Salmos 119:71-77
Salmos 119:71-77 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Me convino que me hayas castigado, porque así pude aprender tus estatutos. Para mí, es mejor la ley que mana de tus labios que miles de monedas de oro y plata. Tú, con tus propias manos me formaste; dame la capacidad de comprender tus mandamientos. Cuando me vean los que te honran, se alegrarán, porque en tu palabra he puesto mi esperanza. Señor, yo sé que tus juicios son justos, y que por tu fidelidad me afligiste. Muéstrame tu misericordia, y ven a consolarme, pues esa fue tu promesa a este siervo tuyo. Compadécete de mí, y viviré, pues en tu ley encuentro mi deleite.
Salmos 119:71-77 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos. Mejor me es la ley de tu boca Que millares de oro y plata. Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. Los que te temen me verán, y se alegrarán, Porque en tu palabra he esperado. Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste. Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme a lo que has dicho a tu siervo. Vengan a mí tus misericordias, para que viva, Porque tu ley es mi delicia.
Salmos 119:71-77 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Me hizo bien haber sido afligido, porque así pude aprender tus estatutos. Para mí es más valiosa tu Ley que miles de piezas de oro y plata. Tus manos me hicieron y me formaron. Dame entendimiento para aprender tus mandamientos. Los que te honran se regocijan al verme, porque he puesto mi esperanza en tu palabra. SEÑOR, yo sé que tus leyes son justas y que por tu fidelidad me afliges. Que sea tu gran amor mi consuelo, conforme a la promesa que hiciste a tu siervo. Que venga tu misericordia a darme vida, porque en tu Ley me regocijo.
Salmos 119:71-78 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Estuvo bien que me hicieras sufrir porque así entendí tus enseñanzas. Para mí, ellas son de más valor que el oro y la plata. Tú me hiciste con tus propias manos; ¡hazme obedecer tus mandamientos! Los que te adoran se alegran al verme, pues confío en tu palabra. Dios mío, yo sé que tus mandatos son justos, y merezco que me castigues. Ven con tu amor a darme ánimo, pues soy feliz con tus enseñanzas. Yo medito en ellas, así que cumple tu promesa. Avergüenza a esos orgullosos que sin motivo me hacen daño
Salmos 119:71-77 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Me hizo bien haber sido humillado, pues así aprendí tus leyes. Para mí vale más la enseñanza de tus labios, que miles de monedas de oro y plata. Tú mismo me hiciste y me formaste; ¡dame inteligencia para aprender tus mandamientos! Los que te honran se alegrarán al verme, porque he puesto mi esperanza en tu palabra. Señor, yo sé que tus decretos son justos y que tienes razón cuando me afliges. ¡Que tu amor me sirva de consuelo, conforme a la promesa que me hiciste! Muéstrame tu ternura, y hazme vivir, pues me siento feliz con tu enseñanza.
Salmos 119:71-77 La Biblia de las Américas (LBLA)
Bueno es para mí ser afligido, para que aprenda tus estatutos. Mejor es para mí la ley de tu boca que millares de piezas de oro y de plata. ¶Tus manos me hicieron y me formaron; dame entendimiento para que aprenda tus mandamientos. Que los que te temen, me vean y se alegren, porque espero en tu palabra. Yo sé, SEÑOR, que tus juicios son justos, y que en tu fidelidad me has afligido. Sea ahora tu misericordia para consuelo mío, conforme a tu promesa dada a tu siervo. Venga a mí tu compasión, para que viva, porque tu ley es mi deleite.
Salmos 119:71-77 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El sufrimiento me hizo bien, porque me enseñó a prestar atención a tus decretos. Tus enseñanzas son más valiosas para mí que millones en oro y plata. Tú me hiciste; me creaste. Ahora dame la sensatez de seguir tus mandatos. Que todos los que te temen encuentren en mí un motivo de alegría, porque he puesto mi esperanza en tu palabra. SEÑOR, sé que tus ordenanzas son justas; me disciplinaste porque lo necesitaba. Ahora deja que tu amor inagotable me consuele, tal como le prometiste a este siervo tuyo. Rodéame con tus tiernas misericordias para que viva, porque tus enseñanzas son mi deleite.