[Grandes Versos] Lecciones importantes para una iglesia peculiar Muestra

Todo es un don de Dios

¿Qué tienes que no recibiste de él?

Esta simple pregunta nos desafía a detenernos y reflejar un momento: ¿Qué tienes que no hayas recibido? ¿Qué cosa buena en tu vida no es un don de Dios? ¿Puedes tomar el crédito de alguna cosa en tu vida, incluso algo pequeño? ¡No! Cada cosa buena que has experimentado en tu vida es un don del Dios bondadoso. Todas y cada una de ellas.

¿Tienes suficiente comida para alimentarte? ¿Suficiente agua para beber? ¿Un refugio que te mantiene caliente y seco? ¿Quizás una hermosa casa? ¿Un auto que te lleve a donde necesitas ir? ¿Tienes un trabajo significativo o al menos un trabajo que te pague un sueldo? ¿Hay alguien en tu vida que se preocupe por ti? ¿Un cónyuge? ¿Un niño? ¿Un amigo? ¿Un padre? ¿Un hermano? ¿Un profesor? ¿Un colega? El aire que respiras, la salud que tienes, la vida que vives, todo eso es un regalo.

¿Qué sucede con las cosas adicionales? Deliciosas comidas, restaurantes sabrosos, música agradable, hermoso arte, buenas librerías, una hermosa puesta de sol, una noche clara llena de estrellas, películas, deporte, caminatas y mucho más. Todo esto es un regalo.

Y luego, el don más grande de todos: un Salvador. Un Salvador que te ama. Un Salvador que murió por ti. Un Salvador que se levantó en el poder. Un Salvador que perdonó todo tu pecado y te dio la vida eterna. Un Salvador que nunca te dejará. Nunca.

Además, el Espíritu de Dios que está dentro de ti. El poder de vivir una nueva vida. La mente de Cristo. Ciudadanía en el cielo. La adopción como el propio hijo amado de Dios. Las Escrituras vivas y eficaces, y más cortantes que una espada de dos filos. El privilegio de la oración. El poder de la oración. El cuerpo de Cristo. La oportunidad de ser utilizado por Dios. La seguridad del cielo. La paz, la alegría y el amor brotaron de Dios. Un Padre en los cielos que es bueno, sabio y poderoso. La fe para confiar en Dios. ¡Todo esto y más, mucho más!

Cada cosa buena en tu vida, todo lo bueno que hayas experimentado o experimentes en el futuro, ya sea en esta vida o en la eternidad, es un don de Dios misericordioso.

Dios ha sido bueno contigo. También conmigo. ¿Qué tienes que no recibiste de él?