Malaquías 2:10-17
Malaquías 2:10-17 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Yo, Malaquías, les digo: «Todos nosotros tenemos un mismo antepasado. Y a todos nosotros nos creó un solo Dios. Si esto es así, ¿por qué nos engañamos los unos a los otros? ¿Por qué no cumplimos con el pacto que Dios hizo con nuestros antepasados? ¡Todos en Judá y en Israel hemos sido infieles a Dios! ¡Todos hemos hecho actos vergonzosos en Jerusalén, en el templo mismo que Dios tanto ama! Los hombres de Judá se casan con mujeres que adoran a otros dioses, y todavía se preguntan por qué Dios ya no recibe con gusto sus ofrendas. Pues ahora, ¡que acabe Dios con quienes hacen eso, no importa que le traigan ofrendas y que llenen de lágrimas su altar! ¡Y que acabe también con quienes ven esto y no hacen nada para impedirlo! »Dios ha visto lo que han hecho todos ustedes: Cuando eran jóvenes, se casaron y se comprometieron a ser fieles a su esposa. Pero no han cumplido con su compromiso. Nuestro Dios nos creó para que fuéramos un solo cuerpo y un solo espíritu. Nos creó así para que fuéramos un pueblo consagrado a él. Nuestro Dios odia a quienes son violentos y abandonan a su esposa. Por lo tanto, ¡tengan cuidado y no le sean infieles a su esposa! »Nuestro Dios ya está cansado de sus quejas. Y lo cansan cuando dicen que Dios no es justo porque ve con buenos ojos a los malvados».
Malaquías 2:10-17 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de nuestros padres? Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación; porque Judá ha profanado el santuario de Jehová que él amó, y se casó con hija de dios extraño. Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que hiciere esto, al que vela y al que responde, y al que ofrece ofrenda a Jehová de los ejércitos. Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano. Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales. Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia?
Malaquías 2:10-17 Nueva Traducción Viviente (NTV)
¿No somos hijos del mismo Padre? ¿No fuimos creados por el mismo Dios? Entonces, ¿por qué nos traicionamos unos a otros, violando el pacto de nuestros antepasados? Judá ha sido infiel y se ha hecho una cosa detestable en Israel y en Jerusalén. Los hombres de Judá han contaminado el amado santuario del SEÑOR, al casarse con mujeres que rinden culto a ídolos. Que el SEÑOR arranque de la nación de Israel hasta el último de los hombres que haya hecho esto y que aun así lleva una ofrenda al SEÑOR de los Ejércitos Celestiales. Esta es otra cosa que hacen: cubren el altar del SEÑOR con lágrimas; lloran y gimen porque él no presta atención a sus ofrendas ni las acepta con agrado. Claman: «¿Por qué el SEÑOR no acepta mi adoración?». ¡Les diré por qué! Porque el SEÑOR fue testigo de los votos que tú y tu esposa hicieron cuando eran jóvenes. Pero tú le has sido infiel, aunque ella siguió siendo tu compañera fiel, la esposa con la que hiciste tus votos matrimoniales. ¿No te hizo uno el SEÑOR con tu esposa? En cuerpo y espíritu ustedes son de él. ¿Y qué es lo que él quiere? De esa unión quiere hijos que vivan para Dios. Por eso, guarda tu corazón y permanece fiel a la esposa de tu juventud. «¡Pues yo odio el divorcio! —dice el SEÑOR, Dios de Israel—. Divorciarte de tu esposa es abrumarla de crueldad —dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales—. Por eso guarda tu corazón; y no le seas infiel a tu esposa». Ustedes han cansado al SEÑOR con sus palabras. «¿Cómo lo hemos cansado?», preguntan. Lo cansaron diciendo que todos los que hacen el mal son buenos a los ojos del SEÑOR y que él se agrada de ellos. Lo han fatigado al preguntar: «¿Dónde está el Dios de justicia?».
Malaquías 2:10-17 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
¿No tenemos todos un solo Padre? ¿No nos creó un solo Dios? ¿Por qué, pues, profanamos el pacto de nuestros antepasados al traicionarnos unos a otros? Judá ha sido infiel. En Israel y en Jerusalén se ha cometido algo detestable: al casarse con mujeres que adoran a un dios extraño, Judá ha profanado el santuario que el SEÑOR ama. En cuanto al hombre que haga eso, quienquiera que sea, que el SEÑOR de los Ejércitos lo excluya de los campamentos de Jacob, aun cuando le lleve ofrendas. Otra cosa que ustedes hacen es inundar de lágrimas el altar del SEÑOR; lloran y se lamentan porque él ya no mira con agrado sus ofrendas ni las acepta con placer de sus manos. Y todavía preguntan: «¿Por qué?». Pues porque el SEÑOR actúa como testigo entre tú y la esposa de tu juventud, a la que traicionaste aunque es tu compañera, la esposa de tu pacto. ¿Acaso no hizo Dios un solo ser que es cuerpo y espíritu? Y ¿por qué es uno solo? Porque busca descendencia dada por Dios. Así que cuídense ustedes en su propio espíritu y no traicionen a la esposa de su juventud. «El hombre que aborrece y repudia a su esposa —dice el SEÑOR, Dios de Israel—, cubre de violencia sus vestiduras», dice el SEÑOR de los Ejércitos. Así que cuídense en su espíritu y no sean infieles. Ustedes han cansado al SEÑOR con sus palabras. Y encima preguntan: «¿En qué lo hemos cansado?». En que dicen: «Todo el que hace lo malo agrada al SEÑOR y él se complace con ellos». O se preguntan: «¿Dónde está el Dios de justicia?».
