S. Lucas 5:1-8
S. Lucas 5:1-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Un día estaba Jesús a orillas del lago de Genesaret y la gente lo apretujaba para escuchar el mensaje de Dios. Entonces vio dos barcas que los pescadores habían dejado en la playa mientras lavaban las redes. Subió a una de las barcas, que pertenecía a Simón, y le pidió que la alejara un poco de la playa. Luego se sentó, y enseñaba a la gente desde la barca. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: —Lleva la barca hacia aguas más profundas y echen allí las redes para pescar. —Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada —contestó Simón—. Pero, como tú me lo mandas, echaré las redes. Así lo hicieron y recogieron una cantidad tan grande de peces que las redes se les rompían. Entonces llamaron por señas a sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos se acercaron y llenaron tanto las dos barcas que comenzaron a hundirse. Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: —¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador!
S. Lucas 5:1-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
En cierta ocasión, Jesús estaba junto al lago de Genesaret y el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. Jesús vio que cerca de la orilla del lago estaban dos barcas, y que los pescadores habían bajado de ellas para lavar sus redes. Jesús entró en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, y le pidió que la apartara un poco de la orilla; luego se sentó en la barca, y desde allí enseñaba a la multitud. Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: «Lleva la barca hacia la parte honda del lago, y echen allí sus redes para pescar.» Simón le dijo: «Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y no hemos pescado nada; pero ya que tú me lo pides, echaré la red.» Así lo hicieron, y fue tal la cantidad de peces que atraparon, que la red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Cuando aquellos llegaron, llenaron ambas barcas de tal manera, que poco faltaba para que se hundieran. Cuando Simón Pedro vio esto, cayó de rodillas ante Jesús y le dijo: «Señor, ¡apártate de mí, porque soy un pecador!»
S. Lucas 5:1-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.
S. Lucas 5:1-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Cierto día, mientras Jesús predicaba en la orilla del mar de Galilea, grandes multitudes se abalanzaban sobre él para escuchar la palabra de Dios. Jesús notó dos barcas vacías en la orilla porque los pescadores las habían dejado mientras lavaban sus redes. Al subir a una de las barcas, Jesús le pidió a Simón, el dueño de la barca, que la empujara al agua. Luego se sentó en la barca y desde allí enseñaba a las multitudes. Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: —Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus redes para pescar. —Maestro —respondió Simón—, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero si tú lo dices, echaré las redes nuevamente. Y esta vez las redes se llenaron de tantos peces ¡que comenzaron a romperse! Un grito de auxilio atrajo a los compañeros de la otra barca, y pronto las dos barcas estaban llenas de peces y a punto de hundirse. Cuando Simón Pedro se dio cuenta de lo que había sucedido, cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: —Señor, por favor, aléjate de mí; soy un hombre tan pecador.
S. Lucas 5:1-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Una vez Jesús estaba a la orilla del Lago de Galilea, y la gente se amontonó alrededor de él para escuchar el mensaje de Dios. Jesús vio dos barcas en la playa. Estaban vacías porque los pescadores estaban lavando sus redes. Una de esas barcas era de Simón Pedro. Jesús subió a ella y le pidió a Pedro que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca, y desde allí comenzó a enseñar a la gente. Cuando Jesús terminó de enseñarles, le dijo a Pedro: —Lleva la barca a la parte honda del lago, y lanza las redes para pescar. Pedro respondió: —Maestro, toda la noche estuvimos trabajando muy duro y no pescamos nada. Pero, si tú lo mandas, voy a echar las redes. Hicieron lo que Jesús les dijo, y fueron tantos los pescados que recogieron, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca, para que fueran enseguida a ayudarlos. Eran tantos los pescados que, entre todos, llenaron las dos barcas. Y las barcas estaban a punto de hundirse. Al ver esto, Pedro se arrodilló delante de Jesús y le dijo
S. Lucas 5:1-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
En una ocasión, estando Jesús a orillas del Lago de Genesaret, se sentía apretujado por la multitud que quería oír el mensaje de Dios. Jesús vio dos barcas en la playa. Los pescadores habían bajado de ellas a lavar sus redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca, y desde allí comenzó a enseñar a la gente. Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: —Lleva la barca a la parte honda del lago, y echen allí sus redes, para pescar. Simón le contestó: —Maestro, hemos estado trabajando toda la noche sin pescar nada; pero, ya que tú lo mandas, voy a echar las redes. Cuando lo hicieron, recogieron tanto pescado que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros de la otra barca, para que fueran a ayudarlos. Ellos fueron, y llenaron tanto las dos barcas que les faltaba poco para hundirse. Al ver esto, Simón Pedro se puso de rodillas delante de Jesús y le dijo: —¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!
S. Lucas 5:1-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre Él para oír la palabra de Dios, estando Jesús junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, pidió que se separara de tierra un poco; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Sal a la parte más profunday echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes. Y cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces, de modo que sus redes se rompían; entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!