Miqueas 6:3-8
Miqueas 6:3-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
«Pueblo mío, ¿qué te he hecho? ¿En qué te he ofendido? ¡Respóndeme! Yo fui quien te sacó de Egipto, quien te libró de esa tierra de esclavitud. Yo envié a Moisés, Aarón y Miriam para que te dirigieran. Recuerda, pueblo mío, lo que pidió Balac, rey de Moab, y lo que le respondió Balán, hijo de Beor. Recuerda tu paso desde Sitín hasta Guilgal, y reconoce que el SEÑOR actuó con justicia». ¿Con qué me presentaré ante el SEÑOR y me postraré ante el Dios Altísimo? ¿Podré presentarme con holocaustos o con becerros de un año? ¿Se complacerá el SEÑOR con miles de carneros o con diez mil arroyos de aceite? ¿Ofreceré a mi primogénito por mi delito, al fruto de mis entrañas por mi pecado? ¡Él te ha mostrado, oh mortal, lo que es bueno! ¿Y qué es lo que espera de ti el SEÑOR?: Practicar la justicia, amar la misericordia y caminar humildemente ante tu Dios.
Miqueas 6:1-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Israelitas, prestemos atención. Nuestro Dios tiene un pleito contra nosotros, y ahora mismo está presentando su acusación. Esto es lo que Dios nos dice: «Pueblo mío, tengo una queja contra ti, y espero que te defiendas. Llama como testigos a tu favor a las montañas y a las colinas, y pídeles que escuchen tu defensa. »Pero antes quiero que me digas: ¿en qué te he perjudicado?, ¿en qué te he ofendido? Recuerda que yo te di libertad; yo fui quien te sacó de Egipto, país donde eras esclavo; yo envié a Moisés, a Aarón y a María para que te sacaran de allí. »Recuerda también, pueblo mío, que Balac, rey de Moab, tenía pensado hacerte daño, pero que Balaam hijo de Beor te bendijo en mi nombre. »No olvides tampoco lo que ocurrió cuando pasaste de Sitim a Guilgal; reconoce que yo fui quien te salvó». Ustedes, israelitas, se defienden diciendo: «Altísimo Dios y rey nuestro, ¿cómo podemos presentarnos ante ti? Podemos ofrecerte terneros de un año, pero no es eso lo que quieres; podemos ofrecerte mil carneros, o diez mil litros de aceite, pero tampoco eso te agrada; ¡ni siquiera esperas como ofrenda al mayor de nuestros hijos en pago por nuestros pecados!» Pero ya Dios les ha dicho qué es lo mejor que pueden hacer y lo que espera de ustedes. Es muy sencillo: Dios quiere que ustedes sean justos los unos con los otros, que sean bondadosos con los más débiles, y que lo adoren como su único Dios.
Miqueas 6:3-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
«Pueblo mío, ¿qué te he hecho? ¿En qué te he molestado? ¡Respóndeme! Es un hecho que yo te saqué de la tierra de Egipto; que te libré de la casa de servidumbre, y que delante de ti envié a Moisés, a Aarón y a María. Acuérdate ahora, pueblo mío, de los planes que urdía Balac, rey de Moab, y de cómo respondió Balaam hijo de Beor. Yo los traje desde Sitín hasta Gilgal, para que reconozcan cuántas veces yo, el Señor, los he salvado.» Tú, Israel, preguntas: «¿Con qué me presentaré ante el Señor? ¿Cómo adoraré al Dios altísimo? ¿Debo presentarme ante él con holocaustos, o con becerros de un año? ¿Le agradará al Señor recibir millares de carneros, o diez mil ríos de aceite? ¿Debo darle mi primogénito a cambio de mi rebelión? ¿Le daré el fruto de mis entrañas por los pecados que he cometido?» ¡Hombre! El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Miqueas 6:3-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Esto dice el Señor: «Respóndeme, pueblo mío, ¿qué te he hecho o en qué te he molestado? Yo te saqué de Egipto, librándote de la esclavitud; yo envié a Moisés, Aarón y María, para que te dirigieran. Pueblo mío, recuerda ahora los planes de Balac, rey de Moab, y la respuesta que le dio Balaam, hijo de Beor. Recuerda cuando pasaste de Sitim a Guilgal, y reconoce las victorias del Señor.» ¿Con qué me presentaré a adorar al Señor, Dios de las alturas? ¿Me presentaré ante él con becerros de un año, para ofrecérselos en holocausto? ¿Se alegrará el Señor, si le ofrezco mil carneros o diez mil ríos de aceite? ¿O si le ofrezco a mi hijo mayor en pago de mi rebelión y mi pecado? El Señor ya te ha dicho, oh hombre, en qué consiste lo bueno y qué es lo que él espera de ti: que hagas justicia, que seas fiel y leal y que obedezcas humildemente a tu Dios.
Miqueas 6:3-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí. Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redimí; y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María. Pueblo mío, acuérdate ahora qué aconsejó Balac rey de Moab, y qué le respondió Balaam hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias de Jehová. ¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Miqueas 6:3-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? ¡Respóndeme! Pues yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redimí, y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a Miriam. Pueblo mío, acuérdate ahora de lo que maquinó Balac, rey de Moab, y de lo que le respondió Balaam, hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias del SEÑOR. ¶¿Con qué me presentaré al SEÑOR y me postraré ante el Dios de lo alto? ¿Me presentaré delante de Él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agrada el SEÑOR de millares de carneros, de miríadas de ríos de aceite? ¿Ofreceré mi primogénito por mi rebeldía, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el SEÑOR de ti, sino solo practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios?
Miqueas 6:3-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»Oh pueblo mío, ¿qué te he hecho? ¿Qué he hecho para que te canses de mí? ¡Contéstame! Yo te saqué de Egipto y te redimí de la esclavitud. Envié a Moisés, a Aarón y a Miriam para ayudarte. ¿No te acuerdas, pueblo mío, cómo el rey Balac de Moab intentó que te maldijeran y cómo, en lugar de eso, Balaam hijo de Beor te bendijo? Recuerda tu viaje de la arboleda de Acacias a Gilgal, cuando yo, el SEÑOR, hice todo lo posible para enseñarte acerca de mi fidelidad». ¿Qué podemos presentar al SEÑOR? ¿Debemos traerle ofrendas quemadas? ¿Debemos inclinarnos ante el Dios Altísimo con ofrendas de becerros de solo un año? ¿Debemos ofrecerle miles de carneros y diez mil ríos de aceite de oliva? ¿Debemos sacrificar a nuestros hijos mayores para pagar por nuestros pecados? ¡No! Oh pueblo, el SEÑOR te ha dicho lo que es bueno, y lo que él exige de ti: que hagas lo que es correcto, que ames la compasión y que camines humildemente con tu Dios.