Salmos 130:1-8
Salmos 130:1-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
A ti, SEÑOR, elevo mi clamor desde lo más profundo de mi ser. Escucha, Señor, mi voz. Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. Si tú, SEÑOR, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, Señor, se mantendría en pie? Pero en ti se halla perdón y por eso debes ser temido. Espero al SEÑOR, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza. Espero al Señor con toda el alma, más que los centinelas la mañana. Como esperan los centinelas la mañana, así tú, Israel, espera al SEÑOR, porque en él hay amor inagotable; en él hay plena redención. Él mismo redimirá a Israel de todos sus pecados.
Salmos 130:1-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1 (1b) Dios mío, yo te llamo pues estoy muy angustiado. ¡Escúchame, Dios mío! ¡Presta oído a mis gritos que te piden compasión! Si tomaras en cuenta todos nuestros pecados, nadie podría presentarse ante ti. Pero tú nos perdonas. ¡Por eso mereces nuestra adoración! En Dios he puesto mi esperanza; con toda el alma confío en él, pues confío en sus promesas. Con ansias espero a Dios; ¡con más ansias lo espero que los vigilantes a la mañana! Los vigilantes esperan que llegue la mañana, y tú, Israel, esperas la llegada de Dios porque él nos ama y nos da plena libertad. ¡Dios salvará a Israel de todos sus pecados!
Salmos 130:1-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
A ti clamo, Señor, desde el fondo de mi angustia. ¡Escucha, Señor, mi voz! ¡Que no se cierren tus oídos al clamor de mi súplica! Señor, si te fijaras en nuestros pecados, ¿quién podría sostenerse en tu presencia? Pero en ti hallamos perdón, para que seas reverenciado. Señor, toda mi vida he esperado en ti, y he confiado en tus promesas. Yo te espero, Señor, con toda el alma, como esperan los centinelas la mañana, como esperan los vigilantes el nuevo día. Israel, confía en el Señor, porque el Señor es misericordioso; ¡en él hay abundante redención! El Señor salvará a Israel de todos sus pecados.
Salmos 130:1-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (1b) Desde el fondo del abismo clamo a ti, Señor: ¡Escucha, Señor, mi voz!, ¡atiendan tus oídos mi grito suplicante! Señor, Señor, si tuvieras en cuenta la maldad, ¿quién podría mantenerse en pie? Pero en ti encontramos perdón, para que te honremos. Con toda mi alma espero al Señor, y confío en su palabra. Yo espero al Señor más que los centinelas a la mañana. Así como los centinelas esperan a la mañana, espera tú, Israel, al Señor, pues en él hay amor y completa libertad. ¡Él librará a Israel de toda su maldad!
Salmos 130:1-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica. JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado. Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado. Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes a la mañana. Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él; Y él redimirá a Israel De todos sus pecados.
Salmos 130:1-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
Desde lo más profundo, oh SEÑOR, he clamado a ti. ¡Señor, oye mi voz! Estén atentos tus oídos a la voz de mis súplicas. SEÑOR, si tú tuvieras en cuenta las iniquidades, ¿quién, oh Señor, podría permanecer? Pero en ti hay perdón, para que seas temido. ¶Espero en el SEÑOR; en Él espera mi alma, y en su palabra tengo mi esperanza. Mi alma espera al Señor más que los centinelas a la mañana; sí, más que los centinelas a la mañana. Oh Israel, espera en el SEÑOR, porque en el SEÑOR hay misericordia, y en Él hay abundante redención; Él redimirá a Israel de todas sus iniquidades.
Salmos 130:1-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Desde lo profundo de mi desesperación, oh SEÑOR, clamo por tu ayuda. Escucha mi clamor, oh Señor. Presta atención a mi oración. SEÑOR, si llevaras un registro de nuestros pecados, ¿quién, oh Señor, podría sobrevivir? Pero tú ofreces perdón, para que aprendamos a temerte. Yo cuento con el SEÑOR; sí, cuento con él. En su palabra he puesto mi esperanza. Anhelo al Señor más que los centinelas el amanecer, sí, más de lo que los centinelas anhelan el amanecer. Oh Israel, espera en el SEÑOR, porque en el SEÑOR hay amor inagotable; su redención sobreabunda. Él mismo redimirá a Israel de toda clase de pecado.