Una garantía maravillosaMuestra

Cristo en nosotros, esperanza de gloria

Otra de las cosas que recibimos como herencia, es la bendición para nosotros y para nuestra familia, también recibimos el reino, no uno político; sino el concerniente a su realidad, a sus principios funcionando en nuestras vidas, al gobierno en todos los ambientes que nos rodean por el poder que nos habita. 

También recibimos a su hijo en nosotros, Dios nos dio ésta fe, ésta vida, para que su Hijo sea formado en nosotros.

¿Para qué tienen hijos los padres?, ¿para tener un bebé toda la vida?, ¿se dicen a sí mismos: quisimos ser padres para cargar algo bonito entre nuestros brazos? ¡No!, no es el propósito para tener un hijo, el propósito de tener un hijo, es ver el producto final, verlos crecer, que se desarrollen, que sean fructíferos, que maduren, que también tengan una familia, que sean exitosos. No deseamos hijos para tener bebés toda la vida, sino para verlos triunfar.

Así como nadie tiene hijos para que sean bebés eternamente, Dios tiene hijos como tú y como yo, porque Él desea que su hijo sea formado en nosotros, para que haya un proceso de crecimiento, de desarrollo de su Hijo en nosotros, que ese Espíritu que ha sido depositado en nosotros madure a Cristo en nosotros, su pensamiento, su carácter, su proceder. Que la manera como tratas a tu cónyuge, sea como Cristo lo haría; que la manera en que te diriges a tus hijos, sea como Cristo lo haría; que la manera en que tratas a tus padres, sea como Cristo lo haría. En otras palabras, la vida del Hijo de Dios en nosotros.

Dios es nuestro Padre y para garantizar ese proyecto de producir a su Hijo en nosotros, nos dio como garantía su Santo Espíritu. La mejor vida, es la que Dios ofrece para todos los hombres y se alcanza por fe, por creer en Jesús, para recibir sus promesas como herencia y disfrutar el desarrollo de la vida de Cristo.

Un hombre que dice que ama a una mujer y que se quiere casar con ella, lo primero que ella hace es escuchar esa propuesta y creer, y si lo ama le va a decir que sí. Dios nos dice que nos ama y que quiere estar toda la eternidad con nosotros, si lo crees y lo anhelas, puedes iniciar esa vida en Él. Si ya lo tienes, te corresponde caminar en la confianza de que eres hijo de Dios, y avanzar en la vida del Espíritu, permitiendo que su reino, sea tu reino y que su hijo crezca y se desarrolle en ti.

Si deseas profundizar este tema, te invitamos a ver el sermón completo en este enlace de Vimeo https://vimeo.com/216177965 o en YouTube https://www.youtube.com/watch?v=tKOWIWE3m4o