S. Mateo 22:15-22
S. Mateo 22:15-22 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Entonces salieron los fariseos y tramaron cómo tenderle a Jesús una trampa con sus mismas palabras. Enviaron algunos de sus discípulos junto con los partidarios del rey Herodes, los cuales le dijeron: —Maestro, sabemos que eres un hombre íntegro y que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad. No te dejas influir por nadie, porque no te fijas en las apariencias. Danos tu opinión: ¿Está permitido pagar impuestos al césar o no? Conociendo sus malas intenciones, Jesús respondió: —¡Hipócritas! ¿Por qué me tienden trampas? Muéstrenme la moneda para el impuesto. Y se la enseñaron. —¿De quién es esta imagen y esta inscripción? —preguntó. —Del césar —respondieron. —Entonces —dijo Jesús—, denle al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios. Al oír esto, quedaron asombrados. Así que lo dejaron y se fueron.
S. Mateo 22:15-22 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Un día, los fariseos se reunieron y decidieron ponerle una trampa a Jesús, para hacer que dijera algo malo. Mandaron a algunos de sus seguidores, junto con unos partidarios del rey Herodes, para que dijeran a Jesús: —Maestro, sabemos que siempre dices la verdad. Tú le enseñas a la gente que debe obedecer a Dios en todo. No te importa lo que digan los demás acerca de tus enseñanzas, porque tú no hablas para quedar bien con ellos. Dinos ahora qué opinas: ¿Está bien que le paguemos impuestos al emperador de Roma, o no? Pero como Jesús conocía las malas intenciones que tenían, les dijo: —¡Hipócritas! ¿Por qué quieren ponerme una trampa? Muéstrenme una de las monedas que se usan para pagar el impuesto. Entonces le trajeron una moneda de plata, y Jesús les preguntó: —¿De quién es la imagen que está en la moneda? ¿De quién es el nombre que tiene escrito? Ellos contestaron: —Del emperador romano. Jesús les dijo: —Pues denle al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios. Los fariseos quedaron asombrados al escuchar la respuesta, y se fueron.
S. Mateo 22:15-22 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Entonces los fariseos se fueron para pensar en cómo atrapar a Jesús en sus propias palabras. Enviaron a sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: «Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios; sabemos también que no permites que nadie influya en ti ni te dejas llevar por las apariencias humanas. Por tanto, dinos tu parecer. ¿Es lícito pagar tributo al César, o no?» Pero Jesús, que conocía la malicia de ellos, les dijo: «¡Hipócritas! ¿Por qué me tienden trampas? Muéstrenme la moneda del tributo.» Y ellos le mostraron un denario. Entonces él les preguntó: «¿De quién es esta imagen, y esta inscripción?» Le respondieron: «Del César.» Y él les dijo: «Pues bien, den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.» Al oír esto, se quedaron asombrados y se alejaron de él.
S. Mateo 22:15-22 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Después de esto, los fariseos fueron y se pusieron de acuerdo para hacerle decir a Jesús algo que les diera motivo para acusarlo. Así que mandaron a algunos de sus partidarios, junto con otros del partido de Herodes, a decirle: —Maestro, sabemos que tú dices la verdad, y que enseñas de veras el camino de Dios, sin dejarte llevar por lo que diga la gente, porque no hablas para darles gusto. Danos, pues, tu opinión: ¿Está bien que paguemos impuestos al emperador romano, o no? Jesús, dándose cuenta de la mala intención que llevaban, les dijo: —Hipócritas, ¿por qué me tienden trampas? Enséñenme la moneda con que se paga el impuesto. Le trajeron un denario, y Jesús les preguntó: —¿De quién es esta cara y el nombre que aquí está escrito? Le contestaron: —Del emperador. Jesús les dijo entonces: —Pues den al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios. Cuando oyeron esto, se quedaron admirados; y dejándolo, se fueron.
S. Mateo 22:15-22 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra. Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres. Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se fueron.
S. Mateo 22:15-22 La Biblia de las Américas (LBLA)
Entonces se fueron los fariseos y deliberaron entre sí cómo atraparle, sorprendiéndole en alguna palabra. Y le enviaron* sus discípulos junto con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad, y no buscas el favor de nadie, porque eres imparcial. Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito pagar impuesto al César, o no? Pero Jesús, conociendo su malicia, dijo: ¿Por qué me ponéis a prueba, hipócritas? Mostradme la moneda que se usa para pagar ese impuesto. Y le trajeron un denario. Y Él les dijo*: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? Ellos le dijeron*: Del César. Entonces Él les dijo*: Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Al oír esto, se maravillaron; y dejándole, se fueron.
S. Mateo 22:15-22 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces los fariseos se juntaron para tramar cómo hacer que Jesús cayera en la trampa de decir algo por lo cual pudiera ser arrestado. Enviaron a algunos de sus discípulos, junto con los partidarios de Herodes, a buscarlo. —Maestro —dijeron—, sabemos lo honesto que eres. Enseñas con verdad el camino de Dios. Eres imparcial y no tienes favoritismos. Ahora bien, dinos qué piensas de lo siguiente: ¿Es correcto que paguemos impuestos al César o no? Pero Jesús conocía sus malas intenciones. —¡Hipócritas! —dijo—. ¿Por qué intentan atraparme? Veamos, muéstrenme la moneda que se usa para el impuesto. Cuando le entregaron una moneda romana, les preguntó: —¿A quién pertenecen la imagen y el título grabados en la moneda? —Al César —contestaron. —Bien —dijo—, entonces den al César lo que pertenece al César y den a Dios lo que pertenece a Dios. Su respuesta los dejó asombrados, y se marcharon.