-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y habló Isaac a su padre Abraham, y le dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, hijo mío. Y dijo Isaac: Aquí están el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y Abraham respondió: Dios proveerá para sí el cordero para el holocausto, hijo mío. Y los dos iban juntos.
Génesis 22:7-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Isaac se dio vuelta y le dijo a Abraham: —¿Padre? —Sí, hijo mío —contestó Abraham. —Tenemos el fuego y la leña —dijo el muchacho—, ¿pero dónde está el cordero para la ofrenda quemada? —Dios proveerá un cordero para la ofrenda quemada, hijo mío —contestó Abraham. Así que ambos siguieron caminando juntos.