La dimensión de la generosidadMuestra
Hacer las obras de Dios
El resultado de tener un ojo generoso, es vivir en abundancia espiritual. Es lo que dice Proverbios al respecto, el que tiene ojo generoso será bendecido; en la realidad del autor de Proverbios, la bendición se obtenía por actos que realizaba la gente. Hoy sabemos que aunque no somos salvos ni bendecidos por actos, sí somos escogidos para hacer las obras de Dios. Y cuando hacemos la obra de Dios, el resultado es un beneficio a nuestras vidas. Tener un ojo generoso, es una acción que tiene un efecto y obedece a un principio eterno.
Hay principios que nunca van a cambiar. Podemos verlo con la falta de perdón, tanto en el antiguo pacto como en el nuevo pacto, tiene las mismas consecuencias: amargura, remordimientos, vida llena de rencores. Obedece a un principio eterno que Dios diseñó: el perdón. Una persona que era iracunda en los tiempos de Moisés, tendría las mismas consecuencias que la persona iracunda en el nuevo pacto. Así mismo, el que aprende a dar con generosidad abre su vida a la abundancia, porque la persona que aprende a dar generosamente, abre su vida a la riqueza.
La riqueza, trae riqueza. Toda persona que tiene la capacidad de dar, es rico. El que no da, es una persona que opera bajo el principio de pobreza. La pobreza y la riqueza, son una mentalidad. No tiene que ver con la cantidad de bienes que posees. Sino con la manera como operas mentalmente. Hay personas que aunque no tengan mucho recurso económico, operan con la mentalidad adecuada, nunca piensan como pobre. La pobreza es una manera de concebirse, es una forma de pensar, existen estructuras mentales que hacen pensar como pobre y actuar como pobre, aunque tenga muchos recursos económicos. La riqueza y pobreza, no tienen nada que ver con el dinero que posees, tiene que ver con lo que concibes y cómo vives.
Riqueza, es todo aquello que excede a las necesidades básicas de una persona (comer, vestirse, tener un techo, y tener lo necesario para sustentar su vida con salud). Si tienes para ir al cine, eres una persona rica. Porque ir al cine no es una necesidad básica en la vida, es un lujo que te puedes dar. Somos ricos, en diferentes dimensiones de riqueza.
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios ama al dador alegre, porque Dios es dador, dio generosamente a su hijo; y por eso, ama a quien da con alegría. Cuando eres canal de bendición, cuando suples la necesidad de otras personas, experimentas esta clase de gozo. La dimensión de la generosidad está disponible para ti también, si entiendes el principio universal establecido por Dios para sus hijos.
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Gerardo Cárdenas, pastor de la iglesia El Centro Cristiano Alfa y Omega en Houston, y El Centro Woodlands en The Woodlands, Texas en convenio con El Centro Network. Si desea saber más de estas organizaciones, por favor visite http://www.enelcentro.org y http://www.elcentronetwork.com