Miqueas 6:8-15
Miqueas 6:8-15 Reina Valera Contemporánea (RVC)
¡Hombre! El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios. La voz del Señor clama a la ciudad. Es de sabios temer a su nombre. Presten ustedes atención al castigo y a quien lo establece: «El impío aún tiene en su casa riquezas mal habidas, y esas odiosas medidas falsas. ¿Y voy a tener por inocente al que tiene balanzas falsas y pesas engañosas? Tu gente rica, Jerusalén, se ha saturado de rapiña; tus habitantes mienten; su lengua y sus labios son engañosos. Por eso yo también te herí, te debilité, te asolé por tus pecados. Por eso comerás, y no te saciarás, y en tus calles habrá una profunda tristeza. Cosecharás, pero no almacenarás, y lo que almacenes lo entregaré como botín de guerra. Sembrarás, pero no cosecharás; pisarás aceitunas, pero no te ungirás con ese aceite; exprimirás las uvas, pero no beberás el vino.
Miqueas 6:8-15 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. La voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece. ¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable? ¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas? Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca. Por eso yo también te hice enflaquecer hiriéndote, asolándote por tus pecados. Comerás, y no te saciarás, y tu abatimiento estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que salvares, lo entregaré yo a la espada. Sembrarás, mas no segarás; pisarás aceitunas, mas no te ungirás con el aceite; y mosto, mas no beberás el vino.
Miqueas 6:8-15 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
¡Él te ha mostrado, oh mortal, lo que es bueno! ¿Y qué es lo que espera de ti el SEÑOR?: Practicar la justicia, amar la misericordia y caminar humildemente ante tu Dios. La voz del SEÑOR clama a la ciudad y es de sabios temer a su nombre: «¡Escuchen, pueblo de Judá y asamblea de la ciudad! ¡Malvados! ¿Debo tolerar sus tesoros mal habidos y sus odiosas medidas adulteradas? ¿Debo tener por justas la balanza falsa y la bolsa de pesas alteradas? Los ricos de la ciudad son gente violenta; sus habitantes son gente mentirosa; y sus lenguas hablan con engaño. Por lo que a mí toca, te demoleré a golpes, te destruiré por tus pecados. Comerás, pero no te saciarás, sino que seguirás padeciendo hambre. Almacenarás, pero no salvarás nada, porque lo que salves lo daré a la espada. Sembrarás, pero no cosecharás; prensarás las aceitunas, pero no usarás el aceite; pisarás las uvas, pero no beberás el vino.
Miqueas 6:8-15 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Pero ya Dios les ha dicho qué es lo mejor que pueden hacer y lo que espera de ustedes. Es muy sencillo: Dios quiere que ustedes sean justos los unos con los otros, que sean bondadosos con los más débiles, y que lo adoren como su único Dios. Habitantes de Jerusalén, escuchen las palabras de nuestro Dios: «Israelitas, ya no voy a soportar que sigan siendo tan malvados. Todo lo que hacen me disgusta. Se hacen ricos mediante el engaño; usan pesas y medidas falsas, y luego amontonan en sus casas todo lo que se han robado. Los ricos se aprovechan de los pobres, y todos en esta ciudad son unos mentirosos. »Por eso voy a castigarlos; ¡voy a destruirlos por sus pecados! Aunque coman, no quedarán satisfechos, sino que se quedarán con hambre; lo que cosechen, lo perderán; y aun si logran rescatar algo, yo haré que lo pierdan en la guerra. »Sembrarán trigo, pero no llegarán a cosecharlo; exprimirán aceitunas para sacar aceite, pero no llegarán a usarlo; exprimirán uvas para hacer vino, pero no llegarán a beberlo.
Miqueas 6:8-15 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor ya te ha dicho, oh hombre, en qué consiste lo bueno y qué es lo que él espera de ti: que hagas justicia, que seas fiel y leal y que obedezcas humildemente a tu Dios. El Señor está llamando a la ciudad, y es sabio oírle con reverencia: «Escuchen, pueblo y consejeros de la ciudad: En la casa del malvado hay riquezas mal habidas y esas medidas falsas que aborrezco. ¿Cómo podré perdonar al que emplea balanzas alteradas y pesas falsas? Los ricos de esta ciudad son todos opresores; mentirosos y engañadores todos sus habitantes. Por eso he comenzado a castigarte, a destruirte por causa de tus pecados. Comerás, pero no quedarás satisfecho, sino que seguirás sufriendo hambre; recogerás provisiones, pero no podrás salvar nada, y aun si algo salvas, haré que la guerra lo destruya. Sembrarás, pero no cosecharás; molerás aceitunas, pero no aprovecharás el aceite; pisarás uvas, pero no beberás el vino.
Miqueas 6:8-15 La Biblia de las Américas (LBLA)
Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el SEÑOR de ti, sino solo practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios? ¶La voz del SEÑOR clamará a la ciudad (prudente es temer tu nombre): Oíd, oh tribu, ¿quién ha señalado su tiempo? ¿Hay todavía alguien en casa del impío con tesoros de impiedad y medida escasa que es maldita? ¿Puedo justificar balanzas falsas y bolsa de pesas engañosas? Porque los ricos de la ciudad están llenos de violencia, sus habitantes hablan mentiras y su lengua es engañosa en su boca. Por eso yo también te haré enfermar, hiriéndote, asolándote por tus pecados. Tú comerás, pero no te saciarás, y tu vileza estará en medio de ti. Apartarás, pero nada salvarás, y lo que salves, yo lo entregaré a la espada. Sembrarás, pero no segarás; pisarás la oliva, pero no te ungirás con aceite, y la uva, pero no beberás vino.
Miqueas 6:8-15 Nueva Traducción Viviente (NTV)
¡No! Oh pueblo, el SEÑOR te ha dicho lo que es bueno, y lo que él exige de ti: que hagas lo que es correcto, que ames la compasión y que camines humildemente con tu Dios. ¡Si son sabios, teman al SEÑOR! Su voz llama a todos en Jerusalén: «Los ejércitos de destrucción se acercan; el SEÑOR los envía. ¿Qué puedo decir de las casas de los perversos que se llenaron de riquezas obtenidas con estafa? ¿Qué de la práctica repugnante de pesar el grano con medidas falsas? ¿Cómo podré tolerar a tus mercaderes que usan balanzas y pesas adulteradas? Los ricos entre ustedes llegaron a tener mucho dinero mediante la extorsión y la violencia. Tus habitantes están tan acostumbrados a mentir que su lengua ya no puede decir la verdad. »¡Por lo tanto, yo te heriré! Te dejaré en la ruina a causa de todos tus pecados. Comerás pero no quedarás satisfecho. Las punzadas de hambre y el vacío de tu estómago no cesarán. Aunque intentes ahorrar dinero, al final no te quedará nada. Guardarás un poco, pero se lo daré a tus conquistadores. Sembrarás pero no cosecharás. Prensarás tus aceitunas, pero no obtendrás aceite suficiente para ungirte. Pisarás las uvas, pero no conseguirás sacarles jugo para hacer vino.