Salmos 113:1-9
Salmos 113:1-9 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
¡Aleluya! Alaben, siervos del SEÑOR, alaben el nombre del SEÑOR. Bendito sea el nombre del SEÑOR, desde ahora y para siempre. Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del SEÑOR. El SEÑOR domina sobre todas las naciones; su gloria está sobre los cielos. ¿Quién como el SEÑOR nuestro Dios, que tiene su trono en las alturas y se inclina para contemplar los cielos y la tierra? Él levanta del polvo al pobre y saca del basurero al necesitado; para hacerlos sentar entre príncipes, entre los príncipes de su pueblo. A la mujer estéril le da un hogar y le concede la dicha de ser madre de hijos.
Salmos 113:1-9 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
¡Alabemos a nuestro Dios! Ustedes, los que obedecen a Dios, ¡alábenlo! ¡Sea siempre bendito nuestro Dios! ¡Alábenlo a todas horas! ¡Alábenlo ahora y siempre! Dios reina en las alturas, y desde allí contempla los cielos y la tierra. Dios gobierna con poder sobre todas las naciones. ¡No hay nada que se compare con nuestro Dios! A la gente pobre y humilde la saca de la miseria, y le da un sitio de honor entre la gente importante. A la mujer que no tiene hijos, le concede dos alegrías: ¡llegar a ser madre, y tener un hogar!
Salmos 113:1-9 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Ustedes, siervos del Señor, ¡alábenlo! ¡Alaben el nombre del Señor! ¡Bendito sea el nombre del Señor desde ahora y para siempre! ¡Alabado sea el nombre del Señor desde la salida del sol hasta su ocaso! El Señor está por encima de todas las naciones; ¡su gloria sobrepasa las alturas de los cielos! ¿Quién como el Señor nuestro Dios? El Señor tiene su trono en las alturas, pero se digna inclinarse para ver lo que ocurre en el cielo y en la tierra. El Señor levanta de la nada al pobre, y saca del muladar al pordiosero, para darles a los dos un lugar entre los príncipes, entre los gobernantes de su pueblo. El Señor concede a la mujer estéril un hogar y la alegría de tener hijos.
Salmos 113:1-9 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
¡Aleluya! Siervos del Señor, ¡alaben su nombre! ¡Bendito sea ahora y siempre el nombre del Señor! ¡Alabado sea el nombre del Señor del oriente al occidente! El Señor está por encima de las naciones; ¡su gloria está por encima del cielo! Nadie es comparable al Señor nuestro Dios, que reina allá en lo alto; y que, sin embargo, se inclina para mirar el cielo y la tierra. El Señor levanta del suelo al pobre, y saca del lugar más bajo al necesitado para sentarlo entre gente importante, entre la gente importante de su pueblo. A la mujer que no tuvo hijos le da la alegría de ser madre y de tener su propio hogar.
Salmos 113:1-9 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Alabad, siervos de Jehová, Alabad el nombre de Jehová. Sea el nombre de Jehová bendito Desde ahora y para siempre. Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, Sea alabado el nombre de Jehová. Excelso sobre todas las naciones es Jehová, Sobre los cielos su gloria. ¿Quién como Jehová nuestro Dios, Que se sienta en las alturas, Que se humilla a mirar En el cielo y en la tierra? Él levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso alza del muladar, Para hacerlos sentar con los príncipes, Con los príncipes de su pueblo. Él hace habitar en familia a la estéril, Que se goza en ser madre de hijos. Aleluya.
Salmos 113:1-9 La Biblia de las Américas (LBLA)
¡Aleluya! Alabad, siervos del SEÑOR, alabad el nombre del SEÑOR. Bendito sea el nombre del SEÑOR desde ahora y para siempre. Desde el nacimiento del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del SEÑOR. Excelso sobre todas las naciones es el SEÑOR; su gloria está sobre los cielos. ¶¿Quién es como el SEÑOR nuestro Dios, que está sentado en las alturas, que se humilla para mirar lo que hay en el cielo y en la tierra? Él levanta al pobre del polvo, y al necesitado saca del muladar, para sentarlos con príncipes, con los príncipes de su pueblo. Hace habitar en casa a la mujer estéril, gozosa de ser madre de hijos. ¡Aleluya!
Salmos 113:1-9 Nueva Traducción Viviente (NTV)
¡Alabado sea el SEÑOR! Sí, alábenle, oh siervos del SEÑOR, ¡alaben el nombre del SEÑOR! Bendito sea el nombre del SEÑOR ahora y para siempre. En todas partes —del oriente al occidente—, alaben el nombre del SEÑOR. Él está por encima de las naciones; su gloria es más alta que los cielos. ¿Quién puede compararse con el SEÑOR nuestro Dios, quien está entronizado en las alturas? Él se inclina para mirar el cielo y la tierra. Levanta del polvo a los pobres, y a los necesitados, del basurero. Los pone entre príncipes, ¡incluso entre los príncipes de su propio pueblo! A la mujer sin hijos le da una familia y la transforma en una madre feliz.