Isaías 30:19-26
Isaías 30:19-26 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Y ustedes, israelitas que viven en la ciudad de Jerusalén, ya no tienen por qué llorar. Dios les tendrá compasión tan pronto como le pidan ayuda. En cuanto oiga sus gritos, les responderá. Y si acaso les envía algún sufrimiento, ya no se quedará escondido. Dios es su maestro, y ustedes lo verán con sus propios ojos. »Si acaso dejan de adorarlo, oirán una voz que les dirá: “No hagan eso, porque eso no me agrada. Adórenme solo a mí”. Ustedes llegarán a ver como basura sus ídolos de oro y plata. Entonces, cuando siembren sus campos, Dios les enviará lluvia. Así la tierra producirá trigo en abundancia. »Ese día, su ganado tendrá mucho lugar donde pastar. También los bueyes y los burros que trabajan en sus campos podrán alimentarse de ricos pastos. »Cuando Dios castigue a sus enemigos y destruya sus fortalezas, bajarán de las colinas y de las altas montañas grandes corrientes de agua. Ese día Dios les sanará las heridas, porque ustedes son su pueblo. La luz de la luna será tan brillante como la del sol, y el sol brillará siete veces más. ¡Será como si brillaran siete soles juntos!»
Isaías 30:19-26 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Ustedes, los que habitan en el monte Sión, en Jerusalén, nunca más volverán a llorar; porque el Dios misericordioso se apiadará de ustedes, y les responderá cuando oiga la voz de su clamor. Aunque el Señor les hará comer un pan de congoja y les dará a beber agua de angustia, nunca más se les quitarán sus maestros, sino que los verán con sus propios ojos. Entonces oirán ustedes decir a sus espaldas estas palabras: «Este es el camino; vayan por él. No se desvíen a la derecha ni a la izquierda.» Entonces rasparán la cubierta de sus esculturas de plata y la vestidura de sus imágenes de oro fundido; las harán a un lado, como a un trapo asqueroso, y dirán: «¡Fuera de aquí!» Cuando siembres la tierra, el Señor enviará lluvia sobre tu siembra, y del fruto de la tierra te dará abundante comida. Entonces tus ganados pastarán en terrenos espaciosos; tus bueyes y tus asnos, con los que labras la tierra, comerán grano limpio, sacudido con pala y criba; y el día de la gran matanza, cuando caigan las torres, sobre todo monte alto y sobre toda colina elevada habrá muchos ríos y arroyos. El día que el Señor ponga una venda en la herida de su pueblo, y cure la llaga que le causó, la luz de la luna alumbrará como la luz del sol, y la luz del sol alumbrará siete veces más, como la luz de siete días.
Isaías 30:19-26 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Oh pueblo de Sion, que vives en Jerusalén, ya no llorarás más. Él será compasivo si le pides ayuda; sin ninguna duda, él responderá a los clamores. Aunque el Señor te dio a comer adversidad y a beber sufrimiento, él seguirá contigo a fin de enseñarte; verás a tu maestro con tus propios ojos. Tus oídos lo escucharán. Detrás de ti, una voz dirá: «Este es el camino por el que debes ir», ya sea a la derecha o a la izquierda. Entonces destruirás todos tus ídolos de plata y tus valiosas imágenes de oro. Los desecharás como trapos sucios, y les dirás: «¡Adiós y hasta nunca!». Entonces el SEÑOR te bendecirá con lluvia durante el tiempo de la siembra. Habrá cosechas maravillosas y muchos pastizales para tus animales. Los bueyes y los burros que cultivan los campos comerán buen grano, y el viento llevará la paja. En aquel día, cuando tus enemigos sean masacrados y caigan las torres, descenderán corrientes de agua de cada monte y colina. La luna será tan resplandeciente como el sol, y el sol brillará siete veces más, como la luz de siete días en uno solo. Así será cuando el SEÑOR comience a sanar a su pueblo y a curar las heridas que le hizo.
