S. Marcos 9:38-39
S. Marcos 9:38-39 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Juan, uno de los doce discípulos, le dijo a Jesús: —Maestro, vimos a alguien que usaba tu nombre para sacar demonios de las personas, pero nosotros le dijimos que no lo hiciera, porque él no es de nuestro grupo. Pero Jesús dijo
S. Marcos 9:38-39 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí.
S. Marcos 9:38-39 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Juan le dijo a Jesús: —Maestro, vimos a alguien usar tu nombre para expulsar demonios, pero le dijimos que no lo hiciera, porque no pertenece a nuestro grupo. —¡No lo detengan! —dijo Jesús—. Nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí.
S. Marcos 9:38-39 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
—Maestro —dijo Juan—, vimos a un hombre que expulsaba demonios en tu nombre y se lo impedimos, porque no es de los nuestros. —No se lo impidan —respondió Jesús—. Nadie que haga un milagro en mi nombre puede luego hablar mal de mí.
S. Marcos 9:38-39 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, pero se lo prohibimos, porque no es de los nuestros.» Pero Jesús les dijo: «No se lo prohíban, porque nadie puede hacer un milagro en mi nombre, y luego hablar mal de mí.
S. Marcos 9:38-39 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Juan le dijo: —Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros. Jesús contestó: —No se lo prohíban, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí.
S. Marcos 9:38-39 La Biblia de las Américas (LBLA)
Juan le dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía. Pero Jesús dijo: No se lo impidáis, porque no hay nadie que haga un milagro en mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de mí.