Proverbios 26:1-14
Proverbios 26:1-14 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Ni la nieve es para el verano, ni la lluvia para la cosecha, ni los honores para el necio. Como el gorrión sin rumbo o la golondrina sin nido, la maldición sin motivo jamás llega a su destino. El látigo es para los caballos, el freno, para los asnos y la vara, para la espalda del necio. No respondas al necio con igual necedad o tú mismo pasarás por uno. Respóndele al necio como se merece, para que no se tenga por sabio. Enviar un mensaje por medio de un necio es como cortarse los pies o sufrir violencia. Inútil es el proverbio en la boca del necio como inútiles son las piernas de un tullido. Rendirle honores al necio es tan absurdo como atar una piedra a la honda. El proverbio en la boca del necio es como espina en la mano del borracho. Como arquero que hiere al azar es quien contrata a un necio o a cualquiera que pasa. Como el perro vuelve a su vómito, así el necio insiste en su necedad. ¿Te has fijado en quien se cree muy sabio? Más se puede esperar de un necio que de gente así. Dice el perezoso: «Hay un león en el camino. ¡Por las calles un león anda suelto!». Sobre sus goznes gira la puerta; sobre la cama, el perezoso.
Proverbios 26:1-14 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
No es posible imaginar que caiga nieve en la selva ni que llueva en el desierto ni que se alabe a un tonto. La maldición sin motivo jamás surte efecto; es como un ave sin rumbo. Para el caballo, el látigo; para el burro, el freno; para el necio, el garrote. No te pongas al nivel del necio, o resultará que el necio eres tú. Pon al tonto en su lugar, para que no se crea muy sabio. Enviar como mensajero a un tonto da lo mismo que no enviar a nadie. Dime de qué sirve que el tonto diga proverbios, y te diré de qué sirve una carreta sin bueyes. Dime de qué sirve alabar al tonto, y te diré de qué sirve un arco sin flechas. Un proverbio en labios de un tonto es lo mismo que un cuchillo en manos de un borracho. Tan peligroso es que lances piedras al aire, como que a un tonto le des trabajo en tu casa. El perro vuelve a su vómito, y el necio insiste en su necedad. Más puede esperarse de quien reconoce que es tonto, que de un tonto que se cree muy sabio. El perezoso pone como pretexto que en la calle hay leones que se lo quieren comer. ¿En qué se parece el perezoso a la puerta? ¡En que los dos se mueven, pero ninguno avanza!
Proverbios 26:1-14 Reina Valera Contemporánea (RVC)
No conviene la nieve en el verano, ni la lluvia en el tiempo de la siega, ni colmar de honores al necio. Gorrión sin rumbo, golondrina que revolotea: ¡eso es la maldición sin causa, pues nunca llega! Para el caballo, el látigo; para el asno, el freno; para la espalda del necio, la vara. Nunca respondas al necio con necedades, para que no resultes ser otro necio. Responde al necio conforme a su necedad, para que no se crea demasiado sabio. Recurrir a un necio como mensajero es lo mismo que amputarse los pies; ¡es arriesgarse a pasar un trago amargo! Piernas tullidas que penden inútiles: ¡eso es el proverbio en la boca del necio! Atar la piedra a la honda: ¡eso es el rendir honores a un necio! Espina clavada en la mano del borracho: ¡eso es el proverbio en labios del necio! Arquero que a todo el mundo hiere: ¡eso es quien emplea a necios y vagabundos! Perro que vuelve a su vómito: ¡eso es el necio que repite su necedad! ¿Has visto gente sabia en su propia opinión? ¡Más esperanza tiene el necio que esa gente! El perezoso alega: «¡Un león anda suelto! ¡Está al acecho en el camino y por las calles!» La puerta gira sobre sus bisagras, y el perezoso gira sobre la cama.
