Génesis 39:12-23
Génesis 39:12-23 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió. Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera, llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces; y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió. Y ella puso junto a sí la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa. Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme. Y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera. Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor. Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.
Génesis 39:12-23 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Entonces la mujer de Potifar lo agarró del manto y rogó: «¡Acuéstate conmigo!». Pero José, dejando el manto en manos de ella, salió corriendo de la casa. Al ver ella que él había dejado el manto en sus manos y había salido corriendo, llamó a los siervos de la casa y les dijo: «¡Miren!, el hebreo que nos trajo mi esposo solo ha venido a burlarse de nosotros. Entró a la casa con la intención de acostarse conmigo, pero yo grité con todas mis fuerzas. En cuanto me oyó gritar, salió corriendo y dejó su manto a mi lado». La mujer guardó el manto de José hasta que su marido volvió a su casa. Entonces le contó la misma historia: «El esclavo hebreo que nos trajiste quiso burlarse de mí. Pero en cuanto grité con todas mis fuerzas, salió corriendo y dejó su manto a mi lado». Cuando el amo de José escuchó de labios de su mujer cómo la había tratado el esclavo, se enfureció y mandó que echaran a José en la cárcel donde estaban los presos del rey. Pero aun en la cárcel el SEÑOR estaba con él y no dejó de mostrarle su amor. Hizo que se ganara la confianza del guardia de la cárcel, el cual puso a José a cargo de todos los prisioneros y de todo lo que allí se hacía. Como el SEÑOR estaba con José y hacía prosperar todo lo que él hacía, el guardia de la cárcel no se preocupaba de nada de lo que dejaba en sus manos.
Génesis 39:12-23 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
lo agarró de la ropa y le exigió: —¡Acuéstate conmigo! Pero José prefirió que le arrebatara la ropa, y salió corriendo de la casa. Entonces ella, al verse con la ropa de José en las manos, llamó a gritos a los sirvientes y les dijo: —¡Miren, este hebreo que trajo mi esposo ha venido a burlarse de nosotros! Se metió aquí y quiso violarme, pero yo me puse a gritar con todas mis fuerzas. En cuanto me oyó gritar y pedir ayuda, salió corriendo ¡y hasta la ropa dejó! Ella guardó la ropa de José hasta que regresara su esposo. Cuando Potifar llegó, ella le contó la misma historia: «Ese esclavo hebreo que nos trajiste quiso violarme. Pero en cuanto empecé a gritar pidiendo ayuda, dejó su ropa junto a mí y salió corriendo de la casa». Al oír Potifar las quejas de su esposa, se enojó mucho. Entonces agarró a José y lo metió en la cárcel, donde estaban los presos del rey. Pero aun en la cárcel Dios siguió ayudando a José y dándole muestras de su amor, pues hizo que el carcelero lo tratara bien. Y así, el carcelero puso a José a cargo de todos los presos y de todos los trabajos que allí se hacían. El carcelero no tenía que vigilarlo, porque Dios ayudaba a José y hacía que todo le saliera bien.
Génesis 39:12-23 Reina Valera Contemporánea (RVC)
ella lo agarró de la ropa y le dijo: «Acuéstate conmigo.» Pero él dejó su ropa en las manos de ella, y salió corriendo de allí. Cuando ella lo vio salir corriendo, y que había dejado su ropa en sus manos, llamó a los que estaban en la casa, y les dijo: «Miren, este hebreo que mi esposo nos ha traído quiere burlarse de nosotros. Entró adonde yo estaba, para acostarse conmigo. Pero yo grité con todas mis fuerzas, y cuando él me oyó gritar, dejó su ropa en mis manos y salió corriendo.» Y ella dejó a su lado la ropa de José, hasta que su esposo llegó a su casa. Entonces ella le repitió lo mismo. Le dijo: «El siervo hebreo que nos trajiste, entró adonde yo estaba, para burlarse de mí. Pero como yo empecé a gritar, él dejó su ropa en mis manos y salió corriendo.» Cuando el amo de José oyó lo que su mujer le contaba, y que le decía: «Así me ha tratado tu siervo», se puso furioso; entonces agarró a José y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey. Y allí en la cárcel se quedó José. Pero el Señor estaba con él y le extendió su misericordia, y le permitió ganarse la buena voluntad del jefe de la cárcel. Y así el jefe de la cárcel dejó en manos de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión. Todo lo que allí se hacía, lo hacía José. El jefe de la cárcel no tenía que vigilar nada de lo que estaba al cuidado de José, porque el Señor estaba con José y prosperaba todo lo que él hacía.
