Génesis 35:9-20
Génesis 35:9-20 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Cuando Jacob regresó de Padán Aram, Dios se le apareció otra vez y lo bendijo con estas palabras: «Tu nombre es Jacob, pero ya no te llamarás así. De aquí en adelante te llamarás Israel». Y en efecto, ese fue el nombre que le puso. Luego Dios añadió: «Yo soy el Dios Todopoderoso. Sé fecundo y multiplícate. De ti nacerá una nación y una comunidad de naciones, y habrá reyes entre tus descendientes. La tierra que di a Abraham y a Isaac te la doy a ti y a tus descendientes». Y Dios se retiró del lugar donde había hablado con Jacob. Jacob erigió una piedra como monumento en el lugar donde Dios le había hablado. Vertió sobre ella una ofrenda líquida, la ungió con aceite y al lugar donde Dios le había hablado lo llamó Betel. Después partieron de Betel. Cuando estaban a cierta distancia de Efrata, Raquel dio a luz, pero tuvo un parto muy difícil. En el momento más difícil del parto, la partera le dijo: «¡No temas; estás por tener otro varón!». No obstante, ella se estaba muriendo y en sus últimos suspiros alcanzó a llamar a su hijo Benoní, pero Jacob, su padre, le puso por nombre Benjamín. Así murió Raquel y la sepultaron en el camino que va hacia Efrata, que es Belén. Sobre la tumba Jacob erigió un monumento, que hasta el día de hoy señala el lugar donde Raquel fue sepultada.
Génesis 35:9-20 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Apareció otra vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Padan-aram, y le bendijo. Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel. También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos. La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra. Y se fue de él Dios, del lugar en donde había hablado con él. Y Jacob erigió una señal en el lugar donde había hablado con él, una señal de piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Bet-el. Después partieron de Bet-el; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto. Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo. Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín. Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén. Y levantó Jacob un pilar sobre su sepultura; esta es la señal de la sepultura de Raquel hasta hoy.
Génesis 35:9-20 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Tiempo atrás, Dios se le había aparecido a Jacob, y lo había bendecido cuando volvía de Padán-aram. En aquella ocasión, Dios le dijo: «Ya no vas a llamarte Jacob, sino Israel». Y con ese nombre se le conoció desde entonces. Allí también Dios le dijo: «Yo soy el Dios todopoderoso. Quiero que tengas muchos descendientes, pues de ellos saldrán reyes y muchas naciones. La tierra que les di a Abraham y a Isaac, también te la doy a ti, y a tus descendientes». Cuando Dios se fue de allí, Jacob levantó en ese lugar una columna de piedra, y sobre ella derramó aceite y vino para dedicársela a Dios. Y como Dios había hablado allí con él, Jacob llamó a ese lugar Betel, que significa «casa de Dios». Jacob y su gente se fueron de allí. Estaban por llegar a Efrata cuando le llegó a Raquel la hora de tener otro bebé. Como tenía mucho problema para tenerlo, la mujer que la ayudaba le dijo: «No tengas miedo, que también este bebé va a ser niño». El niño nació bien, pero Raquel estaba a punto de morirse. En sus últimos momentos de vida le puso a su hijo el nombre de Ben-oní, que significa «hijo de mi dolor». Sin embargo, Jacob le cambió el nombre y le puso Benjamín, que significa «hijo favorito». Raquel murió, y la enterraron en el camino de Efrata, donde ahora es Belén. Sobre su tumba, Jacob levantó una columna de piedras. Hasta el momento en que esto se escribe, esa columna marca el lugar de la tumba de Raquel.
Génesis 35:9-20 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Una vez más, Dios se le apareció a Jacob cuando volvió de Padán Aram, y lo bendijo. Le dijo Dios: «Tu nombre es Jacob. Pero ya no te llamarás Jacob; ahora tu nombre será Israel.» Y ese fue su nombre. Y Dios también le dijo: «Yo soy el Dios omnipotente. Reprodúcete y multiplícate. De ti saldrá una nación, y reyes, y un conjunto de naciones. La tierra que les he dado a Abrahán y a Isaac, te la daré a ti, y a tu descendencia después de ti.» Después Dios se apartó de Jacob y del lugar donde había hablado con él. En ese lugar Jacob levantó una señal de piedra, y como libación derramó aceite sobre ella. Al lugar donde Dios había hablado con él, Jacob le puso por nombre Betel. Después partieron de Betel. Pero aún estaban como a media legua de distancia de Efrata, cuando Raquel dio a luz, y tuvo un parto difícil. Entre las dificultades de su parto, la partera le dijo: «No tengas miedo, que también tendrás este hijo.» Cuando Raquel exhalaba el último suspiro (pues murió), le puso por nombre Benoní; pero su padre lo llamó Benjamín. Y Raquel murió y fue sepultada en el camino de Efrata, que también es Belén. Sobre su sepultura, Jacob levantó un pilar, que hasta el día de hoy es la señal de la sepultura de Raquel.
