S. Mateo 9:27-31
S. Mateo 9:27-31 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda aquella tierra.
S. Mateo 9:27-31 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Al irse Jesús de allí, dos ciegos lo siguieron, gritándole: —¡Ten compasión de nosotros, Hijo de David! Cuando entró en la casa, se acercaron los ciegos y él les preguntó: —¿Creen que puedo sanarlos? —Sí, Señor —respondieron. Entonces tocó sus ojos y dijo: —Que se haga con ustedes conforme a su fe. Y recobraron la vista. Jesús les advirtió con firmeza: —Asegúrense de que nadie se entere de esto. Pero ellos salieron para divulgar por toda aquella región la noticia acerca de Jesús.
S. Mateo 9:27-31 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Cuando Jesús salió de allí, dos ciegos lo siguieron y comenzaron a gritarle: —¡Jesús, tú que eres el Mesías, ten compasión de nosotros! Los ciegos siguieron a Jesús hasta la casa. Y cuando ya estaban adentro, Jesús les preguntó: —¿Creen ustedes que puedo sanarlos? Ellos respondieron: —Sí, Señor; lo creemos. Entonces Jesús les tocó los ojos y dijo: —Por haber confiado en mí, serán sanados. De inmediato, los ciegos pudieron volver a ver. Pero Jesús les ordenó: —No le cuenten a nadie lo que pasó. Sin embargo, ellos salieron y le contaron a toda la gente de aquella región lo que Jesús había hecho.
S. Mateo 9:27-31 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Cuando Jesús salió de allí, dos ciegos lo siguieron, y a gritos le decían: «¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!» Cuando Jesús llegó a la casa, los ciegos se le acercaron y él les preguntó: «¿Creen que puedo hacer esto?» Ellos dijeron: «Sí, Señor.» Entonces les tocó los ojos, y les dijo: «Que se haga con ustedes conforme a su fe.» Y los ojos de ellos fueron abiertos. Pero Jesús les encargó con mucha firmeza: «Asegúrense de que nadie sepa esto.» Sin embargo, en cuanto ellos salieron, divulgaron la fama de él por toda aquella región.
S. Mateo 9:27-31 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Al salir Jesús de allí, dos ciegos lo siguieron, gritando: —¡Ten compasión de nosotros, Hijo de David! Cuando Jesús entró en la casa, los ciegos se le acercaron, y él les preguntó: —¿Creen ustedes que puedo hacer esto? —Sí, Señor —le contestaron. Entonces Jesús les tocó los ojos, y les dijo: —Que se haga conforme a la fe que ustedes tienen. Y recobraron la vista. Jesús les advirtió mucho: —Procuren que no lo sepa nadie. Pero, apenas salieron, contaron por toda aquella región lo que Jesús había hecho.
S. Mateo 9:27-31 La Biblia de las Américas (LBLA)
Al irse Jesús de allí, dos ciegos le siguieron, gritando y diciendo: ¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Y después de haber entrado en la casa, se acercaron a Él los ciegos, y Jesús les dijo*: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos le respondieron*: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Hágase en vosotros según vuestra fe. Y se les abrieron los ojos. Y Jesús les advirtió rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda aquella tierra.
S. Mateo 9:27-31 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Cuando Jesús salió de la casa de la niña, lo siguieron dos hombres ciegos, quienes gritaban: «¡Hijo de David, ten compasión de nosotros!». Entraron directamente a la casa donde Jesús se hospedaba, y él les preguntó: —¿Creen que puedo darles la vista? —Sí, Señor —le dijeron—, lo creemos. Entonces él les tocó los ojos y dijo: —Debido a su fe, así se hará. Entonces sus ojos se abrieron, ¡y pudieron ver! Jesús les advirtió severamente: «No se lo cuenten a nadie»; pero ellos, en cambio, salieron e hicieron correr su fama por toda la región.