[Serie El amor de Dios por nosotros] Mientras cuidas de otros…Muestra

Jesucristo fuente de paz, consuelo y amor

La paz de Jesucristo es la paz que nos empodera para enfrentar cualquier situación en la vida. Jesús nos la dio, porque tenía conocimiento de esa verdad. Su paz no es una paz temporal ni es ausencia de guerra. Humanamente se conceptualiza paz como, el estado donde no hay problemas, donde no hay agresiones, donde no hay disputas. Pero la paz de la que habla Jesús es una paz más profunda que eso. Lo que se mencionó son síntomas, pero no su significado. La paz de la que habla Jesús es aquella que permanece a pesar de las situaciones difíciles o conflictivas. Dios es paz. 

El consuelo que da Jesucristo es real y trasciende lo temporal de este mundo. Su consuelo es permanente, no está determinado por situaciones difíciles o buenas. Su consuelo va más allá de esas circunstancias. Su consuelo es eterno. La consolación que recibimos de su parte no solamente afecta al tiempo en que estemos en este cuerpo y aquí en la tierra, es una consolación que cambia la eternidad del hombre. 

El amor de Jesucristo es eterno. Su amor está siempre con nosotros y no hay absolutamente nada que nos pueda separar de su amor. Su amor permanece, aunque no lo sintamos. Su amor no tiene que ver con sentimientos, sino con su esencia, porque Dios es amor. Así que no depende de que sientas su amor, sino que sepas que su amor está en ti todos los días, en todo tiempo. El apóstol Pablo dice que ninguna cosa creada nos puede separar de su amor, porque no depende de nada externo a él. Su amor depende solo de él. Nada que hagamos o dejemos de hacer, nos puede separar de su amor. Él decidió amarnos. Decidió expresar su amor aún pagando el mayor precio, su propio Hijo. Entregar todo por otros, es la mayor expresión de amor. Dios lo hizo, nosotros como sus hijos necesitamos aprender a expresarlo en nosotros y por medio nuestro. 

Es tiempo de aprender a disfrutar la paz, el consuelo y el amor de Jesucristo. Él ya nos lo proveyó, nosotros necesitamos apropiarnos de toda esa abundancia a nuestro favor, para aprender a enfrentar las dificultades temporales de la vida. 

Palabra de confianza de parte de Dios

¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!