Job 5:1-7
Job 5:1-7 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
»Clama, si quieres, pero ¿habrá quien te responda? ¿A cuál de los seres angelicales te dirigirás? El resentimiento mata a los necios; la envidia mata a los insensatos. Yo mismo he visto al necio echar raíces, pero de pronto su casa fue maldecida. Sus hijos distan mucho de estar a salvo; en el tribunal son oprimidos y nadie los defiende. Los hambrientos se comen su cosecha, y la recogen de entre las espinas; los sedientos se beben sus riquezas. Y aunque las penas no brotan del suelo, ni los sufrimientos provienen de la tierra, con todo, el hombre nace para sufrir, tan cierto como que las chispas vuelan.
Job 5:1-7 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»¡Grita, Job! ¡Grita todo lo que quieras, a ver si algún ángel te responde! Solo los tontos y necios se mueren de celos y envidia. Algunos llegan a prosperar, pero su casa está maldita. A sus hijos, nadie los ayuda ni los defiende; ¡en los tribunales del pueblo nadie les hace justicia! Sus riquezas y sus cosechas terminan en la mesa de los hambrientos. »¡Siempre hay una razón para el mal y la desgracia! Así como el fuego es la causa de que salten chispas, nosotros somos responsables de nuestra propia desgracia.
Job 5:1-7 Reina Valera Contemporánea (RVC)
»Grita cuanto puedas; a ver quién te responde. ¿A qué dioses puedes apelar? Es un hecho que al necio lo mata la ira, y a los que todo codician los mata la envidia. He visto cómo prospera el malvado, pero al mismo tiempo he deseado su desgracia; he deseado que sus hijos vivan inseguros, y que en el tribunal no se les haga justicia, que no haya quién los defienda; que los hambrientos se coman su cosecha, y que ellos la rebusquen entre los espinos; que los sedientos los dejen en la ruina. Ni la aflicción ni los sufrimientos brotan de la tierra sin razón alguna; en cambio nosotros somos como las chispas: saltamos por el aire tan solo para morir.
Job 5:1-7 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»Por más que grites por ayuda, ¿quién te responderá? ¿Cuál de los ángeles te ayudará? Te aseguro que el resentimiento destruye al necio, y los celos matan al ingenuo. He visto a los necios triunfar momentáneamente en la vida, pero después llega la calamidad repentina. Sus hijos quedan abandonados y lejos de toda ayuda; los oprimen en el tribunal y no hay quien los defienda. Su cosecha la devoran los hambrientos, aun cuando esté rodeada de zarzas; los sedientos jadean tras su riqueza. El mal no germina del suelo ni la aflicción brota de la tierra, pero la gente nace para tener problemas tan cierto como que las chispas vuelan del fuego.
Job 5:1-7 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Grita, Job, a ver quién te responde. ¿A qué ángel vas a recurrir? Entregarse a la amargura o a la pasión es una necedad que lleva a la muerte. He visto al necio empezar a prosperar, mas su casa fue pronto destruida. Sus hijos no tienen quien los ayude; en los tribunales los tratan injustamente y no hay quien los defienda. Sus cosechas se las comen los hambrientos sacándolas de entre los espinos, y los sedientos les envidian sus riquezas. La maldad no brota del suelo; la desdicha no nace de la tierra: es el hombre el que causa la desdicha, así como del fuego salen volando las chispas.
Job 5:1-7 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Ahora, pues, da voces; ¿habrá quien te responda? ¿Y a cuál de los santos te volverás? Es cierto que al necio lo mata la ira, Y al codicioso lo consume la envidia. Yo he visto al necio que echaba raíces, Y en la misma hora maldije su habitación. Sus hijos estarán lejos de la seguridad; En la puerta serán quebrantados, Y no habrá quién los libre. Su mies comerán los hambrientos, Y la sacarán de entre los espinos, Y los sedientos beberán su hacienda. Porque la aflicción no sale del polvo, Ni la molestia brota de la tierra. Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción.
Job 5:1-7 La Biblia de las Américas (LBLA)
Llama ahora, ¿habrá quién te responda? ¿Y a cuál de los santos te volverás? Porque el enojo mata al insensato, y la ira da muerte al necio. Yo he visto al insensato echar raíces, y al instante maldije su morada. Sus hijos no tienen seguridad alguna, aun en la puerta son oprimidos, y no hay quien los libre. Su cosecha devoran los hambrientos, la toman aun de entre los espinos, y el intrigante ansía su riqueza. Porque la aflicción no viene del polvo, ni brota el infortunio de la tierra; porque el hombre nace para la aflicción, como las chispas vuelan hacia arriba.