Salmos 92:1-8
Salmos 92:1-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
¡Cuán bueno, SEÑOR, es darte gracias y entonar, oh Altísimo, salmos a tu nombre; proclamar tu gran amor por la mañana y tu fidelidad por la noche, al son de la lira de diez cuerdas y la melodía del arpa! Tú, SEÑOR, me llenas de alegría con tus maravillas; por eso alabaré jubiloso las obras de tus manos. Oh SEÑOR, ¡cuán imponentes son tus obras y cuán profundos tus pensamientos! Los insensatos no lo saben; los necios no lo entienden: aunque broten como hierba los malvados y florezcan todos los malhechores, para siempre serán destruidos. Solo tú, SEÑOR, serás exaltado para siempre.
Salmos 92:1-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1 (2) Dios altísimo, ¡qué bueno es poder alabarte y cantarte himnos! 2 (3) ¡Qué bueno es poder alabar tu amor y tu fidelidad! 3 (4) Día y noche te alabaré con música de arpas y liras. 4-5 (5-6) Dios mío, quiero gritar de alegría por todo lo que has hecho; todo lo que haces es impresionante y me llena de felicidad. Tus pensamientos son tan profundos 6 (7) que la gente ignorante ni los conoce ni los entiende. 7 (8) Aunque los malvados y los malhechores se multiplican por todas partes, un día serán destruidos para siempre. 8 (9) Solo tú, mi Dios, reinas por siempre en el cielo.
Salmos 92:1-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
¡Cuán bueno es alabarte, Señor! Bueno es, Altísimo, cantar salmos a tu nombre, anunciar tu misericordia por la mañana, y tu fidelidad todas las noches, en el decacordio y en el salterio, y con tono suave en el arpa. Tú, Señor, me has alegrado con tus obras; yo me regocijo por las obras de tus manos. Muy grandes son tus obras, Señor, y muy profundos tus pensamientos. La gente necia no lo sabe; la gente insensata no lo entiende: si los impíos brotan como la hierba, y todos los inicuos prosperan, es para ser destruidos para siempre. ¡Pero tú, Señor, por siempre estás en las alturas!
Salmos 92:1-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (2) Altísimo Señor, ¡qué bueno es darte gracias y cantar himnos en tu honor! 2 (3) Anunciar por la mañana y por la noche tu gran amor y fidelidad, 3 (4) al son de instrumentos de cuerda, con música suave de arpa y de salterio. 4 (5) Oh Señor, ¡tú me has hecho feliz con tus acciones! ¡Tus obras me llenan de alegría! 5 (6) Oh Señor, ¡qué grandes son tus obras!, ¡qué profundos tus pensamientos! 6 (7) ¡Solo los necios no pueden entenderlo! 7 (8) Si los malvados y malhechores crecen como la hierba, y prosperan, es solo para ser destruidos para siempre. 8 (9) Pero tú, Señor, por siempre estás en lo alto.
Salmos 92:1-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Bueno es alabarte, oh Jehová, Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu fidelidad cada noche, En el decacordio y en el salterio, En tono suave con el arpa. Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; En las obras de tus manos me gozo. ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos. El hombre necio no sabe, Y el insensato no entiende esto. Cuando brotan los impíos como la hierba, Y florecen todos los que hacen iniquidad, Es para ser destruidos eternamente. Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.
Salmos 92:1-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
Bueno es dar gracias al SEÑOR, y cantar alabanzas a tu nombre, oh Altísimo; anunciar por la mañana tu bondad, y tu fidelidad por las noches, con el decacordio y con el arpa, con la música sonora de la lira. Porque tú, oh SEÑOR, me has alegrado con tus obras, cantaré con gozo ante las obras de tus manos. ¶¡Qué grandes son tus obras, oh SEÑOR, cuán profundos tus pensamientos! El hombre torpe no tiene conocimiento, y el necio no entiende esto: que cuando los impíos brotaron como la hierba, y florecieron todos los que hacían iniquidad, solo fue para ser destruidos para siempre. Mas tú, oh SEÑOR, excelso eres eternamente.
Salmos 92:1-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Es bueno dar gracias al SEÑOR, cantar alabanzas al Altísimo. Es bueno proclamar por la mañana tu amor inagotable y por la noche tu fidelidad, al son de un instrumento de diez cuerdas, un arpa y la melodía de la lira. Todo lo que has hecho por mí, SEÑOR, ¡me emociona! Canto de alegría por todo lo que has hecho. ¡Oh SEÑOR, qué grandes son tus obras! Y qué profundos son tus pensamientos. Solo un simplón no sabría y solamente un necio no entendería que aunque los malvados broten como maleza y los malhechores florezcan, serán destruidos para siempre. Tú, oh SEÑOR, para siempre serás exaltado.