Génesis 40:1-8
Génesis 40:1-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Tiempo después, el copero y el panadero del rey de Egipto ofendieron a su señor. El faraón se enojó contra estos dos oficiales suyos, es decir, contra el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos; así que los mandó presos a la casa del capitán de la guardia, que era la misma cárcel donde estaba preso José. Allí el capitán de la guardia encargó a José que atendiera a estos funcionarios. Después de haber estado algún tiempo en la cárcel, una noche los dos funcionarios, es decir, el copero y el panadero, tuvieron cada uno un sueño, cada sueño con su propio significado. A la mañana siguiente, cuando José fue a verlos, los encontró muy preocupados; por eso preguntó a los oficiales del faraón que estaban con él en la prisión: —¿Por qué andan hoy tan cabizbajos? —Los dos tuvimos un sueño —respondieron—, y no hay nadie que nos lo interprete. —¿Acaso no es Dios quien da la interpretación? —preguntó José—. ¿Por qué no me cuentan lo que soñaron?
Génesis 40:1-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Aconteció después de estas cosas, que el copero del rey de Egipto y el panadero delinquieron contra su señor el rey de Egipto. Y se enojó Faraón contra sus dos oficiales, contra el jefe de los coperos y contra el jefe de los panaderos, y los puso en prisión en la casa del capitán de la guardia, en la cárcel donde José estaba preso. Y el capitán de la guardia encargó de ellos a José, y él les servía; y estuvieron días en la prisión. Y ambos, el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban arrestados en la prisión, tuvieron un sueño, cada uno su propio sueño en una misma noche, cada uno con su propio significado. Vino a ellos José por la mañana, y los miró, y he aquí que estaban tristes. Y él preguntó a aquellos oficiales de Faraón, que estaban con él en la prisión de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué parecen hoy mal vuestros semblantes? Ellos le dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo interprete. Entonces les dijo José: ¿No son de Dios las interpretaciones? Contádmelo ahora.
Génesis 40:1-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Pasado un tiempo, el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos del faraón ofendieron a su señor, el rey. El faraón se enojó con esos dos funcionarios y los puso en la cárcel donde estaba José, en el palacio del capitán de la guardia. Ellos permanecieron en la cárcel durante mucho tiempo, y el capitán de la guardia los asignó a José, quien se ocupaba de ellos. Una noche, mientras estaban en la cárcel, el copero y el panadero del faraón tuvieron cada uno un sueño, y cada sueño tenía su propio significado. Cuando José los vio a la mañana siguiente, notó que los dos parecían preocupados. —¿Por qué se ven tan preocupados hoy? —les preguntó. —Anoche los dos tuvimos sueños —contestaron ellos—, pero nadie puede decirnos lo que significan. —La interpretación de los sueños es asunto de Dios —respondió José—. Vamos, cuéntenme lo que soñaron.
Génesis 40:1-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Algún tiempo después, el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos ofendieron al rey de Egipto, y el rey se enojó mucho con estos dos ayudantes. Entonces los puso bajo vigilancia en la cárcel donde José estaba preso. El capitán de la guardia los dejó al cuidado de José. Pasó el tiempo, y una noche el copero y el panadero tuvieron cada uno un sueño, y cada sueño tenía su propio significado. Al día siguiente, cuando José llegó a verlos, los encontró muy tristes, y les preguntó: —¿Por qué están hoy tan tristes? Ellos respondieron
Génesis 40:1-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Después de esto sucedió que el copero y el panadero del rey de Egipto delinquieron contra su señor, el rey de Egipto, y este se enojó contra sus dos oficiales, es decir, contra el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos, y los puso en prisión, en la cárcel donde José estaba preso, es decir, en la casa del capitán de la guardia. El capitán de la guardia puso a José a cargo de ellos, y él les servía, y ellos estuvieron en la prisión muchos días. Allí en la prisión, en una misma noche, tanto el copero como el panadero del rey de Egipto tuvieron cada uno un sueño, y cada sueño tenía su propio significado. Cuando José vino a verlos por la mañana, los miró y notó que estaban tristes. Entonces les preguntó a esos oficiales del faraón, que estaban presos como él en la casa de su señor: «¿Por qué tienen hoy tan mal semblante?» Ellos le dijeron: «Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo interprete.» Y José les dijo: «¿Acaso no corresponde a Dios interpretar los sueños? Cuéntenmelo ahora.»
Génesis 40:1-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Después de esto, el copero, o sea el encargado de servirle vino al rey, y también el panadero, ofendieron a su amo, el rey de Egipto. El faraón, o sea el rey, se enojó contra estos dos funcionarios, el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos, y los mandó presos a la casa del capitán de la guardia, donde estaba la cárcel. Era el mismo lugar donde José estaba preso. El capitán de la guardia encargó a José que atendiera a estos funcionarios, y ellos pasaron mucho tiempo en la cárcel. Una noche los dos presos, el copero y el panadero, tuvieron cada uno un sueño, y cada sueño tenía su propio significado. Por la mañana, cuando José vino a verlos, los encontró muy preocupados; así que les preguntó: —¿Por qué tienen hoy tan mala cara? —Tuvimos un sueño y no hay quien nos explique lo que quiere decir —contestaron ellos. —¿Y acaso no es Dios quien da las interpretaciones? —preguntó José—. Vamos, cuéntenme lo que soñaron.
Génesis 40:1-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
Después de estas cosas, sucedió que el copero y el panadero del rey de Egipto ofendieron a su señor, el rey de Egipto. Y Faraón se enojó contra sus dos oficiales, contra el jefe de los coperos y contra el jefe de los panaderos. Y los puso bajo custodia en la casa del capitán de la guardia, en la cárcel, en el mismo lugar donde José estaba preso. El capitán de la guardia se los asignó a José, y él les servía; y estuvieron bajo custodia por algún tiempo. Entonces el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban encerrados en la cárcel, tuvieron ambos un sueño en una misma noche, cada uno su propio sueño, y cada sueño con su propia interpretación. Y José vino a ellos por la mañana y los observó, y he aquí, estaban decaídos. Y preguntó a los oficiales de Faraón que estaban con él bajo custodia en casa de su señor: ¿Por qué están vuestros rostros tan tristes hoy? Y ellos le respondieron: Hemos tenido un sueño y no hay nadie que lo interprete. Entonces José les dijo: ¿No pertenecen a Dios las interpretaciones? Os ruego que me lo contéis.