Zacarías 2:1-6
Zacarías 2:1-6 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Alcé después mis ojos y miré, y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir. Y le dije: ¿A dónde vas? Y él me respondió: A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura, y cuánta su longitud. Y he aquí, salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro, y le dijo: Corre, habla a este joven, diciendo: Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella. Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella. Eh, eh, huid de la tierra del norte, dice Jehová, pues por los cuatro vientos de los cielos os esparcí, dice Jehová.
Zacarías 2:1-6 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Alcé la vista y vi ante mí un hombre que tenía en la mano un cordel de medir. Le pregunté: «¿A dónde vas?». Y él me respondió: «Voy a medir a Jerusalén. Quiero ver cuánto mide de ancho y cuánto de largo». Ya salía el ángel que hablaba conmigo, cuando otro ángel vino a su encuentro y le dijo: «Corre, dile a ese joven: “Tanta gente y ganado habrá en Jerusalén, que llegará a ser una ciudad sin muros. Yo seré para ella —afirma el SEÑOR—, un muro de fuego y dentro de ella seré su gloria”. »¡Atención! ¡Atención! ¡Huyan del país del norte! —afirma el SEÑOR—, ¡Fui yo quien los dispersó a ustedes por los cuatro vientos del cielo!», afirma el SEÑOR.
Zacarías 2:1-7 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1 (5) Volví a levantar la vista, y vi delante de mí a un hombre con una cinta de medir en la mano. 2 (6) Le pregunté a dónde iba, y me dijo: «Voy a medir la ciudad de Jerusalén. Quiero saber cuánto mide de largo y cuánto de ancho». 3 (7) Ese hombre era un ángel, y ya estaba por irse; pero otro ángel vino a su encuentro 4 (8) y le ordenó que me diera este mensaje: «La ciudad de Jerusalén tendrá tanta gente y tanto ganado, que no tendrá murallas. 5 (9) Yo seré para mi ciudad como una muralla de fuego; ¡yo la llenaré de riquezas! Yo soy el Dios de Israel, y juro que así lo haré. 6-7 (10-11) »Yo fui quien los dispersó por todas las naciones, pero ahora les ordeno que salgan ya de Babilonia y regresen a Jerusalén; ¡huyan de ese país del norte! Yo soy el Dios de Israel, y les ordeno que así lo hagan».
Zacarías 2:1-6 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Después levanté la vista, y me vi ante un hombre con un cordel de medir en la mano. Le pregunté: «¿A dónde vas?» Y él me respondió: «Voy a medir a Jerusalén, para ver cuánto mide de ancho y cuánto de largo.» Pero en el momento en que se iba el ángel que hablaba conmigo, otro ángel le salió al encuentro y le dijo: «Corre y dile a este joven: “Tantos serán los que habiten en Jerusalén, y tanto ganado tendrán, que la ciudad no tendrá muralla alguna. Yo seré para ella una muralla de fuego, que la rodeará y que estará en medio de ella, para gloria suya.” —Palabra del Señor. »¡Vamos, salgan ya de ese país del norte! —Palabra del Señor. »¡Yo fui el que los esparció por los cuatro vientos de los cielos! —Palabra del Señor.
Zacarías 2:1-7 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (5) Aún tuve otra visión. Se me apareció un hombre que llevaba en la mano una cinta de medir. 2 (6) Le pregunté: «¿A dónde vas?» Y él me contestó: «Voy a medir la ciudad de Jerusalén, para saber su largo y su ancho.» 3 (7) Entonces vi que se iba el ángel que había hablado conmigo, y que otro ángel le salía al encuentro 4 (8) y le decía: «Corre a decirle al joven que lleva la cinta de medir: “Jerusalén va a ser de nuevo habitada, y serán tantos sus habitantes y ganados que no podrá tener murallas. 5 (9) Pero el Señor afirma: Yo seré como una muralla de fuego alrededor de Jerusalén, y en medio de la ciudad mostraré mi gloria.”», 6-7 (10-11) El Señor afirma: «Yo hice que ustedes fueran dispersados en todas direcciones. Pero ahora les digo: ¡Huyan pronto del país del norte! ¡Escapen de Babilonia, donde viven desterrados ustedes, los que vivían en Sión! Yo, el Señor, lo afirmo.»
Zacarías 2:1-6 La Biblia de las Américas (LBLA)
Entonces alcé los ojos y miré, y he aquí, vi un hombre con un cordel de medir en la mano. Y le dije: ¿Adónde vas? Y me respondió: A medir a Jerusalén para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud. Y he aquí, cuando el ángel que hablaba conmigo salía, otro ángel le salió al encuentro, y le dijo: Corre, habla a ese joven, y dile: «Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganados dentro de ella. Y yo seré para ella» —declara el SEÑOR— «una muralla de fuego en derredor, y gloria seré en medio de ella». ¡Ea, ea! Huid de la tierra del norte —declara el SEÑOR— porque como a los cuatro vientos del cielo os dispersé yo —declara el SEÑOR.
Zacarías 2:1-6 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Cuando miré de nuevo, vi a un hombre con una cinta de medir en la mano. —¿Adónde vas? —le pregunté. —Voy a medir Jerusalén —me contestó— para ver cuánto mide de ancho y de largo. Entonces el ángel que estaba conmigo fue a reunirse con un segundo ángel que se dirigía hacia él. El otro ángel dijo: —Apresúrate y dile a ese joven: “¡Jerusalén algún día estará tan llena de gente y de animales que no habrá lugar suficiente para todos! Muchos vivirán fuera de las murallas de la ciudad. Entonces yo mismo seré un muro de fuego protector alrededor de Jerusalén, dice el SEÑOR. ¡Y seré la gloria dentro de la ciudad!”. El SEÑOR dice: «¡Salgan! Huyan de Babilonia en la tierra del norte, porque yo los he dispersado a los cuatro vientos.