Salmos 115:1-8
Salmos 115:1-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
No somos nosotros, Señor, no somos nosotros dignos de nada. ¡Es tu nombre el que merece la gloria por tu misericordia y tu verdad! Por qué han de preguntarnos los paganos: «¿Y dónde está su Dios?» Nuestro Dios está en los cielos, y él hace todo lo que quiere hacer. Los dioses de ellos son de oro y plata; son producto de la mano del hombre. Tienen boca, pero no hablan; tienen ojos, pero no ven; tienen orejas, pero no oyen; tienen narices, pero no huelen; tienen manos, pero no palpan; tienen pies, pero no caminan; ¡de su garganta no sale ningún sonido! ¡Iguales a ellos son quienes los fabrican, y todos los que en ellos ponen su confianza!
Salmos 115:1-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad. ¿Por qué han de decir las gentes: Dónde está ahora su Dios? Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.
Salmos 115:1-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
La gloria, SEÑOR, no es para nosotros; no es para nosotros, sino para tu nombre, por causa de tu gran amor y tu fidelidad. ¿Por qué tienen que decirnos las naciones: «Dónde está su Dios»? Nuestro Dios está en los cielos y puede hacer todo cuanto quiere. Pero sus ídolos son de plata y oro, producto de manos humanas. Tienen boca, pero no pueden hablar; ojos, pero no pueden ver. Tienen oídos, pero no pueden oír; nariz, pero no pueden oler. Tienen manos, pero no pueden palpar; pies, pero no pueden andar. Ni un solo sonido emite su garganta. Semejantes a ellos son sus hacedores y todos los que confían en ellos.
Salmos 115:1-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Tú mereces alabanzas, Dios nuestro, y no nosotros; tú mereces alabanzas por tu amor y tu fidelidad. Las otras naciones preguntan en son de burla: «¿Qué pasó con su Dios?» ¡Pero tú estás en el cielo, y haces todo lo que quieres! Los ídolos de esas naciones son objetos de oro y plata; ¡son hechura humana! ¿Y qué es lo que tienen? Una boca que no habla, y ojos que no ven; orejas que no oyen, y narices que no huelen; manos que no tocan, y pies que no andan; garganta tienen, ¡pero no emiten ningún sonido! Iguales a esos ídolos son quienes los hacen y quienes confían en ellos.
Salmos 115:1-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Señor, glorifícate a ti mismo, y no a nosotros; ¡glorifícate, por tu amor y tu verdad! ¿Por qué han de preguntar los paganos dónde está nuestro Dios? Nuestro Dios está en el cielo; él ha hecho todo lo que quiso. Los ídolos de los paganos son oro y plata, objetos que el hombre fabrica con sus manos: tienen boca, pero no pueden hablar; tienen ojos, pero no pueden ver; tienen orejas, pero no pueden oír; tienen narices, pero no pueden oler; tienen manos, pero no pueden tocar; tienen pies, pero no pueden andar; ¡ni un solo sonido sale de su garganta! Iguales a esos ídolos son quienes los fabrican y quienes en ellos creen.
Salmos 115:1-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
No a nosotros, SEÑOR, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu fidelidad. ¿Por qué han de decir las naciones: ¿Dónde está ahora su Dios? Nuestro Dios está en los cielos; Él hace lo que le place. Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombre. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen oídos, y no oyen; tienen nariz, y no huelen; tienen manos, y no palpan; tienen pies, y no caminan; no emiten sonido alguno con su garganta. Se volverán como ellos, los que los hacen, y todos los que en ellos confían.
Salmos 115:1-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
No a nosotros, oh SEÑOR, no a nosotros, sino a tu nombre le corresponde toda la gloria, por tu amor inagotable y tu fidelidad. ¿Por qué dejar que las naciones digan: «Dónde está el Dios de Israel»? Nuestro Dios está en los cielos y hace lo que le place. Los ídolos de ellos no son más que objetos de plata y oro; manos humanas les dieron forma. Tienen boca pero no pueden hablar, tienen ojos pero no pueden ver. Tienen oídos pero no pueden oír, y tienen nariz, pero no pueden oler. Tienen manos pero no pueden sentir, tienen pies pero no pueden caminar, y tienen garganta pero no pueden emitir sonidos. Y los que hacen ídolos son iguales a ellos, como también todos los que confían en ellos.