S. Juan 1:4-8
S. Juan 1:4-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.
S. Juan 1:4-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
En él estaba la vida y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en la oscuridad y la oscuridad no ha podido apagarla. Vino un hombre llamado Juan. Dios lo envió como testigo para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyeran. Juan no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz.
S. Juan 1:4-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
De la Palabra nace la vida, y la Palabra, que es la vida, es también nuestra luz. La luz alumbra en la oscuridad, ¡y nada puede destruirla! Dios envió a un hombre llamado Juan, para que hablara con la gente y la convenciera de creer en la luz. Juan no era la luz; él solo vino para mostrar quién era la luz.
S. Juan 1:4-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
En la Palabra estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para dar testimonio de la luz, a fin de que todos creyeran por él. Él no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz.
S. Juan 1:4-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla. Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió como testigo, para que diera testimonio de la luz y para que todos creyeran por lo que él decía. Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz.
S. Juan 1:4-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. Vino al mundo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan. Este vino como testigo, para testificar de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz.
S. Juan 1:4-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
La Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos. La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla. Dios envió a un hombre llamado Juan el Bautista para que contara acerca de la luz, a fin de que todos creyeran por su testimonio. Juan no era la luz; era solo un testigo para hablar de la luz.