Proverbios 16:2-4
Proverbios 16:2-4 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Todos los caminos del ser humano son limpios a sus ojos, pero las intenciones las juzga el SEÑOR. Pon en manos del SEÑOR todas tus obras y tus proyectos se cumplirán. Toda obra del SEÑOR tiene un propósito; ¡hasta el malvado fue hecho para el día del desastre!
Proverbios 16:2-4 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Todo el mundo cree hacer lo mejor, pero Dios juzga las intenciones. Deja en manos de Dios todo lo que haces, y tus proyectos se harán realidad. Todo lo que Dios hace tiene un propósito; ¡hasta creó al malvado para el día del castigo!
Proverbios 16:2-4 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Según el hombre, todo camino es limpio, pero el Señor pondera los espíritus. Encomienda al Señor tus acciones, y tus pensamientos serán afirmados. El Señor lo ha hecho todo para sí mismo; ¡hasta el impío está hecho para el día fatal!
Proverbios 16:2-4 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus. Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados. Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, Y aun al impío para el día malo.
Proverbios 16:2-4 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Al hombre le parece bueno todo lo que hace, pero el Señor es quien juzga las intenciones. Pon tus actos en las manos del Señor y tus planes se realizarán. El Señor lo ha creado todo con un propósito: aun al hombre malvado para el día del castigo.
Proverbios 16:2-4 La Biblia de las Américas (LBLA)
Todos los caminos del hombre son limpios ante sus propios ojos, pero el SEÑOR sondea los espíritus. Encomienda tus obras al SEÑOR, y tus propósitos se afianzarán. Todas las cosas hechas por el SEÑOR tienen su propio fin, aun el impío, para el día del mal.
Proverbios 16:2-4 Nueva Traducción Viviente (NTV)
La gente puede considerarse pura según su propia opinión, pero el SEÑOR examina sus intenciones. Pon todo lo que hagas en manos del SEÑOR, y tus planes tendrán éxito. El SEÑOR ha hecho todo para sus propios propósitos, incluso al perverso para el día de la calamidad.