Salmos 50:7-11
Salmos 50:7-11 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Dios mismo declara: «Israel, pueblo mío, escúchame, que quiero hablarte. ¡Yo soy tu único Dios, y seré tu acusador! Yo no considero malo que me ofrezcas animales para sacrificarlos en mi altar; pero no necesito que me ofrezcas los terneros de tu establo, ni los cabritos de tus corrales, pues yo soy el dueño de los animales del bosque y del ganado de los cerros. Yo conozco muy bien a todas las aves del cielo, y siempre tomo en cuenta a los animales más pequeños.
Salmos 50:7-11 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Oye, pueblo mío, y hablaré; Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo. No te reprenderé por tus sacrificios, Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí. No tomaré de tu casa becerros, Ni machos cabríos de tus apriscos. Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece.
Salmos 50:7-11 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
«Escucha, pueblo mío, que voy a hablar; Israel, voy a testificar contra ti: ¡Yo soy tu Dios, el único Dios! No te reprendo por tus sacrificios ni por tus holocaustos, que siempre me ofreces. No necesito novillos de tu establo ni machos cabríos de tus rediles, pues míos son todos los animales del bosque, y mío también el ganado de miles de colinas. Conozco a todas las aves de las alturas; también son míos los animales del campo.
Salmos 50:7-11 Reina Valera Contemporánea (RVC)
«Escucha, Israel, pueblo mío; voy a hablar y a testificar contra ti. Yo soy Dios. Yo soy tu Dios. No voy a reprenderte por tus sacrificios, ni por los holocaustos que siempre me ofreces; no voy a tomar ningún becerro de tu casa, ni ningún macho cabrío de tus apriscos, pues míos son todos los animales del bosque, ¡los miles de animales que hay en las colinas! Mías son todas las aves de los montes; mío es todo lo que se mueve en los campos.
Salmos 50:7-11 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
«Escucha, Israel, pueblo mío; voy a poner las cosas en claro contigo. ¡Yo soy Dios! ¡Yo soy tu Dios! No te censuro por los sacrificios y holocaustos que siempre me ofreces. No te pido becerros de tu ganado ni machos cabríos de tus corrales, pues míos son todos los animales salvajes, lo mismo que los ganados de las serranías; mías son las aves de las montañas y todo lo que bulle en el campo.
Salmos 50:7-11 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Oye, pueblo mío, y hablaré; Israel, yo testificaré contra ti. Yo soy Dios, tu Dios. No te reprendo por tus sacrificios, ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí. No tomaré novillo de tu casa, ni machos cabríos de tus apriscos. Porque mío es todo animal del bosque, y el ganado sobre mil colinas. Toda ave de los montes conozco, y mío es todo lo que en el campo se mueve.
Salmos 50:7-11 Nueva Traducción Viviente (NTV)
«Oh pueblo mío, escucha cuando te hablo. Estas son las acusaciones que tengo contra ti, oh Israel: ¡yo soy Dios, tu Dios! No tengo quejas de tus sacrificios ni de las ofrendas quemadas que ofreces constantemente. Pero no necesito los toros de tus establos ni las cabras de tus corrales. Pues todos los animales del bosque son míos, y soy dueño del ganado de mil colinas. Conozco a cada pájaro de las montañas, y todos los animales del campo me pertenecen.