Isaías 30:19-26 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no llorarás más. ¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda! Tan pronto como te oiga, te responderá. Aunque el Señor te dé pan de adversidad y agua de aflicción, tus maestros no se esconderán más; con tus propios ojos los verás. Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Este es el camino; síguelo». Entonces profanarás tus ídolos enchapados en plata y tus imágenes revestidas de oro; los arrojarás como trapo impuro y les dirás: «¡Fuera de aquí!». El Señor te enviará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y el alimento que produzca la tierra será suculento y abundante. En aquel día tu ganado pacerá en extensas praderas. Los bueyes y los burros que trabajan la tierra comerán el mejor grano, arrojado al aire con pala y rastrillo. En el día de la gran masacre, cuando caigan las torres, habrá arroyos y corrientes de agua en toda montaña alta y en toda colina elevada. Cuando el SEÑOR ponga una venda en la fractura de su pueblo y sane las heridas que le causó, brillará la luna como el sol, y será la luz del sol siete veces más intensa, como la luz de siete días enteros.
Isaías 30:19-26 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Pueblo de Sión, que vives en Jerusalén: ya no llorarás más. El Señor tendrá compasión de ti al oír que gritas pidiendo ayuda, y apenas te oiga, te responderá. Y aunque el Señor te dé el pan del sufrimiento y el agua de la aflicción, él, que es tu maestro, no se esconderá más; con tus propios ojos lo verás. Y si te desvías a la derecha o a la izquierda, oirás una voz detrás de ti, que te dirá: «Por aquí es el camino, vayan por aquí.» Y despreciarás como cosas impuras tus imágenes de plata y tus ídolos recubiertos de oro. Los rechazarás como algo impuro y los considerarás como basura. El Señor te dará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y la tierra producirá trigo abundante y fértil. En ese día tu ganado tendrá lugar en abundancia para pastar. Hasta los bueyes y los burros que trabajan en tus campos tendrán para comer el mejor y más exquisito forraje. Cuando llegue el día de la gran matanza y caigan las fortalezas, habrá ríos y torrentes de agua en todas las altas montañas y en las colinas elevadas. El Señor curará y vendará las heridas de su pueblo. Entonces la luna alumbrará como el sol, y la luz del sol será siete veces más fuerte, como la luz de siete soles juntos.
Isaías 30:19-26 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá. Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda. Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso; ¡Sal fuera! les dirás. Entonces dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan del fruto de la tierra, y será abundante y pingüe; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas dehesas. Tus bueyes y tus asnos que labran la tierra comerán grano limpio, aventado con pala y criba. Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado elevado, habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres. Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Jehová la herida de su pueblo, y curare la llaga que él causó.
Isaías 30:19-26 La Biblia de las Américas (LBLA)
Oh pueblo de Sión, morador de Jerusalén, no llorarás más. Ciertamente se apiadará de ti a la voz de tu clamor; cuando la oiga, te responderá. Aunque el Señor os ha dado pan de escasez y agua de opresión, tu Maestro no se esconderá más, sino que tus ojos contemplarán a tu Maestro. Tus oídos oirán detrás de ti una palabra: Este es el camino, andad en él, ya sea que vayáis a la derecha o a la izquierda. Y profanarás tus imágenes talladas recubiertas de plata, y tus imágenes fundidas revestidas de oro. Las esparcirás como cosa inmunda, y les dirás: ¡Fuera de aquí! Entonces Él dará lluvia para la semilla que sembrarás en la tierra, y pan del producto de la tierra, y será rico y abundante. En aquel día tus ganados serán apacentados en espaciosos pastizales. También los bueyes y los asnos que labran la tierra comerán forraje salado, que ha sido aventado con pala y con bieldo. Sobre todo monte alto y sobre toda colina elevada habrá arroyos de aguas perennes el día de la gran matanza, cuando caigan las torres. Y será la luz de la luna como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que el SEÑOR ponga una venda en la fractura de su pueblo y cure la llaga que Él ha causado.