Apocalipsis 5:4-5
Apocalipsis 5:4-5 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Y yo lloraba mucho porque no se había encontrado a nadie que fuera digno de abrir el rollo ni de examinar su contenido. Uno de los ancianos me dijo: «¡Deja de llorar que ya el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y sus siete sellos».
Apocalipsis 5:4-5 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Yo me puse a llorar mucho, porque no había quien pudiera hacerlo. Pero uno de los ancianos me dijo: «No llores más, que ha salido vencedor el heredero del trono de David, a quien se le llama el León de Judá. Solo él tiene la autoridad de romper los siete sellos y de abrir el rollo.»
Apocalipsis 5:4-5 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Yo lloraba mucho al ver que no había nadie digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo: «No llores, pues el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido y puede abrir el libro y quitarle sus siete sellos.»
Apocalipsis 5:4-5 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Y yo lloraba mucho, porque no se había encontrado a nadie digno de abrir el rollo, ni de mirarlo. Pero uno de los ancianos me dijo: «No llores más, pues el León de la tribu de Judá, el retoño de David, ha vencido y puede abrir el rollo y romper sus siete sellos.»
Apocalipsis 5:4-5 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
Apocalipsis 5:4-5 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y yo lloraba mucho, porque nadie había sido hallado digno de abrir el libro ni de mirar su contenido. Entonces uno de los ancianos me dijo*: No llores; mira, el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos.
Apocalipsis 5:4-5 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces comencé a llorar amargamente porque no se encontraba a nadie digno de abrir el rollo y leerlo; pero uno de los veinticuatro ancianos me dijo: «¡Deja de llorar! Mira, el León de la tribu de Judá, el heredero del trono de David, ha ganado la victoria. Él es digno de abrir el rollo y sus siete sellos».