Jeremías 32:36-44
Jeremías 32:36-44 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y con todo, ahora así dice Jehová Dios de Israel a esta ciudad, de la cual decís vosotros: Entregada será en mano del rey de Babilonia a espada, a hambre y a pestilencia: He aquí que yo los reuniré de todas las tierras a las cuales los eché con mi furor, y con mi enojo e indignación grande; y los haré volver a este lugar, y los haré habitar seguramente; y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios. Y les daré un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos. Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí. Y me alegraré con ellos haciéndoles bien, y los plantaré en esta tierra en verdad, de todo mi corazón y de toda mi alma. Porque así ha dicho Jehová: Como traje sobre este pueblo todo este gran mal, así traeré sobre ellos todo el bien que acerca de ellos hablo. Y poseerán heredad en esta tierra de la cual vosotros decís: Está desierta, sin hombres y sin animales, es entregada en manos de los caldeos. Heredades comprarán por dinero, y harán escritura y la sellarán y pondrán testigos, en tierra de Benjamín y en los contornos de Jerusalén, y en las ciudades de Judá; y en las ciudades de las montañas, y en las ciudades de la Sefela, y en las ciudades del Neguev; porque yo haré regresar sus cautivos, dice Jehová.
Jeremías 32:36-44 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
»Por tanto, así dice el SEÑOR, Dios de Israel, acerca de esta ciudad que, según ustedes, caerá en manos del rey de Babilonia por la espada, el hambre y la pestilencia: Voy a reunirlos de todos los países adonde en mi ira, furor y terrible enojo los dispersé, y los haré volver a este lugar para que vivan seguros. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Yo les daré un solo corazón y un solo camino, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos. Haré con ellos un pacto eterno: nunca dejaré de estar con ellos para mostrarles mi favor; pondré mi temor en sus corazones, así no se apartarán de mí. Me regocijaré en favorecerlos y con todo mi corazón y con toda mi alma los plantaré firmemente en esta tierra. »Así dice el SEÑOR: Tal como traje esta gran calamidad sobre este pueblo, yo mismo voy a traer sobre ellos todo el bien que he prometido. Se comprarán campos en esta tierra, de la cual ustedes dicen: “Es una tierra desolada, sin gente ni animales, porque fue entregada en manos de los babilonios”. En la tierra de Benjamín y en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de Judá, de la región montañosa, de la llanura y del Néguev, se comprarán campos por dinero, se firmarán escrituras y se sellarán ante testigos —afirma el SEÑOR—, porque yo los haré volver del cautiverio».
Jeremías 32:36-44 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Por eso yo, el Dios de Israel, te digo que lo que has anunciado es verdad: la ciudad de Jerusalén caerá en manos del rey de Babilonia por causa de la guerra, el hambre y la enfermedad. Yo estoy muy enojado con mi pueblo, y por eso lo he dispersado por muchos países. Pero en el futuro volveré a reunirlos, haré que vuelvan a Jerusalén, y entonces vivirán tranquilos y seguros. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. Haré que tengan buenos pensamientos, y que cambien de conducta. Así me respetarán siempre, y eso será provechoso para ellos y para sus hijos. Haré con ellos un pacto que durará para siempre. Estaré con mi pueblo en todo momento, y lo ayudaré; haré que me respete, y que no vuelva a alejarse de mí. Con todo mi corazón volveré a establecerlo en esta tierra, y mi mayor alegría será que mi pueblo esté bien. »Yo, el Dios de Israel, declaro: Así como le di a mi pueblo este castigo, también le daré todo lo bueno que le he prometido. Ahora mi pueblo dice que esta tierra es un desierto, y que no tiene gente ni animales porque yo la puse en manos de los babilonios. Pero yo les aseguro a todos que volverán a comprar terrenos en este país. Sí, volverán a comprar propiedades y firmarán y sellarán las escrituras delante de testigos. Esas compras las harán en el territorio de Benjamín y en los pueblos cercanos a Jerusalén, en las ciudades de Judá y en las ciudades de la región montañosa, y también en las ciudades de la llanura y en el desierto. Les juro que los haré volver de Babilonia».
Jeremías 32:36-44 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Por todo eso, ahora el Señor y Dios de Israel dice a esta ciudad, acerca de la cual ustedes dicen que, por causa de la espada, el hambre y la peste, va a caer en manos del rey de Babilonia: «Voy a reunirlos de todos los países por los que, en mi furor y gran indignación, los esparcí, y los haré volver a este lugar para que vivan tranquilos. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. Yo les daré un solo corazón y un solo camino, para que me teman perpetuamente, para bien de ellos y de sus hijos. Haré con ellos un pacto eterno, y nunca dejaré de hacerles bien. Pondré mi temor en su corazón, para que no se aparten de mí, y en verdad me regocijaré de hacerles bien. Con todo mi corazón y con toda mi alma los plantaré en esta tierra.» Así ha dicho el Señor: «Así como descargué todo este gran mal sobre este pueblo, así también derramaré sobre ellos todo el bien que les he prometido. Y aunque al hablar de esta tierra ustedes dicen que está desierta, y sin gente ni animales, y que caerá en manos de los caldeos, yo les digo que volverán a poseerla. En el territorio de Benjamín y en los contornos de Jerusalén volverán a comprarse terrenos por dinero, y se harán las escrituras y se sellarán en presencia de testigos. Y esto mismo se hará en las ciudades de Judá, y en las ciudades de las montañas, de la Sefela y del Néguev; porque yo haré volver a sus cautivos.» —Palabra del Señor.
