Zacarías 1:11-21
Zacarías 1:11-21 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Ellos, por su parte, hablaron con el ángel del Señor que estaba entre los mirtos y dijeron: “Hemos andado por toda la tierra, y esta se halla reposada y tranquila.” »Entonces el ángel del Señor respondió: “Señor de los ejércitos, ¿hasta cuándo vas a negarles tu compasión a Jerusalén y a las ciudades de Judá? ¡Ya has estado airado con ellas durante setenta años!” »El Señor respondió al ángel que hablaba conmigo, con palabras amables y reconfortantes. Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: “Levanta la voz y di: Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Muy grande es mi amor por Jerusalén y por Sión. Estoy muy airado contra las naciones que viven tranquilas porque, cuando mi enojo no era tanto, ellos lo agravaron más.” »Por lo tanto, así ha dicho el Señor: “Volveré a compadecerme de Jerusalén. La plomada volverá a tenderse sobre Jerusalén, y en ella será edificada mi casa.” —Palabra del Señor de los ejércitos. »Levanta la voz una vez más, y di: “Así dice el Señor de los ejércitos: Mis ciudades volverán a rebosar con abundancia de bienes, y yo, el Señor, volveré a consolar a Sión y a escoger a Jerusalén.”» Después levanté la vista y vi allí cuatro cuernos. Le pregunté al ángel que hablaba conmigo: «¿Y estos qué son?» Y el ángel me respondió: «Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, Israel y Jerusalén.» Luego el Señor me mostró cuatro carpinteros, y yo pregunté: «¿Y estos qué vienen a hacer?» Y el ángel me respondió: «Aquellos cuernos son los que dispersaron a Judá, al grado de que ninguno de ellos volvió a levantar la cabeza; pero estos han venido para hacerlos temblar y derribar los cuernos de las naciones que se levantaron contra la tierra de Judá y dispersaron a sus habitantes.»
Zacarías 1:11-21 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y ellos hablaron a aquel ángel de Jehová que estaba entre los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí toda la tierra está reposada y quieta. Respondió el ángel de Jehová y dijo: Oh Jehová de los ejércitos, ¿hasta cuándo no tendrás piedad de Jerusalén, y de las ciudades de Judá, con las cuales has estado airado por espacio de setenta años? Y Jehová respondió buenas palabras, palabras consoladoras, al ángel que hablaba conmigo. Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Celé con gran celo a Jerusalén y a Sion. Y estoy muy airado contra las naciones que están reposadas; porque cuando yo estaba enojado un poco, ellos agravaron el mal. Por tanto, así ha dicho Jehová: Yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia; en ella será edificada mi casa, dice Jehová de los ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalén. Clama aún, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Aún rebosarán mis ciudades con la abundancia del bien, y aún consolará Jehová a Sion, y escogerá todavía a Jerusalén. Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos. Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son estos? Y me respondió: Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén. Me mostró luego Jehová cuatro carpinteros. Y yo dije: ¿Qué vienen estos a hacer? Y me respondió, diciendo: Aquellos son los cuernos que dispersaron a Judá, tanto que ninguno alzó su cabeza; mas estos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para dispersarla.