Génesis 35:9-20 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Cuando Jacob regresaba de Padán-aram, Dios se le apareció otra vez y lo bendijo de esta manera: «Tú te llamas Jacob, pero ya no te llamarás así; desde hoy tu nombre será Israel.» Después que Dios le cambió el nombre, le dijo: «Yo soy el Dios todopoderoso; ten muchos hijos y descendientes. De ti saldrá una nación y muchos pueblos, y entre tus descendientes habrá reyes. La tierra que les di a Abraham y a Isaac, también te la doy a ti, y después de ti se la daré a tus descendientes.» Cuando Dios se fue del lugar en donde había hablado con Jacob, este tomó una piedra y la puso de pie, como un pilar, en el lugar donde Dios le había hablado; luego la consagró derramando aceite y vino sobre ella, y llamó Betel a aquel lugar. Después se fueron de Betel; pero todavía estaban un poco lejos de Efrata cuando Raquel dio a luz, y tuvo un parto muy difícil. En el momento más difícil, la partera le dijo: «No tengas miedo, que has dado a luz otro varón.» Pero ella estaba a punto de morir, y en sus últimos suspiros llamó Ben-oní al niño, aunque su padre lo llamó Benjamín. Así fue como Raquel murió, y la enterraron en el camino de Efrata, que ahora es Belén. Jacob levantó un monumento sobre su sepulcro, y este es el monumento que todavía señala el sepulcro de Raquel.
Génesis 35:9-20 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y Dios se apareció de nuevo a Jacob cuando volvió de Padán-aram, y lo bendijo. Y Dios le dijo: Tu nombre es Jacob; no te llamarás más Jacob, sino que tu nombre será Israel. Y le puso el nombre de Israel. También le dijo Dios: Yo soy el Dios Todopoderoso. Sé fecundo y multiplícate; una nación y multitud de naciones vendrán de ti, y reyes saldrán de tus lomos. Y la tierra que di a Abraham y a Isaac, a ti te la daré; y daré la tierra a tu descendencia después de ti. Entonces Dios subió de su lado, en el lugar donde había hablado con él. Y Jacob erigió un pilar en el lugar donde Dios había hablado con él, un pilar de piedra, y derramó sobre él una libación; también derramó sobre él aceite. Y Jacob le puso el nombre de Betel al lugar donde Dios había hablado con él. Entonces partieron de Betel; y cuando aún faltaba cierta distancia para llegar a Efrata, Raquel comenzó a dar a luz y tuvo mucha dificultad en su parto. Y aconteció que cuando estaba en lo más duro del parto, la partera le dijo: No temas, porque ahora tienes este otro hijo. Y aconteció que cuando su alma partía, pues murió, lo llamó Benoni; pero su padre lo llamó Benjamín. Murió, pues, Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, es decir, Belén. Y erigió Jacob un pilar sobre su sepultura; ese es el pilar de la sepultura de Raquel hasta hoy.
Génesis 35:9-20 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Ahora que Jacob había regresado de Padán-aram, Dios se le apareció de nuevo en Betel. Y Dios lo bendijo diciéndole: «Tu nombre es Jacob, pero ya no te llamarás Jacob. A partir de ahora tu nombre será Israel». Así que Dios le cambió el nombre y lo llamó Israel. Entonces Dios dijo: «Yo soy El-Shaddai, “Dios Todopoderoso”. Sé fructífero y multiplícate. Llegarás a formar una gran nación; incluso, de ti saldrán muchas naciones. ¡Habrá reyes entre tus descendientes! Y te entregaré la tierra que les di a Abraham y a Isaac. Así es, te la daré a ti y a tus descendientes». Luego Dios ascendió desde el lugar donde le había hablado a Jacob. Jacob levantó una columna conmemorativa para marcar el lugar donde Dios le había hablado. Luego derramó vino sobre la columna como sacrificio a Dios y la ungió con aceite de oliva. Jacob llamó a aquel lugar Betel (que significa «casa de Dios»), porque allí Dios le había hablado. Una vez que salieron de Betel, Jacob y su clan avanzaron hacia Efrata; pero Raquel entró en trabajo de parto mientras aún estaban lejos de allí, y sus dolores eran intensos. Luego de un parto muy difícil, la partera finalmente exclamó: «¡No temas; tienes otro varón!». Raquel estaba a punto de morir, pero con su último suspiro puso por nombre al niño Benoni (que significa «hijo de mi tristeza»). Sin embargo, el padre del niño lo llamó Benjamín (que significa «hijo de mi mano derecha»). Así que Raquel murió y fue enterrada en el camino a Efrata (es decir, Belén). Jacob levantó una columna conmemorativa sobre la tumba de Raquel, la cual puede verse hasta el día de hoy.