Oseas 2:5-8
Oseas 2:5-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Su madre es una prostituta; la que los concibió es una desvergonzada. Pues dijo: “Quiero ir tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas”. Por eso le cerraré el paso con espinos; la encerraré para que no encuentre el camino. Perseguirá a sus amantes y no los alcanzará; los buscará y no los encontrará: entonces dirá: “Prefiero volver con mi primer esposo, porque antes me iba mejor que ahora”. Ella no ha reconocido que fui yo quien le dio el grano, el vino nuevo y el aceite. Yo le había multiplicado la plata y el oro, que ella usó para Baal.
Oseas 2:5-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
5 (7) »¡Israel se comporta como una desvergonzada! Todo el tiempo anda diciendo: “Voy a buscar a mis amantes, pues ellos son los que me dan todo lo que me hace falta: me alimentan, me visten, me perfuman y me divierten”. 6-7 (8-9) »Irá en busca de sus amantes, pero no podrá alcanzarlos ni tampoco los encontrará. Yo voy a encerrarla en una cerca de espinos, para que no pueda salir. Allí se pondrá a pensar: “Me iba mejor con mi primer marido, así que voy a volver con él”. 8 (10) »Ella no quiere reconocer que soy yo quien la alimenta y le da todo lo que le falta; ¡hasta oro y plata le he dado y con ellos se hizo ídolos!
Oseas 2:5-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Es un hecho que su madre se prostituyó; la que los dio a luz perdió la honra cuando dijo: “Voy a seguir a mis amantes, porque ellos me dan pan y agua, lana y lino, aceite y vino.” Por eso voy a plagar su camino con espinos; voy a cerrarle el paso, para que no encuentre el camino. Podrá seguir a sus amantes, pero no logrará alcanzarlos; irá en su busca, pero no los hallará. Y entonces dirá: “Voy a volver con mi primer marido, porque con él me iba mejor que ahora.” »Y es que ella no ha reconocido que soy yo quien le ha dado el trigo, el vino y el aceite; que soy yo quien le ha multiplicado la plata y el oro que le ofrece a Baal.
Oseas 2:5-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
5 (7) Su madre se prostituyó; perdió el honor, cuando dijo: “Iré en busca de mis amantes, los que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas.” 6 (8) »Por eso cerraré con espinos su camino y pondré una cerca a su alrededor, para que no encuentre sus senderos. 7 (9) Seguirá a sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, pero no los encontrará. Dirá entonces: “Volveré a mi primer marido, pues con él me iba mejor que ahora.” 8 (10) »Pero ella no reconoció que yo era quien le daba el trigo, el vino y el aceite; que yo era quien le aumentaba la plata y el oro con que fabricó sus ídolos.
Oseas 2:5-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos. Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora. Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.
Oseas 2:5-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
pues su madre se prostituyó; la que los concibió se deshonró, porque dijo: «Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida». Por tanto, he aquí, cercaré su camino con espinos, y levantaré un muro contra ella para que no encuentre sus senderos. Y seguirá a sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, pero no los hallará. Entonces dirá: «Iré y volveré a mi primer marido, porque mejor me iba entonces que ahora». ¶Pues ella no sabía que era yo el que le daba el trigo, el mosto y el aceite, y le prodigaba la plata y el oro, que ellos usaban para Baal.
Oseas 2:5-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Su madre es una prostituta descarada y quedó embarazada de una manera vergonzosa. Dijo: “Iré tras otros amantes y me venderé a cambio de comida y agua, a cambio de ropa de lana y lino, también a cambio de aceite de oliva y bebidas”. »Por esta razón la cercaré con espinos. Cerraré su paso con un muro para que pierda su rumbo. Cuando corra tras sus amantes, no podrá alcanzarlos. Los buscará, pero no los encontrará. Entonces pensará: “Mejor me sería volver a mi esposo porque con él estaba mejor que ahora”. Ella no se da cuenta de que fui yo quien le dio todo lo que tiene: grano, vino nuevo y aceite de oliva; hasta le di plata y oro. Pero ella le ofreció todos mis regalos a Baal.