[Serie Todo lo que necesitas es amor] Días Bonitos y Huracanes Muestra

Huracán Odio

Como dijo Jesús, del corazón salen los malos pensamientos. Es un problema del corazón. Una tormenta comienza en nosotros. La frustración, la ira, la indiferencia y el resentimiento llevan al odio. El odio del huracán se forma en nuestras vidas y comienza a filtrarse.

Vivimos en una cultura que odia. Ya sea en la política, en los medios sociales o en Hollywood, hay trolls y odiadores por todas partes. El odio termina convirtiéndose en asesinato. No es un asesinato real, como el de quitarle la vida a alguien. Lo que quiero decir con asesinato es cuando el odio se apodera de tu corazón y eliges encontrar una solución sin Dios. ¿Qué hizo Moisés? Vio a los egipcios maltratar demasiado a los israelitas. La solución de Dios fue el Éxodo, pero Moisés se adelantó y mató al egipcio. Las tormentas en nosotros empiezan a rugir cuando pensamos en tener soluciones sin Dios.

Cuando pasamos por estas progresiones del odio al huracán en nuestros hogares, vida social y negocios o trabajos, y les permitimos seguir adelante, nos destrozarán la vida. De repente, nos despertamos y nos damos cuenta de que no hay techo. No hay matrimonio o no hay trabajo. El huracán del odio destruirá esas áreas. Desviar la atención para que nadie conozca nuestro corazón, no es la respuesta. Tenemos que ser muy cuidadosos porque hay tormentas que se están gestando, y no queremos permitir que se conviertan en un huracán de categoría 5.

También hay tormentas a nuestro alrededor. La Palabra de Dios dice que no te sorprendas si el mundo te odia. La gente termina odiando a los creyentes u odiando a la iglesia cuando experimentan una hipocresía que duele. Ahora, todos sabemos que cada humano ha sido un hipócrita antes, ¿verdad? Vas a ser herido por la gente, incluyendo a los cristianos y a la iglesia. Es parte del viaje. He sido herido por la iglesia. Pero en ese momento en que estamos heridos, tenemos la oportunidad de dar nuestro dolor a Dios. No tenemos que dejar que se convierta en un huracán. No dejes que eso suceda en tu vida. Dale eso al Señor. Nunca permitas que el odio arruine tu relación con Dios.