Salmos 127:3-5
Salmos 127:3-5 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Los hijos son una herencia del SEÑOR, el fruto del vientre es una recompensa. Como flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud. Dichoso aquel que llena su aljaba con esta clase de flechas. No será avergonzado por sus enemigos cuando litiguen contra él en los tribunales.
Salmos 127:3-5 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Los hijos que tenemos son un regalo de Dios. Los hijos que nos nacen son nuestra recompensa. Los hijos que nos nacen cuando aún somos jóvenes, hacen que nos sintamos seguros, como guerreros bien armados. Quien tiene muchos hijos, bien puede decir que Dios lo ha bendecido. No tendrá de qué avergonzarse cuando se defienda en público delante de sus enemigos.
Salmos 127:3-5 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Los hijos son un regalo del Señor; los frutos del vientre son nuestra recompensa. Los hijos que nos nacen en nuestra juventud son como flechas en manos de un guerrero. ¡Dichoso aquel que llena su aljaba con muchas de estas flechas! No tendrá de qué avergonzarse cuando se defienda ante sus enemigos.
Salmos 127:3-5 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Los hijos que nos nacen son ricas bendiciones del Señor. Los hijos que nos nacen en la juventud son como flechas en manos de un guerrero. ¡Feliz el hombre que tiene muchas flechas como esas! No será avergonzado por sus enemigos cuando se defienda de ellos ante los jueces.
Salmos 127:3-5 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
Salmos 127:3-5 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶He aquí, don del SEÑOR son los hijos; y recompensa es el fruto del vientre. Como flechas en la mano del guerrero, así son los hijos tenidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba; no será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta.
Salmos 127:3-5 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Los hijos son un regalo del SEÑOR; son una recompensa de su parte. Los hijos que le nacen a un hombre joven son como flechas en manos de un guerrero. ¡Qué feliz es el hombre que tiene su aljaba llena de ellos! No pasará vergüenza cuando enfrente a sus acusadores en las puertas de la ciudad.