Oseas 4:1-10
Oseas 4:1-10 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Escuchen, israelitas, la palabra del SEÑOR, porque el SEÑOR entabla un pleito contra los habitantes del país: «Ya no hay en esta tierra fidelidad ni amor ni conocimiento de Dios. Solo hay maldición, mentira y asesinato, robo y adulterio. Abunda la violencia y los homicidios se multiplican. Por tanto, se resecará la tierra y desfallecerán todos sus habitantes. ¡Morirán las bestias del campo, las aves del cielo y los peces del mar! »¡Que nadie acuse ni reprenda a nadie! ¡Tu pueblo parece acusar al sacerdote! Tropiezas de día y de noche y los profetas tropiezan contigo. Tu madre dejará de existir, pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido. »Puesto que rechazaste el conocimiento, yo también te rechazo como mi sacerdote. Ya que te olvidaste de la Ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos. Mientras más aumentaban los sacerdotes, más pecaban contra mí; cambiaron a quien es su gloria en algo vergonzoso. Del pecado de mi pueblo se alimentan; disfrutan de su perversidad. ¡Como es el pueblo, así será el sacerdote! Por eso les pediré cuentas de su conducta y les daré la paga de sus acciones. »Comerán, pero no quedarán satisfechos; se prostituirán, pero no procrearán; porque han abandonado al SEÑOR para entregarse
Oseas 4:1-10 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
¡Escuchen, israelitas, el mensaje de su Dios! Él les dice: «Yo tengo un pleito contra ustedes, los israelitas. Ustedes no son sinceros, ni aman a su prójimo. Todo el mundo mata y roba, miente y jura en falso, y no es fiel en su matrimonio. Por todos lados hay violencia. ¡Nadie me reconoce como su Dios! Por eso todos en el país lloran y se desaniman, y van desapareciendo los animales de la tierra, del cielo y del mar. »Mi acusación es solo contra los sacerdotes, ¡nadie más es responsable! De día y de noche pecan, y hacen pecar a los profetas; ¡por eso destruiré a su descendencia! »Mi pueblo no ha querido reconocerme como su Dios, y por eso se está muriendo. ¡Ni los sacerdotes me reconocen! Por eso no quiero que sigan sirviendo en mi templo. Ya que olvidaron mis mandamientos, yo también me olvidaré de sus hijos. »Mientras más sacerdotes había, más gente pecaba contra mí; por eso, en vez de premiarlos, los voy a humillar. Con las ofrendas que da mi pueblo para el perdón de sus pecados, ustedes hacen negocio. Por eso hacen todo lo posible para que el pueblo siga pecando. »La verdad es que castigaré tanto al pueblo como a los sacerdotes, pues ambos se han alejado de mí. Por eso, aunque coman mucho, siempre se quedarán con hambre; y por más que traten de tener hijos, jamás llegarán a tenerlos.
Oseas 4:1-10 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Hijos de Israel, ¡oigan la palabra del Señor! El Señor ha entablado un pleito contra los habitantes de la tierra, porque ya no hay en la tierra verdad ni misericordia, ni conocimiento de Dios; en cambio, abundan el perjurio, la mentira, las muertes, los robos, los adulterios, y homicidio tras homicidio. Por eso la tierra está de luto, y desfallecen todos sus habitantes. Por eso mueren las bestias del campo, las aves del cielo, y aun los peces del mar. «¡Que nadie entable pleito con nadie, ni reprenda a nadie! ¡Tu pueblo parece estar en pleito con los sacerdotes! Por eso caerás durante el día, y contigo caerá también el profeta durante la noche, y a tu madre la destruiré. Mi pueblo ha sido destruido porque le faltó conocimiento. Puesto que tú desechaste el conocimiento, yo te desecharé del sacerdocio; puesto que te olvidaste de la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. »Mientras más numerosos se hicieron, más pecaron contra mí. Por eso yo cambié su honra en afrenta. Se alimentan con el pecado de mi pueblo; sacian su apetito con su maldad. ¡De tal pueblo, tal sacerdote! Pero yo los castigaré por su conducta; ¡les daré lo que merecen sus acciones! Comerán, pero no se saciarán; se prostituirán, pero no tendrán hijos, porque dejaron de servir al Señor.