Proverbios 26:1-14 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
No le va bien la nieve al verano ni la lluvia a la cosecha ni los honores al necio. Como gorrión perdido o golondrina sin nido, la maldición sin motivo jamás llegará a su destino. Al caballo hay que domarlo, al asno hay que frenarlo y al necio hay que azotarlo. El que al necio no responde, por necio no pasa. El que al necio sabe responder, como tal le hace parecer. Confiar al necio un mensaje es cortarse los pies y buscarse problemas. No va lejos el cojo con sus piernas ni el proverbio dicho por un necio. Tan absurdo es atar la piedra a la honda como dar honra a los necios. Ni el borracho la espina siente, ni el necio el proverbio entiende. Arquero que apunta a todo el que pasa es quien da al necio trabajo en su casa. El perro vuelve a su vómito y el necio a su necedad. Más se puede esperar del necio que de quien se cree muy sabio. Para no trabajar, el perezoso pretexta que en la calle hay un león al acecho. La puerta gira en sus bisagras y el perezoso gira en la cama.
Proverbios 26:1-14 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Como no conviene la nieve en el verano, ni la lluvia en la siega, Así no conviene al necio la honra. Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, Así la maldición nunca vendrá sin causa. El látigo para el caballo, el cabestro para el asno, Y la vara para la espalda del necio. Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, Para que no seas tú también como él. Responde al necio como merece su necedad, Para que no se estime sabio en su propia opinión. Como el que se corta los pies y bebe su daño, Así es el que envía recado por mano de un necio. Las piernas del cojo penden inútiles; Así es el proverbio en la boca del necio. Como quien liga la piedra en la honda, Así hace el que da honra al necio. Espinas hincadas en mano del embriagado, Tal es el proverbio en la boca de los necios. Como arquero que a todos hiere, Es el que toma a sueldo insensatos y vagabundos. Como perro que vuelve a su vómito, Así es el necio que repite su necedad. ¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del necio que de él. Dice el perezoso: El león está en el camino; El león está en las calles. Como la puerta gira sobre sus quicios, Así el perezoso se vuelve en su cama.
Proverbios 26:1-14 La Biblia de las Américas (LBLA)
Como nieve en el verano y como lluvia en la siega, así la honra no es apropiada para el necio. Como el gorrión en su vagar y la golondrina en su vuelo así la maldición no viene sin causa. El látigo es para el caballo, la brida para el asno, y la vara para la espalda de los necios. No respondas al necio de acuerdo con su necedad, para que no seas tú también como él. Responde al necio según su necedad, para que no sea sabio ante sus propios ojos. Se corta los pies y bebe violencia el que envía recado por mano de necio. Como las piernas que penden del lisiado, así es el proverbio en boca de los necios. Como el que ata la piedra a la honda así es el que da honor al necio. Como espina que se clava en la mano de un borracho, tal es el proverbio en boca de los necios. Como arquero que a todos hiere, así es el que toma a sueldo al necio o a los que pasan. Como perro que vuelve a su vómito es el necio que repite su necedad. ¿Has visto a un hombre que se tiene por sabio? Más esperanza hay para el necio que para él. El perezoso dice: Hay un león en el camino; hay un león en medio de la plaza. Como la puerta gira sobre sus goznes, así da vueltas el perezoso en su cama.
Proverbios 26:1-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Como la nieve no es para el verano ni la lluvia para la cosecha, tampoco el honor es para los necios. Como gorrión que revolotea o golondrina que vuela sin rumbo, la maldición inmerecida no llegará a quien iba dirigida. Guía al caballo con el látigo, al burro con el freno, ¡y al necio con la vara en la espalda! No respondas a los argumentos absurdos de los necios o te volverás tan necio como ellos. Responde a los argumentos absurdos de los necios o se creerán sabios en su propia opinión. Confiarle a un necio que lleve un mensaje ¡es como cortarse los pies o tomar veneno! Un proverbio en boca de un necio es tan inútil como una pierna paralizada. Honrar a un necio es tan absurdo como atar la piedra a la honda. Un proverbio en boca de un necio es como una rama espinosa agitada por un borracho. El patrón que contrata a un necio o a cualquiera que pasa es como un arquero que lanza su flecha al azar. Así como el perro vuelve a su vómito, el necio repite su necedad. Hay más esperanza para los necios que para los que se creen sabios. El perezoso afirma: «¡Hay un león en el camino! ¡Sí, estoy seguro de que allí afuera hay un león!». Así como la puerta gira sobre sus bisagras, el perezoso da vueltas en la cama.