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Números 14:1-12

Números 14:1-12 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Toda esa noche la congregación comenzó a gritar y llorar. Todos los hijos de Israel se quejaron contra Moisés y Aarón, y toda la multitud les dijo: «¡Cómo quisiéramos haber muerto en Egipto, o morir en este desierto! ¿Para qué nos ha traído el Señor a esta tierra? ¿Para morir a filo de espada, y para que nuestras mujeres y nuestros niños sean tomados prisioneros? ¿Acaso no sería mejor que regresáramos a Egipto?» Y unos a otros se decían: «Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto.» Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros, delante de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Yefune, que eran dos de los que habían ido a explorar la tierra, se rasgaban las vestiduras y hablaban con toda la congregación de los hijos de Israel. Les decían: «La tierra que recorrimos para explorarla es una tierra sumamente buena. Si el Señor se agrada de nosotros, él mismo nos introducirá a esta tierra y nos la entregará; ¡es una tierra que fluye leche y miel! Así que no se rebelen contra el Señor, ni tengan miedo de la gente de esa tierra. ¡Nosotros nos los comeremos como si fueran pan! No les tengan miedo, que el dios que los protege se ha apartado de ellos, y con nosotros está el Señor.» Y como toda la multitud hablaba de apedrearlos, la gloria del Señor se manifestó en el tabernáculo de reunión ante todos los hijos de Israel, y el Señor le dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo este pueblo me va a seguir rechazando? ¿Hasta cuándo no van a creerme, a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos? ¡Voy a castigarlos con una plaga! Pero a ti te pondré sobre un pueblo más grande y más fuerte que ellos.»

Números 14:1-12 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Entonces toda la comunidad empezó a llorar a gritos y así continuó toda la noche. Sus voces se elevaron en una gran protesta contra Moisés y Aarón: «¡Si tan solo hubiéramos muerto en Egipto o incluso aquí en el desierto! —se quejaban—. ¿Por qué el SEÑOR nos está llevando a esta tierra solo para que muramos en batalla? ¡A nuestras esposas y a nuestros hijos se llevarán como botín! ¿No sería mejor volvernos a Egipto?». Entonces conspiraron entre ellos: «¡Escojamos a un nuevo líder y regresemos a Egipto!». Entonces Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra ante toda la comunidad de Israel. Dos de los hombres que exploraron la tierra, Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, se rasgaron la ropa y dijeron a todo el pueblo de Israel: «¡La tierra que atravesamos y exploramos es maravillosa! Si el SEÑOR se agrada de nosotros, él nos llevará a salvo a esa tierra y nos la entregará. Es una tierra fértil, donde fluyen la leche y la miel. No se rebelen contra el SEÑOR y no teman al pueblo de esa tierra. ¡Para nosotros son como presa indefensa! ¡Ellos no tienen protección, pero el SEÑOR está con nosotros! ¡No les tengan miedo!». Sin embargo, toda la comunidad comenzó a decir que apedrearan a Josué y a Caleb. Entonces la gloriosa presencia del SEÑOR se apareció a todos los israelitas en el tabernáculo. Y el SEÑOR le dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo me despreciará este pueblo? ¿Nunca me creerán, aun después de todas las señales milagrosas que hice entre ellos? Negaré que son míos y los destruiré con una plaga. ¡Luego te convertiré en una nación grande y más poderosa que ellos!».

Números 14:1-12 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Aquella noche toda la comunidad israelita se puso a gritar y a llorar. En sus murmuraciones contra Moisés y Aarón, la comunidad decía: «¡Cómo quisiéramos haber muerto en Egipto o en este desierto! ¿Para qué nos ha traído el SEÑOR a esta tierra? ¿Para morir atravesados por la espada y que nuestras esposas y nuestros niños se conviertan en botín de guerra? ¿No sería mejor que volviéramos a Egipto?». Y unos a otros se decían: «¡Escojamos un jefe que nos lleve a Egipto!». Entonces Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra ante toda la comunidad israelita. Allí estaban también Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, los cuales habían participado en la exploración de la tierra. Ambos se rasgaron las vestiduras en señal de duelo y dijeron a toda la comunidad israelita: —La tierra que recorrimos y exploramos es increíblemente buena. Si el SEÑOR se agrada de nosotros, nos hará entrar en ella. ¡Nos va a dar una tierra donde abundan la leche y la miel! Así que no se rebelen contra el SEÑOR ni tengan miedo de la gente que habita en esa tierra. ¡Ya son pan comido! No tienen quién los proteja, porque el SEÑOR está de parte nuestra. Así que, ¡no les tengan miedo! Pero como toda la comunidad hablaba de apedrearlos, la gloria del SEÑOR se manifestó en la Tienda de reunión, frente a todos los israelitas. Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: —¿Hasta cuándo esta gente me seguirá menospreciando? ¿Hasta cuándo se negarán a creer en mí, a pesar de todas las maravillas que he hecho entre ellos? Voy a enviarles una plaga que los destruya, pero de ti haré un pueblo más grande y fuerte que ellos.