Oseas 4:1-10 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Israelitas, escuchen lo que dice el Señor. Él ha entablado un pleito contra los que viven en este país, porque aquí ya no hay lealtad entre la gente, ni fidelidad ni conocimiento de Dios. Abundan en cambio el juramento falso y la mentira, el asesinato y el robo, el adulterio y la violencia, y se comete homicidio tras homicidio. Por eso, el país está de luto; se quedan sin fuerzas los que viven en él; y con los animales salvajes y las aves mueren también los peces del mar. Dice el Señor: «¡Que nadie acuse ni reprenda a otro! Mi pleito es solo contra ti, sacerdote. Tú caerás en pleno día, y por la noche caerá también contigo el profeta, y a tu madre la destruiré. Mi pueblo no tiene conocimiento, por eso ha sido destruido. Y a ti, sacerdote, que rechazaste el conocimiento, yo te rechazo de mi sacerdocio. Puesto que tú olvidas las enseñanzas de tu Dios, yo me olvidaré de tus descendientes. »Cuantos más eran los sacerdotes, más pecaban contra mí; por lo tanto, cambiaré su honra en afrenta. Viven del pecado de mi pueblo; por eso anhelan que mi gente peque. Lo mismo al pueblo que a los sacerdotes, los castigaré por su conducta. Puesto que han dejado de servir al Señor, comerán, pero no quedarán satisfechos; se prostituirán, pero no tendrán hijos.
Oseas 4:1-10 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden. Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán. Ciertamente hombre no contienda ni reprenda a hombre, porque tu pueblo es como los que resisten al sacerdote. Caerás por tanto en el día, y caerá también contigo el profeta de noche; y a tu madre destruiré. Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Conforme a su grandeza, así pecaron contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta. Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma. Y será el pueblo como el sacerdote; le castigaré por su conducta, y le pagaré conforme a sus obras. Comerán, pero no se saciarán; fornicarán, mas no se multiplicarán, porque dejaron de servir a Jehová.
Oseas 4:1-10 La Biblia de las Américas (LBLA)
Escuchad la palabra del SEÑOR, hijos de Israel, porque el SEÑOR tiene querella contra los habitantes de la tierra, pues no hay fidelidad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Solo hay perjurio, mentira, asesinato, robo y adulterio. Emplean la violencia, y homicidios tras homicidios se suceden. Por eso la tierra está de luto, y languidece todo morador en ella junto con las bestias del campo y las aves del cielo; aun los peces del mar desaparecen. ¶Pero que nadie contienda ni nadie reprenda; porque tu pueblo es como los que contienden con el sacerdote. Tropezarás de día, y tropezará también el profeta contigo de noche, y destruiré a tu madre. Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Por cuanto tú has rechazado el conocimiento, yo también te rechazaré para que no seas mi sacerdote; como has olvidado la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos. ¶Cuanto más se multiplicaron, más pecaron contra mí; cambiaré, pues, su gloria en afrenta. Del pecado de mi pueblo se alimentan, y hacia su iniquidad dirigen sus deseos. Como el pueblo, así será el sacerdote; los castigaré por su proceder, y les pagaré según sus obras. Comerán, pero no se saciarán; se prostituirán, pero no se multiplicarán, porque han dejado de hacer caso al SEÑOR.
Oseas 4:1-10 Nueva Traducción Viviente (NTV)
¡Escucha la palabra del SEÑOR, oh pueblo de Israel! El SEÑOR ha presentado cargos en tu contra, diciendo: «No hay fidelidad, ni bondad ni conocimiento de Dios en tu tierra. Haces votos y los rompes; matas, robas y cometes adulterio. Hay violencia en todas partes: un asesinato tras otro. Por eso la tierra está de luto y todos desfallecen. Hasta los animales salvajes y las aves de los cielos y los peces del mar desaparecen. »¡No señales a otro para echarle la culpa! ¡Mi queja, sacerdotes, es con ustedes! Así que tropezarán en plena luz del día, y sus falsos profetas caerán con ustedes durante la noche. Y destruiré a su madre, Israel. Mi pueblo está siendo destruido porque no me conoce. Así como ustedes, sacerdotes, se niegan a conocerme, yo me niego a reconocerlos como mis sacerdotes. Ya que olvidaron las leyes de su Dios, me olvidaré de bendecir a sus hijos. Mientras más sacerdotes hay, más pecan contra mí. Han cambiado la gloria de Dios por la vergüenza de los ídolos. »Cuando la gente lleva su ofrenda por el pecado, los sacerdotes se alimentan. ¡Por eso se alegran cuando el pueblo peca! “Y lo que hacen los sacerdotes, el pueblo también lo hace”. Así que ahora castigaré tanto a los sacerdotes como al pueblo por sus perversas acciones. Comerán pero seguirán con hambre. Se prostituirán pero no lograrán nada, porque han abandonado al SEÑOR