Salmos 119:153-160
Salmos 119:153-160 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Considera mi aflicción, y líbrame, pues no me he olvidado de tu Ley. Defiende mi causa y rescátame; dame vida conforme a tu promesa. La salvación está lejos de los malvados, porque ellos no buscan tus estatutos. Grande es, SEÑOR, tu misericordia; dame vida conforme a tus leyes. Muchos son mis adversarios y mis perseguidores, pero yo no me aparto de tus mandatos. Me repugna mirar a esos traidores, porque no cumplen tus palabras. Mira, SEÑOR, cuánto amo tus preceptos; conforme a tu gran amor, dame vida. La suma de tus palabras es la verdad; tus justas leyes permanecen para siempre.
Salmos 119:153-160 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
¡Mira mi sufrimiento, y sálvame! ¡Yo no me olvido de tus enseñanzas! ¡Ponte de mi parte, y rescátame! ¡Cumple tu promesa y dame ánimo! Dios mío, tú eres muy bueno; eres todo justicia. ¡Dame vida! Mis enemigos y perseguidores se cuentan por millares; ¡a esos malvados no los salvarás porque no siguen tus enseñanzas! No los soporto, porque no creen en tus promesas, pero yo siempre obedezco tu palabra. Dios mío, mira cuánto amo tus mandamientos; ¡por tu gran amor, dame vida! Todas tus palabras se basan en la verdad; todas ellas son justas y permanecen para siempre.
Salmos 119:153-160 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Mira mi aflicción, y ven a salvarme, pues no me he olvidado de tu ley. ¡Defiéndeme, y ponme a salvo! ¡Dame vida con tu palabra! Los malvados están lejos de tu salvación, porque no buscan tus estatutos. Señor, tú eres muy bondadoso; ¡dame vida de acuerdo a tu justicia! Son muchos los enemigos que me persiguen, pero yo no me aparto de tus testimonios. No soporto ver a esos traidores, porque no obedecen tus palabras. Señor, ¡mira cuánto amo tus mandamientos! ¡Dame vida, conforme a tu misericordia! La verdad es la esencia de tu palabra, y tus juicios son siempre justos.
Salmos 119:153-160 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Mira mi aflicción y líbrame, pues no me he olvidado de tu enseñanza. Defiende mi caso y rescátame; ¡dame vida, conforme a tu promesa! Tu ayuda está lejos de los malvados, porque no siguen tus leyes. Señor, es muy grande tu ternura; dame vida, conforme a tu justicia. Muchos son mis enemigos y opresores, pero yo no me aparto de tus mandatos. No soporto a los traidores, a los que no obedecen tus mandamientos. Señor, mira cómo amo tus preceptos; ¡dame vida, por tu amor! En tu palabra se resume la verdad; eternos y justos son todos tus decretos.
Salmos 119:153-160 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Mira mi aflicción, y líbrame, Porque de tu ley no me he olvidado. Defiende mi causa, y redímeme; Vivifícame con tu palabra. Lejos está de los impíos la salvación, Porque no buscan tus estatutos. Muchas son tus misericordias, oh Jehová; Vivifícame conforme a tus juicios. Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, Mas de tus testimonios no me he apartado. Veía a los prevaricadores, y me disgustaba, Porque no guardaban tus palabras. Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos; Vivifícame conforme a tu misericordia. La suma de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia.
Salmos 119:153-160 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Mira mi aflicción y líbrame, porque no me olvido de tu ley. Defiende mi causa y redímeme; vivifícame conforme a tu palabra. Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos. Muchas son, oh SEÑOR, tus misericordias; vivifícame conforme a tus ordenanzas. Muchos son mis perseguidores y mis adversarios, pero yo no me aparto de tus testimonios. Veo a los pérfidos y me repugnan, porque no guardan tu palabra. Mira cuánto amo tus preceptos; vivifícame, SEÑOR, conforme a tu misericordia. La suma de tu palabra es verdad, y cada una de tus justas ordenanzas es eterna.
Salmos 119:153-160 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Mira mi sufrimiento y rescátame, porque no me he olvidado de tus enseñanzas. ¡Defiende mi caso; ponte de mi lado! Protege mi vida como lo prometiste. Los perversos están lejos de ser rescatados, porque no se interesan en tus decretos. SEÑOR, qué grande es tu misericordia; que el seguir tus ordenanzas me reanime. Muchos me persiguen y me molestan, sin embargo, no me he desviado de tus leyes. Ver a esos traidores me enferma el corazón, porque no les importa nada tu palabra. Mira cómo amo tus mandamientos, SEÑOR. Por tu amor inagotable, devuélveme la vida. La esencia misma de tus palabras es verdad; tus justas ordenanzas permanecerán para siempre.