Un corazón agradecidoMuestra

La diferencia de quejarse y hablar con Dios se nota en los resultados. Mira como es Dios que siendo el Rey de Reyes te permite que llegues a Él y hablarle con toda   sinceridad, a Dios puedes decirle cuando algo te molesta, puedes darle tus   argumentos pero aceptando al final la respuesta de Él. Cuando te quejas al aire o con tus amigos, tu familia o quien sea, Dios también lo oye pero no le agrada que lo hagas así. Mucho cuidado con decir que estabas mejor antes  de conocer a Dios, mucho cuidado con desear las cosas que te hacían sentir bien por unos momentos y después estabas peor. No te quejes por las cosas que no puedes tener o no puedes hacer. ¿Crees que puedes enfrentar la ira de Dios y salir bien librado? ¿Piensas que Dios no está escuchándote cuando maldices y haces rabietas porque deseas algo de tu vida pasada? Reconoce que Dios está en medio de nosotros con sus brazos abiertos para amarnos y sus oídos dispuestos para escuchar lo que tenemos que decirle a Él.