Números 14:1-12 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Aquella noche todos los israelitas empezaron a gritar y a llorar. Se quejaban contra Moisés y Aarón, y decían: «¡Ojalá nos hubiéramos muerto en Egipto, o en este desierto! ¿Para qué nos trajo Dios a este territorio? ¿Solo para que nos maten a todos, y se lleven como esclavos a nuestras mujeres e hijos? ¡Mejor regresemos a Egipto!» Y se decían unos a otros: «¡Vamos a elegir a un jefe que nos lleve de vuelta a Egipto!» Entonces Moisés y Aarón se tiraron de cara al suelo delante de los israelitas. También se rasgaron la ropa en señal de dolor Josué y Caleb, que eran dos de los que habían ido a explorar el país. Les dijeron a todos los israelitas: «El territorio que vimos es bastante bueno; allí siempre habrá abundancia de alimentos. Dios nos ama; nos ayudará a entrar en él y nos lo dará. Lo importante es que no se rebelen contra Dios ni tengan miedo de la gente que vive en ese territorio. Será muy fácil vencerlos, porque ellos no tienen quién los cuide. Nosotros, en cambio, contamos con la ayuda de nuestro Dios. ¡No tengan miedo!» Pero la gente no les hizo caso; por el contrario, querían apedrearlos. Entonces Dios se apareció con toda su gloria en el santuario, delante de todos los israelitas, y le dijo a Moisés: —¿Hasta cuándo este pueblo seguirá creyendo que yo no soy importante ni tengo poder? Ya he hecho tantos milagros delante de ellos, ¿y todavía no creen en mí? Les voy a enviar una enfermedad que acabe con ellos. Pero de ti haré un pueblo más grande y numeroso.

Números 14:1-12 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Entonces los israelitas comenzaron a gritar, y aquella noche se la pasaron llorando. Todos ellos se pusieron a hablar mal de Moisés y de Aarón. Decían: «¡Ojalá hubiéramos muerto en Egipto, o aquí en el desierto! ¿Para qué nos trajo el Señor a este país? ¿Para morir en la guerra, y que nuestras mujeres y nuestros hijos caigan en poder del enemigo? ¡Más nos valdría regresar a Egipto!» Y empezaron a decirse unos a otros: «¡Pongamos a uno de jefe y volvamos a Egipto!» Moisés y Aarón se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente delante de todo el pueblo, y Josué y Caleb, que habían estado explorando el país, se rasgaron la ropa en señal de dolor y dijeron a todos los israelitas: —¡La tierra que fuimos a explorar es excelente! Si el Señor nos favorece, nos ayudará a entrar a esa tierra y nos la dará. Es un país donde la leche y la miel corren como el agua. Pero no se rebelen contra el Señor, ni le tengan miedo a la gente de ese país, porque ellos van a ser pan comido para nosotros; a ellos no hay quien los proteja, mientras que nosotros tenemos de nuestra parte al Señor. ¡No tengan miedo! A pesar de esto, la gente quería apedrearlos. Entonces la gloria del Señor se apareció en la tienda del encuentro, a la vista de todos los israelitas, y el Señor dijo a Moisés: —¿Hasta cuándo va a seguir menospreciándome este pueblo? ¿Hasta cuándo van a seguir dudando de mí, a pesar de los milagros que he hecho entre ellos? Les voy a enviar una epidemia mortal que les impida tomar posesión de esa tierra; pero de ti haré un pueblo más grande y más fuerte que ellos.

Números 14:1-12 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto. Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel. Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis. Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Pero la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel, y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos? Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos.

Números 14:1-12 La Biblia de las Américas (LBLA)

Entonces toda la congregación levantó la voz y clamó, y el pueblo lloró aquella noche. Y murmuraron contra Moisés y Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la congregación: ¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! ¡Ojalá hubiéramos muerto en este desierto! ¿Y por qué nos trae el SEÑOR a esta tierra para caer a espada? Nuestras mujeres y nuestros hijos vendrán a ser presa. ¿No sería mejor que nos volviéramos a Egipto? Y se decían unos a otros: Nombremos un jefe y volvamos a Egipto. Entonces Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros en presencia de toda la asamblea de la congregación de los hijos de Israel. Y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rasgaron sus vestidos; y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por la que pasamos para reconocerla es una tierra buena en gran manera. Si el SEÑOR se agrada de nosotros, nos llevará a esa tierra y nos la dará; es una tierra que mana leche y miel. solo que no os rebeléis contra el SEÑOR, ni tengáis miedo de la gente de la tierra, pues serán presa nuestra. Su protección les ha sido quitada, y el SEÑOR está con nosotros; no les tengáis miedo. Pero toda la congregación dijo que los apedrearan. Entonces la gloria del SEÑOR apareció en la tienda de reunión a todos los hijos de Israel. Y el SEÑOR dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me desdeñará este pueblo? ¿Y hasta cuándo no creerán en mí a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos? Los heriré con pestilencia y los desalojaré, y a ti te haré una nación más grande y poderosa que ellos.