Zacarías 1:11-21 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Los jinetes informaron al ángel del SEÑOR que estaba entre los arrayanes: «Hemos recorrido toda la tierra. Por cierto, la encontramos tranquila y en paz». Ante esto, el ángel del SEÑOR respondió: «SEÑOR de los Ejércitos, ¿hasta cuándo te negarás a compadecerte de Jerusalén y de las ciudades de Judá con las que has estado enojado estos setenta años?». El SEÑOR respondió con palabras buenas y consoladoras al ángel que hablaba conmigo. Luego el ángel me dijo: «Proclama este mensaje de parte del SEÑOR de los Ejércitos: »“Mi amor por Jerusalén y por Sión me hace sentir celos por ellas. En cambio, estoy lleno de ira con las naciones engreídas. Mi enojo era poco, pero ellas lo agravaron”. »Por lo tanto, así dice el SEÑOR: “Volveré a compadecerme de Jerusalén. Allí se reconstruirá mi Templo y se extenderá el cordel de medir sobre Jerusalén”, afirma el SEÑOR de los Ejércitos. »Proclama además lo siguiente de parte del SEÑOR de los Ejércitos: »“Otra vez mis ciudades rebosarán de bienes, otra vez el SEÑOR consolará a Sión, otra vez escogerá a Jerusalén”». Alcé la vista y vi ante mí cuatro cuernos. Pregunté entonces al ángel que hablaba conmigo: «¿Qué significan estos cuernos?». Y el ángel me respondió: «Estos cuernos son los poderes que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén». Luego el SEÑOR me mostró cuatro herreros. Pregunté: «¿Y estos qué han venido a hacer?». Me respondió: «Los cuernos son los poderes que dispersaron a Judá, a tal punto que nadie pudo volver a levantar la cabeza. Los herreros han venido para aterrorizarlos y deshacer el poder de las naciones que levantaron su cuerno contra la tierra de Judá y dispersaron a sus habitantes».
Zacarías 1:11-21 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
El ángel se había quedado entre los mirtos. En ese momento los jinetes le informaron: —Ya recorrimos toda la tierra, y la hemos encontrado tranquila y en paz. Entonces el ángel preguntó: —Dios todopoderoso, hace ya setenta años que estás enojado con Jerusalén y con las ciudades de Judá. ¿Cuándo vas a tener compasión de ellas? Dios le respondió con palabras muy amables y tranquilizadoras. Luego el ángel me ordenó que anunciara de parte de Dios el siguiente mensaje: «Yo amo mucho a Jerusalén, y amo mucho a mi templo. Y aunque por algún tiempo estuve enojado con mi ciudad, me llena de furia ver a naciones que se sienten muy orgullosas, y que se aprovecharon de mi enojo para hacer sufrir a Jerusalén. »Pero quiero que sepan que reconstruiré mi ciudad, y también mi templo. ¡Le mostraré cuánto la quiero! Yo soy el Dios todopoderoso, y les juro que así lo haré». Todavía el ángel me ordenó que anunciara de parte de Dios este otro mensaje: «Volveré a dar prosperidad a todas mis ciudades; mostraré amor por mi templo, y Jerusalén volverá a ser mi ciudad elegida». 18-21 (2.1-4) Más tarde levanté la vista, y vi cuatro cuernos. Como el ángel seguía a mi lado, le pregunté
Zacarías 1:11-21 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Los jinetes le dijeron entonces al ángel del Señor que estaba entre los arrayanes: «Hemos recorrido toda la tierra, y la hemos encontrado tranquila y en paz.» El ángel del Señor dijo: «Señor todopoderoso, hace ya setenta años que estás enojado con Jerusalén y con las ciudades de Judá. ¿Cuánto tiempo habrá de pasar aún antes de que vuelvas a tenerles compasión?» El Señor respondió con bondadosas palabras de consuelo al ángel que hablaba conmigo, y luego el ángel me ordenó que anunciara: «Esto dice el Señor todopoderoso: “Yo amo profundamente a Jerusalén y al monte Sión. Por eso mi furor se ha encendido contra esas naciones despreocupadas que, cuando yo estaba poco enojado, ayudaron a agravar la maldad. Por lo tanto, yo, el Señor, digo: Ahora me he vuelto con compasión a Jerusalén, y voy a hacer que el templo y toda la ciudad sean reconstruidos.”» El ángel me dijo además: «Anuncia también esto: “El Señor todopoderoso dice: Voy a hacer que mis ciudades prosperen mucho otra vez; voy a dar nuevo aliento a Sión, y voy a proclamar de nuevo a Jerusalén como mi ciudad elegida.”» 18 (2.1) Tuve otra visión, en la cual vi aparecer cuatro cuernos. 19 (2.2) Le pregunté al ángel que estaba hablando conmigo qué significaban aquellos cuernos, y él me contestó: «Estos cuernos representan el poder de los que han dispersado por todas partes a los habitantes de Judá, Israel y Jerusalén.» 20 (2.3) Después el Señor me hizo ver a cuatro herreros. 21 (2.4) Yo pregunté: «¿A qué han venido estos herreros?» Y él me contestó: «Así como esos cuernos representan a los que dispersaron a Judá, de tal modo que nadie podía levantar cabeza, estos herreros han venido a hacer temblar de espanto y a cortarles los cuernos a las naciones que, dando cornadas a Judá, dispersaron a sus habitantes.»