Malaquías 2:10-17 Reina Valera Contemporánea (RVC)
¿Acaso no tenemos todos un mismo padre? ¿Y acaso no nos ha creado un mismo Dios? Si esto es así, ¿por qué somos desleales el uno contra el otro y profanamos el pacto de nuestros padres? Judá ha pecado al casarse con la hija de un dios extraño, y con eso ha profanado el santuario que el Señor ama, y en Israel y en Jerusalén se han cometido cosas abominables. ¡Pues que el Señor extirpe de las tiendas de Jacob a quienes han cometido tales cosas, lo mismo al que vela que al que responde, o al que presenta ofrendas al Señor de los ejércitos! Una y otra vez cubren de lágrimas el altar del Señor. Lloran y gritan, pero el Señor no volverá la mirada para ver sus ofrendas, ni las aceptará con gusto. ¿Y se preguntan por qué? Pues porque el Señor ha visto que has sido desleal con la mujer de tu juventud, con tu compañera, con la que hiciste un pacto. ¿Acaso Dios no los hizo un solo ser, en el que abundaba el espíritu? ¿Y por qué un solo ser? Pues porque buscaba obtener una descendencia para Dios. Así que tengan cuidado con su propio espíritu, y no sean desleales con la mujer de su juventud. Porque el Señor y Dios de Israel, el Señor de los ejércitos, claramente ha dicho que aborrece el divorcio y a quienes encubren su iniquidad. Tengan, pues, cuidado con su propio espíritu, y no sean desleales. Ustedes han cansado al Señor con sus acciones. Y todavía se atreven a decir: «¿En qué lo hemos cansado?» Pues en que dicen: «Todo el que actúa mal agrada al Señor. Sí, el Señor se complace en ellos. De otra manera, ¿dónde está el Dios de justicia?»
Malaquías 2:10-17 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre, que es el Dios que a todos nos ha creado? ¿Por qué, pues, nos engañamos los unos a los otros, violando así la alianza que hizo Dios con nuestros antepasados? Judá es infiel a Dios, y se cometen acciones horribles en Jerusalén y en Israel. Judá ha violado la santidad del templo que el Señor ama, y los hombres de Judá han tomado por esposas mujeres que adoran a dioses falsos. ¡Ojalá el Señor borre de nuestra nación a quienes hacen tales cosas, sean quienes sean y aunque traigan ofrendas al Señor todopoderoso! Pero ustedes aún hacen más: inundan de lágrimas el altar del Señor, y lloran con grandes lamentos porque el Señor ya no acepta con gusto sus ofrendas. ¿Y aún preguntan ustedes por qué? Pues porque el Señor es testigo de que tú has faltado a la promesa que le hiciste a la mujer con quien te casaste cuando eras joven. ¡Era tu compañera, y tú le prometiste fidelidad! ¿Acaso no es un mismo Dios el que ha hecho el cuerpo y el espíritu? ¿Y qué requiere ese Dios sino descendientes que le sean consagrados? ¡Cuiden ustedes, pues, de su propio espíritu, y no falten a la promesa que le hicieron a la esposa de su juventud! El Señor Dios de Israel, el todopoderoso, dice: «¡Cuiden, pues, de su propio espíritu, y no sean infieles; pues yo aborrezco al que se divorcia de su esposa y se mancha cometiendo esa maldad!» El Señor ya está cansado de escucharles; y todavía ustedes preguntan: «¿Qué hemos dicho para que se haya cansado de escucharnos?» Pues ustedes han dicho que al Señor le agradan los que hacen lo malo, y que está contento con ellos. ¡Ustedes no creen que Dios sea justo!
Malaquías 2:10-17 La Biblia de las Américas (LBLA)
¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué nos portamos deslealmente unos contra otros, profanando el pacto de nuestros padres? Deslealmente ha obrado Judá, y una abominación se ha cometido en Israel y en Jerusalén; pues Judá ha profanado el santuario del SEÑOR, que Él ama, y se ha casado con la hija de un dios extraño. Que el SEÑOR extermine de las tiendas de Jacob al hombre que hace esto (sea testigo o defensor) aunque presente una ofrenda al SEÑOR de los ejércitos. Y esta otra cosa hacéis: cubrís el altar del SEÑOR de lágrimas, llantos y gemidos, porque Él ya no mira la ofrenda ni la acepta con agrado de vuestra mano. Y vosotros decís: «¿Por qué?». Porque el SEÑOR ha sido testigo entre tú y la mujer de tu juventud, contra la cual has obrado deslealmente, aunque ella es tu compañera y la mujer de tu pacto. Pero ninguno que tenga un remanente del Espíritu lo ha hecho así. ¿Y qué hizo este mientras buscaba una descendencia de parte de Dios? Prestad atención, pues, a vuestro espíritu; no seas desleal con la mujer de tu juventud. Porque yo detesto el divorcio —dice el SEÑOR, Dios de Israel— y al que cubre de iniquidad su vestidura —dice el SEÑOR de los ejércitos—. Prestad atención, pues, a vuestro espíritu y no seáis desleales. Habéis cansado al SEÑOR con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? Cuando decís: Todo el que hace mal es bueno a los ojos del SEÑOR, y en ellos Él se complace; o: ¿Dónde está el Dios de la justicia?