Oseas 7:3-16
Oseas 7:3-16 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
»Con su maldad alegran al rey; con sus mentiras, a los príncipes. ¡Todos ellos son adúlteros! Parecen un horno encendido cuyo fuego no hace falta atizar desde que el panadero prepara la harina hasta que la masa fermenta. En el día de fiesta de nuestro rey, los príncipes se encienden con el vino y el rey da la mano a los burladores. Sus corazones son como un horno, mientras se acercan con intrigas. Su ira se adormece por la noche, pero se reaviva por la mañana. Todos ellos arden como un horno y devoran a sus gobernantes. Caen todos sus reyes, pero ninguno de ellos me invoca. »Efraín se mezcla con las naciones; parece una torta cocida de un solo lado. Los extranjeros minan sus fuerzas, pero él ni cuenta se da. Su pelo se ha encanecido, pero él ni cuenta se da. La arrogancia de Israel testifica en su contra, pero él no se vuelve al SEÑOR su Dios; a pesar de todo esto, no lo busca. »Efraín es como una paloma torpe y sin entendimiento, que unas veces pide ayuda a Egipto y otras, recurre a Asiria. Cuando vayan, lanzaré mi red sobre ellos; los derribaré como a las aves del cielo y cuando escuche que están juntos, los atraparé. ¡Ay de ellos, que de mí se alejaron! ¡Destrucción vendrá sobre ellos por rebelarse contra mí! Yo bien podría redimirlos, pero ellos mienten sobre mí. No me invocan de corazón, sino que se lamentan echados en sus camas. Para obtener grano y vino nuevo se laceran y se ponen en mi contra. Yo adiestré y fortalecí sus brazos, pero ellos maquinan maldades contra mí. No se vuelven al Altísimo; son como un arco engañoso. Sus líderes caerán a filo de espada por sus palabras insolentes. Y en la tierra de Egipto se burlarán de ellos.
Oseas 7:3-16 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Con sus pecados y mentiras alegran al rey y a sus jefes. No hay uno solo de ellos que sea fiel en su matrimonio; se parecen a un horno caliente, al que no hace falta calentarlo más: el panadero solo tiene que esperar a que fermente la masa. »Cuando el rey celebra alguna fiesta, los jefes beben hasta emborracharse; ¡y son esos borrachos burlones a quienes el rey llama sus amigos! Pero ellos se acercan al rey con la intención de traicionarlo. No descansan durante la noche, sino que se la pasan planeando cómo destruirlo al día siguiente. Son como un horno: ¡arden para quemar por completo a todos sus gobernantes! Quitan del trono a sus reyes, ¡pero ninguno de ellos busca mi ayuda! »Los de Israel han hecho amistad con gente que no cree en mí. Mi pueblo se parece al pan mal horneado: por un lado está bien cocido y por el otro lado está crudo. Los egipcios y los sirios están acabando con Israel, pero Israel ni siquiera se da cuenta. ¡Han acabado con sus fuerzas, pero tampoco se da cuenta! »Israel no ha querido arrepentirse ni buscarme a mí, que soy su Dios. Su orgullo no lo deja hacerlo. »Israel les pide ayuda y apoyo a las naciones de Egipto y Asiria. Actúa como una paloma confundida y sin inteligencia; pero, cuando vaya a buscar ayuda, lo atraparé como a los pájaros y lo castigaré por su maldad. »¡Qué mal les va a ir! ¡Se arrepentirán de haberme abandonado! ¡Terribles cosas vendrán sobre ellos porque se han rebelado contra mí! Yo estoy dispuesto a salvarlos, pero ellos solo me dicen mentiras. En sus camas lloran de dolor, y se hacen heridas a propósito, pero sus oraciones no son sinceras; lo hacen para pedirme buenas cosechas, pero siguen siendo rebeldes. »Yo les he dado enseñanzas, los he llenado de fuerza, pero ellos hacen planes contra mí. No me toman en cuenta, y por eso fracasan en todo. Sus jefes se creen muy valientes, pero morirán en el campo de batalla y los egipcios se burlarán de ellos.