Génesis 39:12-23 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
ella lo agarró de la ropa y le dijo: —Acuéstate conmigo. Pero él salió corriendo y dejó su ropa en las manos de ella. Cuando ella vio que al salir le había dejado la ropa en sus manos, llamó a los siervos de la casa y les dijo: —Miren, mi esposo nos trajo un hebreo que ahora se burla de nosotros. Entró a verme y quería acostarse conmigo, pero yo grité muy fuerte; y cuando me oyó gritar con todas mis fuerzas, salió corriendo y hasta dejó aquí su ropa. Luego, ella guardó la ropa de José hasta que su amo llegó a la casa. Entonces le contó lo mismo, y dijo: —El esclavo hebreo que nos trajiste entró en mi cuarto y quiso deshonrarme, pero cuando grité con todas mis fuerzas, salió corriendo y dejó su ropa aquí. Así me trató tu esclavo. El amo de José se enojó mucho al oír lo que su esposa le estaba contando, así que agarró a José y ordenó que lo metieran en la cárcel, donde estaban los presos del rey. Pero aun en la cárcel el Señor siguió estando con José y mostrándole su bondad, pues hizo que se ganara la simpatía del jefe de la cárcel, el cual dejó todos los presos a su cargo. José era el que daba las órdenes para todo lo que allí se hacía, y el jefe de la cárcel no tenía que revisar nada de lo que estaba a cargo de José, porque el Señor estaba con él y hacía que todo le saliera bien.
Génesis 39:12-23 La Biblia de las Américas (LBLA)
entonces ella lo asió de la ropa, diciendo: ¡Acuéstate conmigo! Mas él le dejó su ropa en la mano, y salió huyendo afuera. Y cuando ella vio que él había dejado su ropa en sus manos y había huido afuera, llamó a los hombres de su casa y les dijo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que se burle de nosotros; vino a mí para acostarse conmigo, pero yo grité a gran voz. Y sucedió que cuando él oyó que yo alzaba la voz y gritaba, dejó su ropa junto a mí y salió huyendo afuera. Y ella dejó junto a sí la ropa de él hasta que su señor vino a casa. Entonces ella le habló con estas palabras, diciendo: Vino a mí el esclavo hebreo que nos trajiste, para burlarse de mí; y cuando levanté la voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó afuera. Y aconteció que cuando su señor escuchó las palabras que su mujer le habló, diciendo: Esto es lo que tu esclavo me hizo, se encendió su ira. Entonces el amo de José lo tomó y lo echó en la cárcel, en el lugar donde se encerraba a los presos del rey; y allí permaneció en la cárcel. Mas el SEÑOR estaba con José y le extendió su misericordia, y le concedió gracia ante los ojos del jefe de la cárcel. Y el jefe de la cárcel confió en mano de José a todos los presos que estaban en la cárcel, y de todo lo que allí se hacía él era responsable. El jefe de la cárcel no supervisaba nada que estuviera bajo la responsabilidad de José, porque el SEÑOR estaba con él, y todo lo que él emprendía, el SEÑOR lo hacía prosperar.
Génesis 39:12-23 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Ella llegó, lo agarró del manto y le ordenó: «¡Vamos, acuéstate conmigo!». José se zafó de un tirón, pero dejó su manto en manos de ella al salir corriendo de la casa. Cuando ella vio que tenía el manto en las manos y que él había huido, llamó a sus siervos. Enseguida todos los hombres llegaron corriendo. «¡Miren! —dijo ella—. ¡Mi esposo ha traído aquí a este esclavo hebreo para que nos deje en ridículo! Él entró en mi cuarto para violarme, pero yo grité. Cuando me oyó gritar, salió corriendo y se escapó, pero dejó su manto en mis manos». Ella se quedó con el manto hasta que su esposo regresó a la casa. Luego le contó su versión de lo sucedido: «Ese esclavo hebreo que trajiste a nuestra casa intentó entrar y aprovecharse de mí; pero, cuando grité, ¡salió corriendo y dejó su manto en mis manos!». Potifar se enfureció cuando oyó el relato de su esposa acerca de cómo José la había tratado. Entonces agarró a José y lo metió en la cárcel donde estaban los presos del rey. José quedó allí, pero el SEÑOR estaba con José en la cárcel y le mostró su fiel amor. El SEÑOR hizo que José fuera el preferido del encargado de la cárcel. Poco después el director puso a José a cargo de los demás presos y de todo lo que ocurría en la cárcel. El encargado no tenía de qué preocuparse, porque José se ocupaba de todo. El SEÑOR estaba con él y lo prosperaba en todo lo que hacía.