Apocalipsis 12:1-2
Apocalipsis 12:1-2 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Apareció en el cielo una señal maravillosa: una mujer revestida del sol, con la luna debajo de sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba embarazada y gritaba por los dolores y angustias del parto.
Apocalipsis 12:1-2 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Luego se vio en el cielo algo muy grande y misterioso: apareció una mujer envuelta en el sol. Tenía la luna debajo de sus pies, y llevaba en la cabeza una corona con doce estrellas. La mujer estaba embarazada y daba gritos de dolor, pues estaba a punto de tener a su hijo.
Apocalipsis 12:1-2 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Pudo entonces verse una gran señal en el cielo: Apareció una mujer cuyo vestido era el sol. La luna estaba debajo de sus pies, y en su cabeza llevaba una corona con doce estrellas. Estaba encinta, y gritaba por los dolores de parto y por la angustia del alumbramiento.
Apocalipsis 12:1-2 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza. La mujer estaba encinta, y gritaba por los dolores del parto, por el sufrimiento de dar a luz.
Apocalipsis 12:1-2 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.
Apocalipsis 12:1-2 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; estaba encinta, y gritaba*, estando de parto y con dolores de alumbramiento.
Apocalipsis 12:1-2 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces fui testigo de un suceso de gran importancia en el cielo. Vi a una mujer vestida del sol, con la luna debajo de los pies y una corona de doce estrellas sobre la cabeza. Estaba embarazada y gritaba a causa de los dolores de parto y de la agonía de dar a luz.