Oseas 7:3-16 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Al rey lo divierten con su maldad, y a los príncipes con sus mentiras. Todos ellos son unos adúlteros. Son como un horno encendido, cuyo fuego no hace falta avivar desde que se hace la masa y hasta que esta fermenta. En las fiestas de nuestro rey, los príncipes se encienden con copas de vino, y el rey le tiende la mano a gente blasfema. Su corazón es como un horno abierto; durante la noche languidece el fuego, pero a la mañana se aviva. Todos ellos arden como un horno, y devoran a sus jueces; todos sus reyes fracasan, pero ninguno de ellos me pide ayuda. »Efraín se ha mezclado con otros pueblos; es como una torta a medio cocer. Gente extraña ha acabado con su fuerza, ¡y él ni cuenta se ha dado! Hasta canas le han salido, ¡pero él no se da por enterado! La arrogancia de Israel lo desmiente en su propia cara, ¡y ni así se vuelve a mí, su Señor y Dios, ni me busca! »Efraín es como una paloma ingenua y falta de entendimiento; ¡a Egipto le pide ayuda, pero recurre a Asiria! Cuando vayan allá, les tenderé una red y haré que caigan como pájaros. Los castigaré como ya se ha anunciado en sus congregaciones. ¡Ay de ellos, porque se apartaron de mí! ¡Les sobrevendrá la destrucción, porque se rebelaron contra mí! Yo los redimí, y ellos dijeron de mí solo mentiras. No claman a mí de todo corazón, sino que gritan acostados en sus camas. Se juntan para el trigo y el vino, pero se rebelan contra mí. Yo los he entrenado, he fortalecido sus brazos, pero ellos solo intrigan contra mí. Son como un arco engañoso, pues se vuelven, pero no hacia mí. Sus príncipes caen a filo de espada por la soberbia de su lengua, ¡y eso será su escarnio en la tierra de Egipto!
Oseas 7:3-16 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
»Con su maldad y sus mentiras mi pueblo divierte al rey y a los jefes. Todos ellos son adúlteros; son como el horno, que una vez encendido deja el hornero de atizarlo mientras fermenta la masa. En el día de la coronación de nuestro rey, los jefes le hicieron enfermar con el calor del vino. ¡Y él tendió la mano a los que se burlaban! Disponen su corazón para la intriga, como si dispusieran un horno; duerme el hornero toda la noche, pero a la mañana el horno sigue bien encendido. Sí, todos ellos arden como un horno que devoró a sus gobernantes. Todos sus reyes han caído, y no hay ni uno solo que me invoque. »Efraín se ha mezclado con otros pueblos. Efraín es como una torta cocida solamente por un lado. Gente extraña ha acabado con sus fuerzas sin que él se diera cuenta. ¡Hasta el pelo se le puso blanco sin que él se diera cuenta! El orgullo de Israel es testigo en contra suya. Con todo, ellos no se volvieron ni buscaron al Señor su Dios. Efraín es como una paloma atolondrada, sin inteligencia: pide ayuda a Egipto, acude luego a Asiria... Pero cuando vayan allá, lanzaré mi red sobre ellos; los haré caer como aves del cielo, los atraparé a causa de su maldad. »¡Ay de ellos por haberse apartado de mí! La destrucción los alcanzará porque contra mí se han rebelado. Yo quiero salvarlos, pero ellos mienten en contra mía. Aunque gritan cuando están en la cama, no me invocan de corazón. Para pedir trigo y vino se hacen heridas; ¡se han rebelado contra mí! Yo los había enseñado y había dado fuerzas a sus brazos, pero ellos planearon maldades contra mí. Se volvieron a los ídolos; son como un arco torcido, cuya flecha no da en el blanco. Por hablar con insolencia caerán sus jefes a filo de espada, y en Egipto se burlarán de ellos.
Oseas 7:3-16 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Con su maldad alegran al rey, y a los príncipes con sus mentiras. Todos ellos son adúlteros; son como horno encendido por el hornero, que cesa de avivar el fuego después que está hecha la masa, hasta que se haya leudado. En el día de nuestro rey los príncipes lo hicieron enfermar con copas de vino; extendió su mano con los escarnecedores. Aplicaron su corazón, semejante a un horno, a sus artificios; toda la noche duerme su hornero; a la mañana está encendido como llama de fuego. Todos ellos arden como un horno, y devoraron a sus jueces; cayeron todos sus reyes; no hay entre ellos quien a mí clame. Efraín se ha mezclado con los demás pueblos; Efraín fue torta no volteada. Devoraron extraños su fuerza, y él no lo supo; y aun canas le han cubierto, y él no lo supo. Y la soberbia de Israel testificará contra él en su cara; y no se volvieron a Jehová su Dios, ni lo buscaron con todo esto. Efraín fue como paloma incauta, sin entendimiento; llamarán a Egipto, acudirán a Asiria. Cuando fueren, tenderé sobre ellos mi red; les haré caer como aves del cielo; les castigaré conforme a lo que se ha anunciado en sus congregaciones. ¡Ay de ellos! porque se apartaron de mí; destrucción vendrá sobre ellos, porque contra mí se rebelaron; yo los redimí, y ellos hablaron mentiras contra mí. Y no clamaron a mí con su corazón cuando gritaban sobre sus camas; para el trigo y el mosto se congregaron, se rebelaron contra mí. Y aunque yo los enseñé y fortalecí sus brazos, contra mí pensaron mal. Volvieron, pero no al Altísimo; fueron como arco engañoso; cayeron sus príncipes a espada por la soberbia de su lengua; esto será su escarnio en la tierra de Egipto.