Jeremías 32:36-44 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
»Yo, el Señor, el Dios de Israel, digo acerca de esta ciudad que tú dices que va a caer en poder del rey de Babilonia por causa de la guerra, el hambre y la peste: Voy a reunir a sus ciudadanos de entre todos los países por donde los dispersé cuando me llené de enojo, ira y furor terrible, y los haré volver a este lugar para que en él vivan tranquilos. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. Haré que solo tengan voluntad y determinación de honrarme toda su vida, para su propio bien y el de sus descendientes. Haré con ellos una alianza eterna: me comprometeré a no dejar nunca de hacerles bien, y les llenaré del deseo de honrarme y de no apartarse nunca de mí. Yo me alegraré de hacerles bien, y de todo corazón y con toda sinceridad los haré habitar en este país.» El Señor añadió: «Así como envié esta calamidad tan grande a este pueblo, también le enviaré todos los bienes que le he prometido. Y en este país, que dices que va a quedar desierto, sin hombres ni animales, y que va a caer en poder de los caldeos, se volverán a comprar terrenos. Se comprarán y se harán los contratos por escrito, con sello y firmas de testigos. Esto sucederá en el territorio de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá, tanto de la región montañosa como de la llanura, y en las ciudades del Négueb, porque yo haré que cambie su suerte. Yo, el Señor, lo afirmo.»
Jeremías 32:36-44 La Biblia de las Américas (LBLA)
Ahora pues, así dice el SEÑOR, Dios de Israel, en cuanto a esta ciudad de la cual vosotros decís: «Va a ser entregada en mano del rey de Babilonia por la espada, por el hambre y por la pestilencia». He aquí, los reuniré de todas las tierras a las cuales los he echado en mi ira, en mi furor y con gran enojo, y los haré volver a este lugar y los haré morar seguros. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios; y les daré un solo corazón y un solo camino, para que me teman siempre, para bien de ellos y de sus hijos después de ellos. Haré con ellos un pacto eterno, por el que no me apartaré de ellos, para hacerles bien, e infundiré mi temor en sus corazones para que no se aparten de mí. Me regocijaré en ellos haciéndoles bien, y ciertamente los plantaré en esta tierra, con todo mi corazón y con toda mi alma. Porque así dice el SEÑOR: «Como he traído a este pueblo toda esta gran calamidad así he de traer sobre ellos todo el bien que les prometo. Y se comprarán campos en esta tierra de la cual decís vosotros: “Es una desolación, sin hombres ni animales; entregada está en mano de los caldeos”. La gente comprará campos por dinero, firmarán y sellarán escrituras y llamarán a testigos, en la tierra de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de Judá, en las ciudades de la región montañosa, en las ciudades de la llanura y en las ciudades del Neguev, porque restauraré su bienestar» —declara el SEÑOR.
Jeremías 32:36-44 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»Ahora quiero decir algo más acerca de esta ciudad. Ustedes han estado diciendo: “La ciudad caerá ante el rey de Babilonia por guerra, hambre y enfermedad”; pero esto dice el SEÑOR, Dios de Israel: ciertamente traeré de regreso a mi pueblo de todos los países adonde lo esparcí en mi furor. Lo traeré de regreso a esta misma ciudad para que viva en paz y seguridad. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Les daré un solo corazón y un solo propósito: adorarme para siempre para su propio bien y el bien de todos sus descendientes. Y haré un pacto eterno con ellos: nunca dejaré de hacerles bien. Pondré en el corazón de ellos el deseo de adorarme, y nunca me dejarán. Me gozaré en hacerles bien, y con fidelidad y de todo corazón los volveré a plantar en esta tierra. »Esto dice el SEÑOR: así como traje todas estas calamidades sobre ellos, así haré todo el bien que les he prometido. Se volverán a comprar y a vender terrenos en esta tierra de la que ahora ustedes dicen: “Ha sido arrasada por los babilonios, es una tierra desolada de donde la gente y los animales han desaparecido”. Es cierto, otra vez se comprarán y venderán terrenos —con escrituras firmadas y selladas frente a testigos— en la tierra de Benjamín y aquí en Jerusalén, en las ciudades de Judá y en la zona montañosa, en las colinas de Judá y también en el Neguev. Pues algún día les devolveré la prosperidad. ¡Yo, el SEÑOR, he hablado!».