Salmos 22:1-3
Salmos 22:1-3 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás lejos para salvarme, tan lejos de mis gritos de angustia? Dios mío, clamo de día y no me respondes; clamo de noche y no hallo reposo. Pero tú eres santo y te sientas en tu trono; habitas en la alabanza de Israel.
Salmos 22:1-3 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1 (2) Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¡Tan lejos te mantienes que no vienes en mi ayuda ni escuchas mis gritos de dolor! 2 (3) Dios mío, te llamo de día, y no me escuchas; te llamo de noche, y no me respondes. 3 (4) Entre los dioses tú eres único, tú eres rey, tú mereces que Israel te alabe.
Salmos 22:1-3 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos, y no vienes a salvarme? ¿Por qué no atiendes mi clamor? Dios mío, te llamo de día, y no me respondes; te llamo de noche, y no hallo reposo. Tú eres santo, tú eres rey; tú eres alabado por Israel.
Salmos 22:1-3 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (2) Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?, ¿por qué no vienes a salvarme?, ¿por qué no atiendes a mis lamentos? 2 (3) Dios mío, día y noche te llamo, y no respondes; ¡no hay descanso para mí! 3 (4) Pero tú eres santo; tú reinas, alabado por Israel.
Salmos 22:1-3 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo. Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
Salmos 22:1-3 La Biblia de las Américas (LBLA)
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor? Dios mío, de día clamo y no respondes; y de noche, pero no hay para mí reposo. Sin embargo, tú eres santo, que habitas entre las alabanzas de Israel.
Salmos 22:1-3 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos cuando gimo por ayuda? Cada día clamo a ti, mi Dios, pero no respondes; cada noche levanto mi voz, pero no encuentro alivio. Sin embargo, tú eres santo; estás entronizado en las alabanzas de Israel.