Oseas 7:3-16 La Biblia de las Américas (LBLA)
Con su maldad alegran al rey, y con sus mentiras a los príncipes. Todos ellos son adúlteros; son como horno encendido por el hornero, que deja de atizar el fuego desde que prepara la masa hasta que fermenta. En la fiesta de nuestro rey, los príncipes se enfermaron por el calor del vino; él extendió la mano a los escarnecedores, pues sus corazones son como un horno mientras se acercan a su emboscada; toda la noche duerme su ira, por la mañana arde como llamas de fuego. Todos ellos están calientes como un horno, y devoran a sus gobernantes; todos sus reyes han caído. No hay entre ellos quien me invoque. ¶Efraín se mezcla con las naciones; Efraín es como una torta no volteada. Devoran extranjeros su fuerza, y él no lo sabe; también tiene cabellos canos, y él no lo sabe. Testifica contra él el orgullo de Israel, pero no se han vuelto al SEÑOR su Dios, ni lo han buscado a pesar de todo esto. Efraín es como paloma incauta, sin entendimiento; llaman a Egipto, acuden a Asiria. Cuando vayan, tenderé sobre ellos mi red, como aves del cielo los haré caer; los castigaré conforme a lo anunciado a su congregación. ¡Ay de ellos, pues de mí se han alejado! Sobre ellos vendrá la destrucción, porque contra mí se han rebelado; yo los redimiría, pero ellos hablan mentiras contra mí. Y no claman a mí de corazón cuando gimen en sus lechos; por el trigo y el mosto se reunen, y se alejan de mí. Aunque yo adiestré y fortalecí sus brazos, traman el mal contra mí. Se vuelven, pero no hacia lo alto, son como un arco engañoso. Sus príncipes caerán a espada por la insolencia de sus lenguas; esto será su escarnio en la tierra de Egipto.
Oseas 7:3-16 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»El pueblo entretiene al rey con sus perversidades, y los príncipes se ríen de todas las mentiras del pueblo. Son todos adúlteros, siempre ardiendo con pasión. Son como un horno que se mantiene caliente mientras el panadero prepara la masa. Durante una fiesta del rey, los príncipes se emborrachan con vino y se entregan a la juerga con los que se burlan de ellos. Sus corazones son como un horno recalentado con intriga. Sus maquinaciones humean durante la noche y por la mañana estallan en un incendio violento. Como un horno ardiente, consumen a sus líderes. Matan a sus reyes uno tras otro, y nadie clama a mí en busca de ayuda. »El pueblo de Israel se mezcla con paganos de otras naciones, ¡y se vuelven tan inútiles como un pastel a medio cocer! El rendir culto a dioses ajenos consume sus fuerzas, pero ellos ni cuenta se dan. Su cabello se ha encanecido, pero no se dan cuenta de que están viejos y débiles. Su arrogancia testifica en su contra, sin embargo, no se vuelven al SEÑOR su Dios, ni siquiera tratan de encontrarlo. »El pueblo de Israel se ha vuelto como palomas, necias y tontas; primero clama a Egipto en busca de ayuda y luego vuela a Asiria. Pero mientras revolotean, arrojaré mi red sobre ellos y los derribaré como a un pájaro que cae del cielo. Los castigaré por todo el mal que hacen. »¡Qué aflicción les espera a los que me han abandonado! Déjenlos morir porque se han rebelado contra mí. Yo deseaba redimirlos, pero han dicho mentiras de mí. En lugar de invocarme con corazón sincero, se quedan sentados en sus sillones y se lamentan. Se hacen cortaduras en el cuerpo y suplican grano y vino nuevo a dioses ajenos y se alejan de mí. Yo los entrené y los hice fuertes, pero ahora, traman maldades en mi contra. Miran en todas partes menos al Altísimo. Son tan inútiles como un arco torcido. Sus líderes morirán a manos de sus enemigos a causa de su insolencia hacia mí. Entonces el pueblo de Egipto se reirá de ellos.