Zacarías 1:11-21 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y ellos respondieron al ángel del SEÑOR que estaba entre los mirtos y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí, toda la tierra está en paz y tranquila. Entonces respondió el ángel del SEÑOR y dijo: Oh SEÑOR de los ejércitos, ¿hasta cuándo seguirás sin compadecerte de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales has estado indignado estos setenta años? Y el SEÑOR respondió al ángel que hablaba conmigo palabras buenas, palabras consoladoras. Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Proclama, diciendo: «Así dice el SEÑOR de los ejércitos: “Estoy celoso en gran manera por Jerusalén y por Sión, y con gran enojo estoy yo enojado contra las naciones que están confiadas; porque cuando yo estaba un poco enojado, ellas contribuyeron al mal”. Por tanto, así dice el SEÑOR: “Me volveré a Jerusalén con compasión; en ella será reedificada mi casa” —declara el SEÑOR de los ejércitos— “y el cordel será tendido sobre Jerusalén” ». Proclama de nuevo, diciendo: «Así dice el SEÑOR de los ejércitos: “Otra vez rebosarán mis ciudades de bienes, otra vez el SEÑOR consolará a Sión y de nuevo escogerá a Jerusalén” ». Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos. Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son estos? Y me respondió: Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén. Entonces el SEÑOR me mostró cuatro artesanos. Y dije: ¿Qué vienen a hacer estos? Y él respondió, diciendo: Aquellos son los cuernos que dispersaron a Judá, de modo que nadie ha podido levantar la cabeza; pero estos artesanos han venido para aterrorizarlos, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron sus cuernos contra la tierra de Judá para dispersarla.
Zacarías 1:11-21 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces los otros jinetes le informaron al ángel del SEÑOR, que se encontraba entre los arrayanes: «Hemos estado recorriendo la tierra y el mundo entero está en paz». Al escucharlo, el ángel del SEÑOR elevó la siguiente oración: «Oh SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, durante los últimos setenta años has estado enojado con Jerusalén y con las ciudades de Judá. ¿Cuánto tiempo más pasará para que vuelvas a mostrarles compasión?». Entonces el SEÑOR le habló palabras buenas y consoladoras al ángel que conversaba conmigo. Luego el ángel me dijo: «Proclama este mensaje a gritos para que todos lo oigan: “El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales dice: ‘Mi amor por Jerusalén y el monte Sion es intenso y ferviente. Sin embargo, estoy muy enojado con las otras naciones que ahora disfrutan de paz y seguridad. Solo me enojé un poco con mi pueblo, pero las naciones le causaron mucho más daño del que me proponía. »”’Por lo tanto, esto es lo que dice el SEÑOR: he vuelto a mostrar misericordia a Jerusalén. Mi templo será reedificado, dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, y se tomarán las medidas para la reconstrucción de Jerusalén’”. »Proclama también: “El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales dice: ‘Otra vez las ciudades de Israel rebosarán de prosperidad y otra vez el SEÑOR consolará a Sion y elegirá a Jerusalén para sí mismo’”». Entonces levanté la mirada y vi cuatro cuernos. —¿Qué significan estos cuernos? —pregunté al ángel que hablaba conmigo. Él me contestó: —Estos cuernos representan a las naciones que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén. Entonces el SEÑOR me mostró cuatro herreros. —Y estos hombres, ¿qué vienen a hacer? —pregunté. El ángel me contestó: —Estos cuatro cuernos, es decir, estas naciones, dispersaron y humillaron a Judá. Ahora estos herreros han venido para aterrorizar, derribar y destruir a esas naciones.