Génesis 3:21-24
Génesis 3:21-24 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Génesis 3:21-24 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Dios el SEÑOR hizo ropa de pieles para el hombre y su mujer, y los vistió. Y Dios el SEÑOR dijo: «El ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, lo coma y viva para siempre». Entonces Dios el SEÑOR expulsó al ser humano del jardín del Edén para que trabajara la tierra de la cual había sido hecho. Luego de expulsarlo, puso al oriente del jardín del Edén a los querubines y una espada ardiente que se movía por todos lados para custodiar el camino que lleva al árbol de la vida.
Génesis 3:21-24 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Luego Dios vistió al hombre y a su esposa con ropas de piel, y dijo: «Ahora el hombre y la mujer son como uno de nosotros, pues conocen el bien y el mal. Si llegaran a comer algún fruto del árbol de la vida, podrían vivir para siempre». Por eso Dios los expulsó del jardín de Edén, y puso al hombre a cultivar la tierra de donde había sido formado. Después de expulsar al hombre y a la mujer, Dios puso unos querubines al este del Edén, y también puso una espada encendida que giraba hacia todos lados, para impedir que alguien se acercara al árbol de la vida.
Génesis 3:21-24 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Luego Dios el Señor hizo túnicas de pieles para vestir al hombre y a su mujer. Y Dios el Señor dijo: «Ahora el hombre es como uno de nosotros, pues conoce el bien y el mal. No vaya a ser que extienda la mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.» Entonces el Señor lo sacó del huerto de Edén, para que cultivara la tierra, de la cual fue tomado. Echó fuera al hombre, y al oriente del huerto de Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba hacia todos lados, para resguardar el camino del árbol de la vida.
Génesis 3:21-24 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Dios el Señor hizo ropa de pieles de animales para que el hombre y su mujer se vistieran, y dijo: «Ahora el hombre se ha vuelto como uno de nosotros, pues sabe lo que es bueno y lo que es malo. No vaya a tomar también del fruto del árbol de la vida, y lo coma y viva para siempre.» Por eso Dios el Señor sacó al hombre del jardín de Edén, y lo puso a trabajar la tierra de la cual había sido formado. Después de haber sacado al hombre, puso al oriente del jardín unos seres alados y una espada ardiendo que daba vueltas hacia todos lados, para evitar que nadie llegara al árbol de la vida.
Génesis 3:21-24 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y el SEÑOR Dios hizo vestiduras de piel para Adán y su mujer, y los vistió. Entonces el SEÑOR Dios dijo: He aquí, el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal; cuidado ahora no vaya a extender su mano y tomar también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre. Y el SEÑOR Dios lo echó del huerto del Edén, para que labrara la tierra de la cual fue tomado. Expulsó, pues, al hombre; y al oriente del huerto del Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en todas direcciones, para guardar el camino del árbol de la vida.
Génesis 3:21-24 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Y el SEÑOR Dios hizo ropa de pieles de animales para Adán y su esposa. Luego el SEÑOR Dios dijo: «Miren, los seres humanos se han vuelto como nosotros, con conocimiento del bien y del mal. ¿Y qué ocurrirá si toman el fruto del árbol de la vida y lo comen? ¡Entonces vivirán para siempre!». Así que el SEÑOR Dios los expulsó del jardín de Edén y envió a Adán a cultivar la tierra de la cual él había sido formado. Después de expulsarlos, el SEÑOR Dios puso querubines poderosos al oriente del jardín de Edén; y colocó una espada de fuego ardiente —que destellaba al moverse de un lado a otro— a fin de custodiar el camino hacia el árbol de la vida.